Comparativa: Dacia Duster vs Hyundai Kona, Opel Crossland X y Renault Captur

Renault Captur TCe 130 GPF

Renault y Dacia están emparejados, por lo que los desarrolladores pueden acceder al mismo “estante” corporativo para el Renault Captur, en el que habita un bloque motor de Nissan, que también está en algunos Mercedes.

Uf, ¿a ti también te parece confuso? En resumen: el Renault Captur tiene el motor del Dacia Duster, porque en ambos encaja perfectamente. El pequeño SUV francés tiene 130 CV y 220 Nm, que no solo son cifras correctas, sino que le permiten ciertas alegrías. 

Y es que este coche, que es el más pequeño de la comparativa, se siente particularmente animado, y con la relación de transmisión adecuada que elimina los pequeños baches del turbo al cambiar. El Captur, una vez lanzado, fluye maravillosamente a través de la vida cotidiana.

Lo que nos molesta, sin embargo, es una pantalla del velocímetro digital muy mejorable, unos frenos débiles (casi 40 metros para pasar de 100 km/h a 0 en 2019, ¡hola, Renault!), y el volumen demasiado pequeño del maletero (solo 377 litros).

La suspensión puede compensar las malas carreteras hasta cierto punto, y los asientos bien formados eliminan el miedo a afrontar los tramos más largos de la autopista. Por tanto, el Renault es adecuado como compañero para el día a día.

Dacia Duster TCe 130 2WD GPF

El motor que comparte con Mercedes se adapta perfectamente al Dacia. Silencioso en un rendimiento parcial, fuerte en la entrega de potencia, solo se vuelve demasiado perceptible a altas velocidades; el Duster, en resumen, se lleva a través del tráfico de una manera agradable, e incluso divertida.

Lástima que por debajo de 1.700 vueltas, el motor (131 PS, 240 Nm) desarrolla una frecuencia sonora poco agradable. Pero en general, el Duster es un buen compañero de viaje, especialmente si vas relajado.

La suspensión funciona de manera eficaz y, en general, el automóvil rueda de manera confortable y filtra con suavidad los baches.

Evitarás pisarle mucho en maniobras ágiles, por una gran inclinación de la carrocería y una dirección que no comunica demasiado, debido a la asistencia eléctrica variable.

Lo que no nos gusta en absoluto: los asientos carecen de apoyo lateral, la tela de tapicería es resbaladiza y, en distancias largas, pueden provocar algo de cansancio. 

Genial, por otro lado: el gran maletero (445 litros), el espacio en la parte trasera y los sólidos valores en las distancias de frenado.

Opel Crossland X 1.2 Direct Inject Turbo

Nuestro Opel de 130 CV es más caro, y sin embargo, en el caso de esta unidad de prueba, lleva menos equipo de confort  que el Hyundai, e incluso Dacia.

A cambio, este Opel Crossland X pone en juego sólidas habilidades de conducción. Suspensión, estabilidad en línea recta, potencia de frenado, tracción… es mejor en todo. Y con el apoyo de un ESP que entra con cierta vehemencia cuando te desvías, pero nunca se vuelve peligroso o molesto.

Sí es algo molesto el escaso espacio de las plazas traseras. Y es una pena, porque ofrecen mucho: banqueta deslizable, y respaldo ajustable y divisible en tres partes: es el candidato más versátil de esta comparativa. 

El tres cilindros (130 CV, 230 Nm) es algo más rudo y ruidoso que, por ejemplo, el T-GDI conceptualmente similar del Hyundai, pero su potencia es suficiente para maniobras de adelantamiento rápidas. Al mismo tiempo, el 1.2 del Opel puede resultar especialmente económico: 6,1 litros cada 100 kilómetros.

Hyundai Kona 1.0 T- GDI

Como un tricilíndrico particularmente pequeño, el pequeño corazón del Hyundai Kona suda especialmente cuando sale desde parado, pero se anima enseguida. Pero a pesar de su suavidad de funcionamiento y el cuidado aislamiento del compartimento del motor, el 1.0 (120 CV, 172 Nm) siempre parece acusar un esfuerzo extra. 

Un esfuerzo que padecen también los pasajeros del Hyundai: porque la comodidad de conducción en carreteras en mal estado sufre mucho por las rígidas ruedas de 18 pulgadas que se combinan con la suspensión deportiva, por lo que el confort de marcha se resiente sobre asfalto irregular. Y en autovías a gran velocidad, el Kona carece de estabilidad direccional y las correcciones de rumbo son nerviosas.

Pero pasemos a lo bueno: el Kona tiene grandes virtudes como una garantía de cinco años, un moderno equipo multimedia, útiles sistemas de asistencia y un comportamiento seguro en maniobras abruptas, incluidos unos buenos frenos. 

Además, un Kona está cuidadosamente ensamblado y los materiales son duraderos y resistentes, y se perciben sus buenos ajustes. 

Conclusión

La posibilidad de equipar ampliamente el Kona con una navegación inteligente, y dispositivos automáticos de advertencia de cambio de carril y similares, le da una ventaja clara. En lo que respecta al uso diario, ¡no pierdas de vista el Opel! Y el Dacia con motor de gasolina de 131 CV es una verdadera (y agradable) sorpresa, y en puntos se pone por delante de su hermano de Renault.