La Citroën C15 cumple 40 años y sigue siendo una de las piezas claves para Stellantis

En la historia de Citroën hay bastantes modelos que son icónicos, pero hay uno con un hueco especial en el corazón de España, puesto que toda su producción se llevó a cabo en nuestro país. Hablamos de la Citroën C15, que está de cumpleaños: se estrenó hace 40 años ya.

Toda su trayectoria estuvo asociada a la factoría de Vigo, donde se fabricó desde 1984 hasta 2005, más de dos décadas que sirvieron para alcanzar un total de 1.181.407 unidades producidas así como para ir evolucionando y mejorando su concepto de manera paulatina.

Lo primero es lo primero, ¿de dónde sale su nombre? Quizá algunos lo sepan ya, pero se debe a algo tan sencillo como su PMA, su Peso Máximo Autorizado, que era de 1.500 kg. De esas 1,5 toneladas salió su nomenclatura, además de que dejaban clara la versatilidad de un modelo que en su historia ha sido utilizado para todo tipo de fines.

Entre los rasgos más destacados cuando vio la luz está su velocidad máxima, que alcanzaba los 140 km/h, cifra notable para la época, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un vehículo utilitario ligero. También en su campo fue pionera porque tan solo un año después del estreno incorporó a su oferta mecánica un motor diésel, que potenció sus ventas.

Derivado en formato comercial del Citroën Visa, la importancia del modelo fue capital para la planta de Vigo, porque fue el primer coche con el que la fábrica asumió el rol de Centro Piloto. ¿Qué significó esto? Que tuvo un papel muy activo tanto en diseño como en su desarrollo.

Su éxito fue innegable: la gran demanda hizo que hubiera que inaugurar el turno de noche en el taller de soldadura de carrocería de la planta, y fue el primer modelo de la fábrica que consiguió superar el millón de unidades producidas.

La evolución de la C15 fue constante, pero se puede señalar el año 2000 como un momento clave en su trayectoria, puesto que se reemplazó la oferta de motores existentes por una que cumpliera con las normativas europeas de emisión de gases, lo que implicó un gran proyecto técnico para la compañía del doble chevrón. 

El primer coche eléctrico de Citroën fue un C15

Actualmente los coches eléctricos están de moda, pero las marcas comenzaron sus primeros pinitos con las cero emisiones hace ya décadas. En el caso de Citroën, fue con su furgoneta, que puso a prueba su versión eléctrica en 1987 y se puso a la venta tan solo dos años después. Como es de esperar para aquella época, solo llegaron a fabricarse 402 unidades.

Montaba un motor eléctrico con 10 Kw (13 CV) de potencia que estaba acoplado a la caja de cambios y tenía una autonomía de hasta 100 km.

Como es lógico, estaba muy limitada por la tecnología de por aquel entonces, especialmente por las baterías, que tenían un tamaño considerable, así como un peso notorio, algo que mermaba al modelo de doble manera: le hacía perder capacidad de carga y duplicaban su peso.