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Comparativa: Volkswagen Golf GTI Clubsport vs Honda Civic Type R GT

Golf GTI Clubsport vs Civic Type R

El  Volkswagen Golf GTI Clubsport es el GTI supervitaminado. Lo enfrentamos contra el alumno más revoltoso de la clase, el Honda Civic Type R GT 

Las siglas GTI eran el epítome del compacto deportivo, y casi no tenían rival. Hoy en día, muchos fabricantes se han sumado a este concepto con rendimientos, a menudo, muy por encima del nivel que establecieron los GTI de Volkswagen

Así que los de Wolfsburgo han dado un paso adelante, con un modelo por encima llamado Volkswagen Golf GTI Clubsport y 300 CV bajo el capó. 

Motor Golf GTI Clubsport

O. Itrich / AUTOBILD

Y hoy lo enfrentamos a la décima generación del Civic (en el mercado desde 2017), en su variante más poderosa. El Honda Civic Type R GT libera 320 CV en las ruedas delanteras. ¿Son este plus de caballos y el enorme alerón trasero suficientes para morder a la octava edición del legendario Golf GTI?

El Type R es la aventura, el GTI, el día a día

Alerón trasero gigante, tres tubos de escape y exuberantes ruedas de 20 pulgadas: el Honda no deja lugar a dudas sobre sus intenciones, incluso visualmente. ¿Visibilidad? Bastante moderada, pero eso no importa en el circuito. A su lado, el GTI Clubsport parece casi burgués. 

Motor Civic Type R

O. Itrich / AUTOBILD

Este contraste continúa por dentro. Gran espacio, materiales nobles, un buen uso en el día a día: así es un Golf con todas las letras. 

El Civic, en cambio, apuesta por la deportividad sin ambages. También encontramos suficiente espacio, mano de obra sólida y un funcionamiento sencillo, pero añade unos asientos deportivos que están maravillosamente integrados y situados muy bajos con un soporte lateral fantástico, un volante Alcántara con buen agarre y aluminio en los pedales, con la guinda de una insignia numerada en la consola central.

Cockpit Type R

O. Itrich / AUTOBILD

Por supuesto, el Golf también intenta diferenciarse de sus recatados hermanos con pedales de aluminio, elementos decorativos en rojo y un volante con la parte inferior aplanada. Pero no es tan deportivo estéticamente como su rival y sus asientos priorizan la comodidad frente al agarre.

Sin duda, el Volkswagen ofrece mejor conectividad, el sistema de navegación más inteligente y muchas más virguerías digitales. Pero para el volumen y la temperatura usa controles táctiles en la parte inferior del monitor, lo que nos sigue pareciendo innecesariamente más complicado que las clásicas ruedas de ajuste, como las que lleva el Civic. 

Cockpit GTI Clubsport

O. Itrich / AUTOBILD

¡En marcha!

El GTI convence como un Gran Turismo veloz y confortable, el Type R (de Racing) inspira con más agilidad en las curvas. En el circuito alemán de Contidrom el Civic cruza la línea de meta un segundo antes que el GTI Clubsport. Y ofrece una experiencia de conducción mucho más intensa. 

El turbo de dos litros se despierta con un murmullo sonoro y casi discreto de sus cuatro cilindros. Pero eso es engañoso. Tan pronto supera las 4.000 revoluciones, un silbido enojado hace que los tímpanos vibren y el salvaje Type R parece querer comerse la línea del horizonte. 

Morros Golf GTI Clubsport y Civic Type R GT

O. Itrich / AUTOBILD

A cambio, el Volkswagen se asegura la clasificación del 0 a 100. Su par de 400 Nm (como en el Civic) llega 500 revoluciones antes, el turbo de dos litros gira con un empuje muy homogéneo a la par que contundente y, gracias al DSG ultrarrápido, logra alcanzar los 100 km/h en unos magníficos 5,5 segundos, 0,6 antes que el Civic. 

A 200 km/h la diferencia aumenta a 3,6 segundos. El Honda solo puede superar al Volkswagen en el carril izquierdo de una autovía alemana sin límite de velocidad: alcanza los 270 km/h de punta, el GTI Clubsport se “conforma” con 250.

En circuito

Pero volvamos a la pista. El Clubsport maravillosamente equilibrado y elástico deja una impresión un tanto tibia. Al tomar una curva, empuja un poco más sobre las ruedas delanteras que el Type R, y la carrocería se mueve con más violencia. El diferencial electromecánico de deslizamiento limitado y su conexión en red con los amortiguadores adaptativos ayudan (un GTI normal es notablemente más lento), pero los ingenieros no pueden hacer milagros.

Frenos Type R

O. Itrich / AUTOBILD

Y el Contidrom revela sin descanso dónde puntúa el atleta japonés. El Civic se basa en suspensiones y amortiguadores significativamente más ajustados y un chasis más deportivo y consistente. 

En la vida cotidiana es bastante incómodo, pero realmente divertido al límite, y muy rápido. Y en circuito, por lo tanto, es más eficaz. 

El diferencial, la alta rigidez y la dirección precisa y comunicativa mantienen perfectamente el rumbo, la caja de seis velocidades es increíblemente precisa y corta (como el DSG en el Golf, con función de doble desembrague), y los frenos perfectamente modulables con un punto de presión perfecto, hacen que tomar una curva tras otra sea de lo más placentero. 

Zagas GTI y Type R GT

O. Itrich / AUTOBILD

Conclusión

El Civic Type R pierde aquí por los fríos puntos ante el versátil y talentoso Clubsport. Pero si buscas un coche compacto realmente deportivo, el japonés debería ser tu elección. Si por el contrario necesitas un automóvil satisfactorio para el día a día y capaz de darte algunas sensaciones en escapadas puntuales por puertos de montaña, deberás optar por el Golf. Sus precios están bastante igualados. 

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