Comparativa: BMW 128ti vs Cupra León VZ 2.0 TSI y Mercedes A 250

El BMW 128ti es el más compacto: 4,32 metros de largo y sólo 1,43 metros de alto, con la distancia entre ejes es la más corta: 2,67 metros. El Mercedes A 250 es el que más se estira con 4,43 metros y también ofrece la mayor distancia entre ejes con 2,73 metros.

El Cupra León se basa en la plataforma MQB Evo, mide 4,40 metros de largo y tiene una batalla de 2,68 metros. Aunque su aspecto es mucho más dinámico, inmediatamente se nota que el Cupra está relacionado con el Volkswagen Golf. Ofrece el mejor espacio en la parte delantera y trasera, aunque los asientos no cuentan con extensión para los muslos. Además, el VZ habría merecido unos asientos más deportivos.

Diseño interior

Los asientos deportivos del BMW (con un coste adicional) ofrecen una gran sujeción, aunque a los conductores más corpulentos les pueden resultar estrechos. En el caso del Mercedes, con el equipamiento AMG Line Premium, incluye también unos buenos asientos deportivos opcionales. 

El espacio en la segunda fila de la Clase A sigue siendo bueno, pero la banqueta solo está montada a 30 centímetros del suelo del vehículo. Si tienes las piernas largas, tienes que doblarlas mucho y puede ser incómodo en viajes largos. 

En la segunda fila del Cupra, los adultos van más relajados. En esta comparación, los adultos que vayan en las plazas traseras el BMW deberán llevarse realmente bien: es espacio para los hombros es rácano, y tampoco hay mucho aire para la cabeza. Y la banqueta es demasiado dura. 

Afortunadamente, el diseño del habitáculo y el concepto de funcionamiento del bávaro son mucho más modernos. Un monitor configurable de 10,25" informa al conductor sobre todo lo importante. 

La pantalla central del mismo tamaño queda un poco alejada, pero se puede controlar suavemente y casi sin distracciones usando el magnífico mando iDrive en la consola central, y el atento asistente de voz también ayuda en todas las tareas, desde seleccionar una fuente de audio hasta introducir un destino en el sistema de navegación.

En el Mercedes, dos pantallas de 10,25 pulgadas forman el centro de mando; la pantalla táctil situada en el centro también z está ligeramente fuera del alcance del conductor, por lo que siempre tenemos que levantarnos un poco del asiento al tocarla. 

Como la Clase A, por supuesto, ya no tiene iDrive y, desde el lavado de cara, tampoco panel táctil, esto es un poco más molesto que en el modelo de Múnich. Pero el asistente de voz extremadamente atento y comprensivo soluciona esto.

También nos encontramos con instrumentos digitales de 10,25 pulgadas en el Cupra, pero la pantalla multimedia del español no sólo ofrece el formato más grande con 12 pulgadas, sino que además se puede acceder a ella sin ningún esfuerzo. 

Sin embargo, el argumento en contra del León es que se basa casi exclusivamente en controles táctiles y que el asistente de voz no funciona con tanta naturalidad y fluidez como en el Serie 1 y la Clase A. En el modo de navegación, el León sólo muestra retrasos y atascos, pero no rutas libres alternativas.

Motores y comportamiento

El turbo de dos litros del Cupra desarrolla 245 CV. En el Mercedes también funciona un turbo de dos litros. Envía 224 CV a las cuatro ruedas, y el generador de arranque aporta 14 CV.  Y el tercer turbo de dos litros es el del BMW, que darroja 265 CV a las ruedas delanteras, lo que convierte al 128ti en el candidato de prueba más potente.

El BMW es el atleta de la comparativa. Bajo la dirección, tan directa como comunicativa, la suspensión deportiva no regulable explora el asfalto con precisión y fervor. Aquí todo es sólido y rígido, y por tanto aplomo máximo, pero en tramos de carretera en mal estado esto significa que pueden sufrir tus vértebras. 

El motor ofrece mucha fuerza en todo el rango de revoluciones y la transmisión automática de ocho velocidades distribuye la potencia a la perfección. El León funciona de forma muy similar. Básicamente, el español rueda con firmeza y gran entusiasmo por terrenos sinuosos, y el motor de 245 CV siempre proporciona el empuje adecuado.

Los amortiguadores adaptativos son los que más sufren en los tramos con baches desagradables, la dirección suave y precisa sólo parece un poco inquieta a altas velocidades y el veloz DSG sólo se sacude en casos excepcionales.

El A 250 quiere ser más un Gran Turismo rápido que un atleta. Su dirección equilibrada se adapta a cualquier situación, el chasis ajustable absorbe muy bien las irregularidades de la carretera, aunque eso supone que se balancea más en curvas y cambios de apoyo bruscos. 

El motor mild-hybrid tiene un rendimiento más que respetable a pesar de la potencia más baja, y siempre suena áspero y tenso bajo carga. El Mercedes es más un veloz viajero que un devoracurvas, y su transmisión de doble embrague actúa con confianza en todo momento.

Factores para decidir la compra

Puesto 3: Mercedes A 250 4Matic. El compañero más relajado del trío, al que su alto precio cuesta una mejor posición. 

Puesto 2: BMW 128ti. Consecuentemente diseñado para el deporte y la acrobacia en las curvas, descuida los talentos cotidianos.

Puesto 1: Cupra León VZ 2.0 TSI. A pesar de su carácter básico marcadamente deportivo es, en última instancia, el más equilibrado. Y el más barato.