Elecciones Generales 10N: ¿a qué partido votaría tu coche?

Si tu coche votara, ¿a qué partido lo haría en las próximas Elecciones Generales 10N? Esta simplificación de múltiples cuestiones que rodean al automóvil quizá pueda parecer excesiva y seguro que poca gente decantará su voto en función de qué plan tiene cada fuerza política en materia de movilidad o en infraestructuras. Aunque sí parece que muchos votarán una solución determinada para el conflicto catalán. 

Sin embargo, es plausible que el problema en Cataluña siga existiendo dentro de cuatro años, pero de las políticas que se tomen sobre fiscalizad o industria del automóvil en los próximos meses, por citar solo dos temas, dependerá gran parte del futuro económico de España a medio plazo y si podremos o no cumplir con los compromisos de la Unión Europea. 

Hay numerosos asuntos del automóvil sobre a mesa en el 10N. De hecho, en los programas de los partidos políticos se tratan más que nunca antes la descarbonización de los transportes o el crecimiento de la aportación de la industria al PIB. De hecho, al menos en estos dos puntos, tanto PSOE, PP y Ciudadanos como VOX y Podemos están de acuerdo. 

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En lo que no lo estarán tanto es en el cómo, aunque esto no aparezca en ningún programa electoral y como estos documentos deberían ser una especie de contrato con la ciudadanía, a continuación puedes ver qué ofrece cada partido sobre las cuestiones clave alrededor del automóvil de cara a las elecciones y qué es lo que dice el sector al respecto. 

La industria del automóvil demanda una Secretaría de Estado

La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) reclama entre otras medidas la creación de una Secretaría de Estado de Automoción de carácter técnico y con un presupuesto propio. "Todos los partidos nos dicen que esta medida debería aplicarse, pero no sabemos cuál será su grado de compromiso ejecutivo", afirma Raúl Palacios Presidente de Ganvam. Anfac, la patronal de los fabricantes también va en la misma línea. 

Los sectores de Ganvam -56.000 empresas con 250.000 empleos directos- y de Anfac -que representa a los responsables de las 17 plantas de coches en España- representan más del 18% del PIB de España conjuntamente. Por eso, ver qué ofrece cada partido a la industria del automóvil no es un simple interés sectorial, sino una cuestión estratégica. En este aspecto, el PSOE es el grupo más fácil de evaluar porque en marzo el Gobierno ya publicó el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de Automoción 2019-2025. 

El PSOE lleva en su programa elevar el PIB industrial al 20% y está dispuesto a sentarse con el sector del automóvil para evaluar cómo implementar o, incluso, ampliar este plan estratégico. Ciudadanos propone reformas estructurales en los sistemas que impulsan el I+D+I en España, como el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), así como eliminar burocracia y mejorar la estabilidad en el sector de la investigación. 

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Los populares apuestan igualmente a la innovación a través de la inclusión de tecnologías 4.0 o el blockchain en la industria, con un fuerte impulso a las empresas de nueva formación y, por otro lado, también consideran oportuno crear mesas de diálogo permanentes con todos los sectores productivos. El plan industrial de Podemos gira en torno a la descarbonización de la industria, a lo que dedicarían un 2,5% del PIB público y privado. En este aspecto, al igual que Ciudadanos, Podemos propone establecer una línea de inversión para desarrollar tecnologías de baterías en España.

Pago por uso de las infraestructuras

Las carreteras necesitan un plan estable con más de 1.500 millones de euros asignados anualmente solo para conservación, según la Asociación Española de la Carretera. El déficit de mantenimiento ha superado ya los 7.000 millones y la Unión Europea (Directiva 2011/76) establece el pago por uso como la solución idónea. PP, PSOE y Ciudadanos llevan e sus programas la mejora en el mantenimiento, pero difieren y mucho en cómo se pagará. 

El PSOE, a través del ministro de Fomento, José Luís Ávalos ya ha adelantado que estudiará establecer un peaje 'simbólico' en torno a 0,03 céntimos/km con los que costaría unos 18 euros hacer 600 km. Podemos no se cierra a este plan, pero exigiría antes una auditoría de los usos de cada vía y de los proyectos en sí. 

El PP se opone al pago por uso de las autopistas y en Ciudadanos van un paso más allá porque en el punto 145 de su programa llevan acabar con la prórroga de todas las concesiones a los peajes, cosa que también recoge Podemos. VOX no se manifiesta en este sentido, pero ha acusado al PSOE de querer ese dinero para dar subvenciones a los inmigrantes. 
 

Renovación del parque: ayudas al achatarramiento y reforma fiscal del automóvil

El mencionado Plan Estratégico 2019-2025 recoge de manera explícita recuperar las ayudas al achatarramiento, que parecen la única manera de rejuvenecer un parque móvil cuya antigüedad supera ya los 12 años. Aunque el PSOE tiene y ha tenido sobre la mesa la reforma fiscal del automóvil, lo único que ha hecho desde el Gobierno es subir los impuestos al diésel. Cabe esperar que en cuatro años de legislatura, sí pudiera emprenderla, pero su orientación dependerá de quién sea su socio.

Y todo lo que propone Podemos para el automóvil lleva el epígrafe de híbrido, eléctrico, hidrógeno o energías neutras en carbono. Para esa clase de coches, prevén establecer ayudas directas de hasta el 20% del precio de compra, dependiendo de factores como la renta del comprador o la huella de fabricación en impacto al uso de materias primas. 

Por su parte, Ciudadanos adopta en su programa una postura cercana a la 'neutralidad tecnológica' que demanda la industria del motor al apostar por una renovación en favor de modelos más eficientes y menos contaminantes. En el País Vasco, por ejemplo, el Plan Renove 2019 ha incluido coches diésel y gasolina con etiqueta C y logró elevar más del 20% las ventas. 

El Partido Popular apuesta por reorientar la fiscalizad del automóvil hacia el uso en lugar de la compra y aunque no dice nada del Impuesto de Matriculación, sí lleva en su programa la reforma del Impuesto de Circulación "para los nuevos vehículos que se fijará en función de las emisiones y el consumo energético". En el punto 295 del programa de los Populares -el más extenso de todos-, se recoge aprobar planes autonómicos y locales para la renovación de los vehículos más contaminantes.

Por su parte, desde el sector ven bien gravar el uso en lugar de la compra y, por ejemplo, en Ganvam piden integrar matriculación y circulación en un nuevo impuesto. "No tiene sentido no usar él Impuesto de Circulación a orientar las ventas hacia coches más eficientes", afirman. Modificar el de Matriculación, que el sector preferiría ver desaparecer, es más complejo: representa 30.000 millones de euros en ingresos al Estado cada año, y subiendo.

Descarbonización del automóvil: diésel o coche eléctrico

El Partido Popular es el único que lleva en su programa un apoyo directo al diésel, "eliminaremos las restricciones indiscriminadas a estos vehículos". Los populares son también los únicos en mencionar en otro punto de su extenso programa crear una regulación para el vehículo autónomo y, poco después, incluyen impulsar el coche eléctrico. 

Los socialistas hablan en su programa de fomentar un nuevo modelo de movilidad sostenible, conectada e inteligente. Después de los sucesivos traspiés del Gobierno al vaticinar el fin del diésel o de que en la Propuesta Abierta para un Programa Común Progresista, se colara la prohibición de los vehículos de combustión desde 2040, como mínimo, el PSOE tendrá sus reparos en fomentar la compra de coches diésel.

Desde la 'neutralidad tecnológica', la apuesta de Ciudadanos por el coche eléctrico es más estratégica.  "Renovaremos el parque móvil y el transporte público para que sea 100% sostenible. Incrementaremos el presupuesto de I+D+i para que España sea líder en el desarrollo de baterías para coches eléctricos", recogen. El objetivo, hoy día, parece lejano. 

Por su parte, Podemos también quiere que España lidere este nuevo campo, pero de cara a la renovación del parque solo apuesta en favor de híbridos y eléctricos, con el objetivo de tener un 25% de coches electrificados en 2025 y un 70% en 2030. 

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El sector del automóvil es claro en sus posibilidades. En 2020, aunque habrá muchos coches eléctricos disponibles, el límite medio de 95 g/km de CO2 por flota solo podrá alcanzarse vendiendo un 20% más vehículos diésel, según Faconauto, la patronal de los concesionarios. No cumplir con este objetivo representa multas enormes para los fabricantes, pero también que las emisiones del transporte no se reduzcan. 

"Para conseguir 5 millones de coches eléctricos en 2025, haría falta que las ventas fueran del 40% del total y que tuviéramos unos 100.000 puntos públicos de recarga. “Hablar del coche eléctrico no soluciona los problemas que tenemos ahora de contaminación ni de seguridad del parque", afirman desde Ganvam.

Sin embargo, a medio plazo sí parece sensato fijarse metas más ambiciosas de las que hasta ahora había, como ha dejado caer esta semana el Comisario Europeo de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, "la nueva Comisión Europea va a ser más ambiciosa con las reducciones de emisiones del 50 o del 55% en 2030 e igual el mercado de emisiones no puede aplicarse en el sector del transporte, que es muy probable que haya que volver a regular intensamente desde Bruselas".

Taxi Vs VTC, guardarraíles y otras propuestas de los partidos para el 10N

La resolución del conflicto Taxi-VTC no ha sido del agrado de Ciudadanos, PP y Podemos, que llevan en sus programas medidas correctivas. Mientras Podemos propone fijar un límite horario de reserva de los VTC de dos horas de adelanto, Ciudadanos quiere recuperar la competencia legislativa para el Estado y crear un nuevo marco regulatorio y el PP liberalizará del todo el sector. Todos los partidos se proponen 'modernizar el taxi'. 

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Podemos 'se acuerda' de los camioneros en su programa -y es el único- al proponer "garantizar un precio mínimo por kilómetro y proteger los derechos de las y los pequeños y medianos transportistas, además de implementar un  medidas para protegerlos frente a las prácticas abusivas de las grandes compañías de distribución". 

Por su parte, PP y Ciudadanos llevan medidas en torno a la seguridad de circular en bicicleta, aunque la propuesta de los populares está más desarrollada e incluye "la creación de una red pública de vías exclusivas de uso para ciclistas que conecten las ciudades y que sirvan también para el fomento del turismo rural". También, tanto el PP, como Ciudadanos llevan en sus programas la eliminación de los guardarraíles. 

Aunque lo difícil de esta medida, que ya fue aprobada en el Congreso de los Diputados en 2017 a propuesta de Ciudadanos, es presupuestaria: cada metro de sistema de retención a sustituir sale por 25 euros. Esa es la cantidad que generaría el pago por uso de cada 833 turismos que pasan por ese kilómetro. Seguro que a muchos usuarios no les importaría rascarse un poco el bolsillo si supieran que su dinero, realmente, se va a gastar en algo así.