10 coches que fueron un pelotazo en ventas y llevan etiqueta B
Fáciles de encontrar en el mercado de segunda mano.
La llegada de las nuevas ZBE ha hecho que los coches sin etiqueta se conviertan en “apestados” en muchos más lugares de España, lo que hace que, quien busque un coche asequible, pero con ciertas libertades de movilidad, tenga que recurrir a los que tienen etiqueta B. Te traemos unos cuantos ejemplos que se vendieron bastante bien y son una buena opción.
Lo primero es tener claro qué coches tienen etiqueta B: aquellos gasolina matriculados entre enero de 2001 y 2005, y los diésel matriculados entre enero de 2006 y agosto de 2015.
Audi A3
La oferta del Audi A3 de aquella época es amplia, pues estaban disponibles el cabrio, el cinco puertas y el sedán. Además, su oferta de motores de gasóleo estaba muy bien gradada, con bloques escalados propicios para usos muy distintos: 105, 110 o 140 CV.
Citroën C3
Vista la evolución del modelo, esta generación del Citroën C3 no es la más bonita, pero hay que admitir que se vendió como si no costase. Barato, fiable y con un tamaño perfecto para moverse por ciudad; está disponible con motores de poca potencia, que no ofrecen mucho rendimiento, pero tampoco gastan mucho.
Ford Kuga
Este Kuga no es tan sofisticado como el actual, pero su diseño robusto no ha envejecido mal y los SUV compactos son uno de los segmentos de moda. Su motor estrella fue el 2.0 TDCI de 140 CV, que cuenta con la peculiaridad de poder combinarse con tracción 4x2 o 4x4, lo que es un aspecto que le da puntos a favor. Eso sí, no pasa de la Etiqueta B.
Hyundai Ix35
El impasse en el que el Tucson cambio de nombre en nuestro país dejó como resultado un solvente SUV compacto, con un diseño al que se le empiezan a notar los años, pero que con sus bloques de gasóleo (115 y 184 CV, por poner dos ejemplos) tiene garantizada la etiqueta B de la DGT.
Nissan Qashqai
El Nissan es todo un superventas, así que es facilísimo encontrar un ejemplar que se adapte a las necesidades de casi cualquier comprador. Dentro de sus versiones diésel hay opciones de tracción delantera o integral, potencias de 110, 130 y 150 CV…
Peugeot 307
No fue tan popular como el 206, pero dentro de lo que cabe tampoco vendió mal y, además, el compacto de Peugeot es un modelo a valorar dentro de su segmento. Con los motores gasolina de entre 90 y 140 CV es una opción interesante. Además, es incluso posible “darse un homenaje” con la carrocería descapotable.
Renault Scénic
Los monovolúmenes no están de moda, pero siguen siendo una opción interesante para aquellos que necesiten espacio y, sobre todo, capacidad de carga. El Renault fue uno de los superventas de su época y, combinado con los motores diésel que ofrecía (105, 100 y 130 CV) ofrece un buen equilibrio entre rendimiento y economía.
Seat León
Posiblemente la generación más icónica del Seat León, entra con sus motores de gasolina dentro de los parámetros, desde los bloques más racionales que rondan los 100 CV hasta la versión Cupra que supera los 200.
Smart fortwo
Aunque se haya convertido en coche eléctrico, el biplaza de Smart comenzó su andadura con mecánica de gasolina (de 61 CV). Eso sí, ya en su día tenía la voluntad urbanita que mantiene en la actualidad, así que es una buena opción para circular por las ZBE del interior de las ciudades.
Volkswagen Golf
El compacto alemán tuvo alrededor de los 2010 una amplia gama de mecánicas diésel que a día de hoy siguen siendo muy válidas. Hay bloques que van de los 105 hasta los 184 CV, lo que ofrece un amplio abanico de motores que se adaptan a unas necesidades muy diferentes.
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