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Comparativa: Hyundai Kona VS Volkswagen T-Roc

Hyundai Kona o VW T-Roc
El placer está en las cosas pequeñas.

¿A qué nos referimos cuando le añadimos a algo el adjetivo 'pequeño'? Porque la condición de pequeños del Hyundai Kona y el Volkswagen T-Roc solo sale a relucir a la hora de aparcar. Y es que, con sus carrocerías más elevadas tienen el techo más alto que la mayoría de los tradicionales compactos (VW Golf o Hyundai i30, por ejemplo). Tanto el Kona como el T-Roc te envuelven en una atmósfera SUV que, para qué engañarnos, los vuelve irresistibles.

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Los dos coches que te traemos a estas páginas militan en el segmento de más éxito en el Viejo Continente, el de los todocamino compactos. La mayoría de los compradores de estos vehículos prefieren las motorizaciones de gasolina asociadas a un cambio manual, pero las versiones más top pueden llevar potentes motores diésel, transmisión automática y tracción a las cuatro ruedas. ¿Entiendes ahora a qué nos referimos con lo de 'grandes'? Por desgracia, esto también se aplica al precio. El Hyundai de nuestra prueba (con el equipamiento opcional incluido) cuesta 33.070 euros y el VW casi llega a los 37.000 euros. Por cierto, son precios que no tienen en cuenta los posibles descuentos que te aplicarán en el concesionario.

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El Kona se presenta con sus rasgados faros LED, una llamativa pintura metalizada azul 'Ceramic' y llantas de 18". El T-Roc, cuenta con llantas de 19" (322 euros) y la pintura opcional 'Flash Red' (218 euros). Ambos tienen un diseño muy atractivo y no admiten objeción alguna, entran por los ojos. El Hyundai tiene el asiento a una altura de 60 cm del suelo, por lo que tu espalda agradecerá el cómodo acceso al interior. De serie, en el acabado Style, equipa tapicería de cuero e inserciones en amarillo en el interior. La sensación general que transmite es de estar bien fabricado. Y no se complica: el freno de mano sigue siendo una palanca y la instrumentación es analógica. Todo se maneja de forma intuitiva y rápida.

En el T-Roc te sientas a 61 centímetros del suelo, aunque a sus asientos deportivos se les echa en falta algo más de agarre lateral. Y la instrumentación Digital Cockpit forma parte del equipamiento de serie de la versión 2.0 TDI Sport 4Motion. Hay detalles que nos han defraudado: la abundancia de plásticos duros en el habitáculo o algunas juntas que no encajan con la precisión a la que nos suelen tener acostumbrados los ingenieros de Volkswagen.  

Por otro lado, las puertas traseras son pequeñas, de modo que solo acceden cómodamente personas de pequeña estatura y niños. Además, el espacio de la segunda fila es justo, aunque en el Hyundai es aún más escaso. Es el precio a pagar por su zaga deportiva e inclinada. Una vez en carretera, la conducción del T-Roc es puramente Volkswagen: acelerar, frenar, girar... Todo lo hace con comodidad y aplomo. El TDI de 150 CV es una joya: transforma a este SUV de 1.558 kilos en un coche muy ágil. El consumo medio, incluso cuando abusas del pie derecho, siempre se queda por debajo de los 8,0 l/100 km. Eso sí, a veces puede resultar algo ruidoso. Se nota que en VW han escatimado en material aislante.

El cambio DSG, en una conducción relajada, logra un compromiso perfecto entre inserciones suaves y ahorro de combustible. La transmisión automática del Hyundai (también de doble embrague) cambia con más suavidad todavía: evita siempre las inserciones bruscas y mantiene al motor 1.6 CRDi en su régimen idóneo. Por otro lado, este bloque de 136 CV y 320 Nm de par no resulta ruidoso en ningún momento, salvo al iniciar la marcha en frío. Tiene tres modos de conducción (Confort, Eco y Sport), que ajustan la respuesta del acelerador y el cambio.

Su tracción a las cuatro ruedas tiene en la consola central un botón de bloqueo, que reparte el par al 50% entre los dos ejes, pero solo hasta 40 km/h. El resto del tiempo el 100% de la fuerza del motor se envía a las ruedas delanteras. En el T-Roc, en cambio, tienes una rueda giratoria con siete posiciones, desde 'Nieve' a 'Off road' e 'Individual'. ¿Qué modo elegir? No importa, sobre todo si has optado por los neumáticos de 235 de ancho, que frenan muy bien, pero que, en una superficie resbaladiza, no son un prodigio de adherencia y, en general, perjudican el confort. Así que ten en  cuenta que la suspensión del T-Roc, con neumáticos más pequeños, ofrece un mayor confort.

Llega el momento de analizar los costes. Estos dos coches, si te lo propones, también pueden ser bastante austeros. Sobre todo si escoges la versión de gasolina 1.0 T-GDI de 120 CV, asociada a un cambio manual de seis velocidades en el Kona. Con esta configuración, te lo puedes llevar a casa por 19.440 euros. ¿Y el VW? El T-Cross más económico, que es el 1.0 TSI Edition de 115 CV, te costará 22.759 euros. Pero en AUTO BILD hemos analizado, como hemos comentado antes, versiones turbodiésel de 136 y 150 CV para el Hyundai y el Volkswagen, respectivamente; ambos con cambio automático y tracción integral. En este caso, los precios superan de largo los 30.000 euros. Los dos coches tienen un equipamiento de serie muy completo, pero el Hyundai se desmarca de su rival, ya que tiene prácticamente todo de serie. La única opción es la pintura metalizada o perlada, que tiene un coste extra desde 250 euros. Gracias a esta excelente relación precio/equipamiento, el Kona ha estado muy cerca de ganar este cara a cara.

Etiquetas: SUV compacto

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