BYD llegará a Europa con una gama de tres modelos. Por qué hay que tenerla en el punto de mira

BYD es un potente fabricante de coches eléctricos que empezó fabricando baterías para móviles en 1995. Se formó con 20 empleados, aunque movimientos adecuados en momentos adecuados han llevado a la marca china a contar en la actualidad con 260.000 empleados, de los que unos 44.000 son ingenieros.

En estos casi 30 años han pasado muchas cosas ahí. Por ejemplo, en 2005 lanzaron su primer coche, el F3, y en 2008 apareció el primer híbrido enchufable del mundo, el F3 DM. Este 2022 han anunciado que solo iban a producir vehículos tipo NEV (New Energy Vehicles): eléctricos y PHEV.

Más allá de eso, BYD es una empresa interesante. Quizá eso la ha llevado a estar en el objetivo de fuertes inversores. Por ejemplo, el magnate Warren Buffet gastó unos 220 millones de dólares para comprar casi el 10% de la empresa, que está cotizada en las bolsas de Hong Kong y Shenzhen (China).

Durante la pandemia empezó a fabricar mascarillas para convertirse en el principal productor y, aparte del sector del automóvil, tiene ramificaciones en electrónica (fabricación de chips y semiconductores), nuevas energías (paneles solares), transporte ferroviario y también comercial (camiones y autobuses; estos circulan en muchas partes de España.

Coches BYD en Europa, próximo paso

Tradicionalmente, los coches chinos no han llegado a Europa a causa de las normas anticontaminación (principalmente). Pero con la generalización del coche eléctrico, ya no hay problema en ese aspecto. Tampoco en el de seguridad, con la ramificación del C-NCAP (sección china de EuroNCAP).

Ahora empiezan a llegar con cuentagotas algunas marcas, aunque de todas ellas, la apuesta de BYD es la más solvente hasta el momento. Básicamente porque no se trata de un importador local que decide traer algunos modelos, sino que es la propia marca la que está desembarcando en nuestro continente.

Noruega y BYD, caso de éxito para replicar 

Por el momento se ha estrenado en Noruega, donde llevan un año vendiendo uno de sus modelos en 48 concesionarios, el Tang. Se trata de un SUV grande de siete plazas con 516 CV que ha salido al mercado con un precio de 620.000 coronas noruegas, que al cambio son unos 68.000 euros.

Su posicionamiento en la parte premium del segmento no ha supuesto demasiado problema para este modelo, que se ha colocado tercero en el ranking de ventas de los SUV-E por detrás del BMW iX y el Audi e-Tron. Además, entre los de siete plazas, es el primero en la lista.

Así las cosas, BYD llegará a Europa en dos fases. En la primera serán países con mayor sensibilidad a lo eléctrico, como reconocen en la marca: Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica (también lo hará a Israel), y más adelante en el resto de mercados europeos, aunque aún no se sabe ni cómo ni cuándo: será en el próximo Salón de París en octubre cuando se desvelen los datos.

Y a España, ¿llegará la gama BYD? Por descontado. Le pregunté al director de Ventas, el español Pere Brugal: "Sin duda España es un mercado en el que vamos a estar presentes, aunque aún estamos trabajando el timing".

La gama BYD: dos SUV y una berlina tecnológicamente avanzados (de verdad)

Aunque BYD tiene una amplia gama (en China han colocado dos modelos entre los 10 más vendidos, el Song (un SUV) y el Qin Plus (berlina compacta), ambos pertenecientes a la categoría NEV), llegarán tres modelos, todos ellos eléctricos.

"No somos como los demás fabricantes". Son palabras de Mike Belinfante, director de Comunicación de BYD a nivel global y que viene de otras marcas chinas de eléctricos como MG o BAIC. "Somos una empresa que se mueve por la tecnología", añade durante la presentación europea en La Haya Brian Yang, que es el asistente del Director General.

Lo cierto es que cuentan con una innovadora batería que ellos denominan Blade. En lugar de las celdas convencionales, estas son alargadas como las lamas de un somier. Además son del tipo LFP (litio y fosfato de hierro), por lo que no utilizan materiales escasos como el cobalto.

Esto tiene ventajas: para empezar son más seguras y además tienen una mayor densidad energética, por lo que no hace falta que sean tan grandes para conseguir la misma capacidad. Y eso lleva a un menor peso y, por lo tanto, a menos consumo y mejor manejo. Además, al estar colocadas en posición longitudinal, en caso de impacto crean una especie de célula de seguridad en el habitáculo.

BYD Tang

El BYD Tang mide 4,87 metros de largo y tiene una batalla de 2.820 mm. Se trata de un SUV premium de tracción integral con una batería Blade de 86,4 kWh y que homologa una autonomía de 400 km (WLTP).

El Tang tiene una potencia de 516 CV (380 kW), hace el 0 a 100 en 4,6 segundos y tiene la velocidad limitada a 180 km/h.

BYD Han

Una gran berlina de 4,99 metros con una batalla que roza los tres metros (2,92) y unas plazas traseras sencillamente descomunales.

El BYD Han también es tracción integral, su batería Blade es de 85,4 kWh pero la autonomía sube hasta unos respetables 521 km (WLTP). El motor también tiene 516 CV, hace el sprint de 0 a 100 en 3,9 segundos y acelera hasta pararse en 180 km/h.

BYD Atto 3

Este sin duda será el modelo más importante en ventas. El Atto 3 de BYD (del que ya he podido hacer una prueba) es un interesantísimo SUV compacto de 4,4 metros con un diseño que no está nada mal y una calidad de acabados acorde con la de sus rivales europeos.

El Atto 3 cuenta con tracción delantera, 204 CV y una batería (también Blade) de 60,4 kWh para recorrer 420 km (WLTP) entre cargas. Sus prestaciones no están mal, con un 0 a 100 de 7,3 segundos y una punta de 160 km/h.