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Prueba del BYD Atto 3, ofrece lo que la gente pide

¿Y qué es eso? Una especie de 'smartphone' con ruedas, cómodo y sencillo de usar para un día a día sin dificultades ni complicaciones.

La llegada al mercado de BYD es interesante. Aunque poco a poco va ampliando la gama (con los Dolphin, Seal y Seal U), el primer modelo en aterrizar con ciertas garantías de éxito fue el Atto 3. Digo eso de ciertas porque hay que ser sincero: lanzar una marca (especialmente si viene de China) desde la nada es una tarea que lleva mucho tiempo y ajustes en la gama para acertar con el mercado al que atacas.

Pero este SUV eléctrico de tamaño compacto llegó ya de primeras con unos atributos solventes y convincentes: estuve en la presentación de la marca hace ya un par de años y lo que contaban sonaba como a cuento de hadas: que si una gama realista, que si un producto de calidad... Viendo cómo llegan otras marcas de ese país, reconozco que no me lo creía del todo hasta que conduje sus coches.

Y ahora, meses después, me dispongo a probar el BYD Atto 3 para ver si se mantiene esa buena sensación que me dejó meses atrás en una vueltecita de un par de kilómetros.

Prueba del BYD Atto 3

Así que abro la puerta con curiosidad: después de ver una carrocería atractiva, de buen diseño y sin inspiraciones de otros fabricantes, el interior mantiene la tensión. 

El salpicadero está ordenado y limpio, con uniones entre piezas más que decentes y una elección de materiales adecuada. Es cierto que puedes encontrar algunos plásticos que desentonan un poco, pero creo que es más bien por contraste con los otros materiales.

Acomodado en su asiento, disfruto de una postura de conducción relajada y de un mullido tirando a firme. Menos me gusta que no tenga control lumbar, que la zona de los muslos no se pueda regular en longitud o que el ajuste en altura solo afecte a la zona trasera de la banqueta, ya que el asiento no se eleva de manera regular, sino en compás.

Prueba del BYD Seal

El control de todo se hace a través de una espectacular pantalla giratoria, ideal para abrirle la boca a tu vecino del tercero. No solo por el movimiento, sino por su resolución.

Menos visible es el manejo, aunque sí igual de importante: buena lógica de menús en un software basado en Google.

¿Y en marcha? Lo que pongo en el titular: han creado un modelo cómodo, con una dirección suave, unas suspensiones igualmente cómodas y un motor que entrega la potencia de manera lineal y tranquila. Lo que al final la gente normal pide.

Prueba del BYD Atto 3

Quizá en zonas de curvas el tacto del freno no sea de lo mejor y si hay muchos baches el conjunto muelle-amortiguador se atraganta, porque la extensión es tirando a lenta y puede que no haya recuperado su posición natural cuando tiene que volver a comprimirse. Sin embargo, si te tomas las cosas con calma, disfrutarás de un SUV espacioso, bien aislado y más que útil para tu día a día.

Valoración

Nota7.5

Sé que es complicado apostar por una marca nueva, pero los productos que ofrecen son tan solventes que creo que etiquetar a BYD como 'marca china' sin más es irrelevante. El Atto 3 demuestra que es un producto equiparable a cualquier rival europeo.

Lo mejor

Conducción suave. Postura de conducción relajada. Resolución de la pantalla de infoentretenimiento. Suspensión cómoda.

Lo peor

No tiene control lumbar. Trabajo de muelle-amortiguador en carretera con mucho bache.

Etiquetas: SUV pequeño, SUV

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