Comparativa: Audi Q5 Sportback vs BMW X4 y Mercedes GLC

El Audi Q5 Sportback 45 TFSI quattro es un conocido de larga data, basado en el Q5 presentado en 2016, con un facelift en 2020 y una versión Sportback ligeramente modificada. 

El BMW X4 xDrive30i, fabricado en Carolina del Sur, existe desde 2018 y fue actualizado en 2021. En comparación con el X3, es 55 milímetros más bajo, lo que naturalmente afecta la altura libre para la cabeza.

El Mercedes GLC 300 4Matic Coupé, fabricado en Bremen, es el único candidato de la prueba con dirección a las cuatro ruedas, permitiendo un giro de las traseras en 4,5 grados.

Diseño interior

Inusual para Mercedes: los asientos son más estrechos en la zona de los hombros que los asientos deportivos de los competidores, pero conductores de diferentes alturas elogian la comodidad. El Mercedes requiere sacrificios típicos de un coupé para los pasajeros traseros, con una estrecha boca de la puerta posterior y un escalón de acceso poco práctico. La altura libre para la cabeza en la parte trasera es adecuada para casi todos.

En la parte delantera del BMW, la sensación es similar a la de un X3. Aparte de las desventajas típicas de un coupé en la parte trasera, el SUV muestra una antigua molestia de BMW: los pasajeros traseros están demasiado bajos.

El Audi probado vino con los asientos deportivos del interior S-line opcionales, que son difíciles de superar. Sobre todo, sus reposacabezas no nos obligan a adoptar una postura perjudicial para los discos vertebrales. El Audi es el único candidato aquí con una banqueta trasera ajustable longitudinalmente. Aquí, los pasajeros se sientan cuatro centímetros más altos sobre el suelo que en el BMW y casi tres centímetros más que en el Mercedes. En general, el espacio trasero en el Audi es el más acogedor, con puertas de gran apertura. 

Desde la perspectiva del conductor, el Audi puede convencer como el automóvil más claro de usar en comparación; sin embargo, la edad no se puede ocultar: una pantalla pequeña y un concepto de control que probablemente estaba destinado para el touchpad, que desapareció en la actualización de 2020 y dejó un espacio apenas utilizable.

Lamentablemente, la pantalla táctil, con sus menús ordenados y no muy ramificados, está demasiado lejos del conductor. La función de voz también es una generación más antigua que la de los competidores: en su mayor parte, solo puede manejar destinos de navegación, aunque aquí la calefacción/climatización se puede controlar con botones y mandos reales, lo que no es un problema sino todo lo contrario. 

El típico cockpit de Mercedes con salidas de aire retroiluminadas se centra completamente en la operación de la pantalla, aunque el monitor táctil está bien ubicada y convence con un manejo autoexplicativo. El GLC ofrece una representación de mapa especialmente completa y realidad aumentada, indicaciones de giro en imagen real, guía de tráfico por secciones con pronósticos de retrasos…

El X4 es claramente el candidato más deportivo aquí: te sientas mucho más dentro de él que encima de él. A los conductores deportivos les gusta esto, pero va en detrimento de la visibilidad. La elección de materiales parece de mayor calidad que en el Audi. 

Nuestro ejemplar parece ser de la fase posterior a la escasez de semiconductores justo después de la pandemia: características habituales en esta clase, como el head-up display y la adopción de señales de tráfico, le faltan.

El X4 sigue siendo un BMW con el controlador giratorio iDrive y botones fijos para el control del clima. Este automóvil se puede operar de cinco maneras: control por voz, pantalla táctil, panel táctil, control por gestos y control giratorio iDrive. El controlador iDrive nos gusta con su división coherente de operación analógica y digital para modos de conducción, clima y asistentes.

Motores y consumos

El 2.0 litros en el X4 (245 CV, 350 Nm) sube de revoluciones tan voluntariamente como se espera de un BMW, y la transmisión automática ZF siempre sirve la relación correcta discretamente como un buen mayordomo.

El Mercedes es el único que ofrece un motor de arranque/generador integrado, que se encuentra en la transmisión. Y el motor de dos litros de la casa (258 CV, 400 Nm) es acústicamente más presente que los otros dos, a pesar de la carcasa insonorizada.

Al arrancar, el dos litros del Audi (265 CV, 370 Nm) murmura al principio, ocasionalmente acompañado de un ligero tirón de la caja de cambios de doble embrague, para luego casi silenciarse en la carga parcial, a pesar de la falta de un aislamiento acústico debajo de la carcasa.

Con un consumo de prueba de 8,7 litros, el Mercedes GLC resulta ser el más económico, seguido por el BMW X4 con 9,2 y el Audi Q5 Sportback con 9,4 por cada 100 kilómetros.

Comportamiento

Audi ha instalado el motor relativamente adelante. Sin embargo, el Q5 se siente neutral en las curvas. La dirección es típica de Audi, suave y fuertemente desacoplada. En carreteras irregulares, la suspensión neumática opcional resulta tan agradable que incluso hace olvidar las exageradas llantas de 21 pulgadas.

La suspensión parece claramente más cómoda que la del BMW. Dirección, suspensión y ajuste general dan como resultado un conjunto armonioso en el Audi. El automóvil parece alerta, pero nunca frenético. Desafortunadamente, el viaje por nuestro camino irregular no pasa sin crujidos y golpes desde la consola central, ahí son más silenciosos los otros dos. 

Un poco incómodos en el Mercedes son los fuertes movimientos alrededor del eje longitudinal en carreteras irregulares, que sacuden al conductor y al pasajero en el asiento. El balanceo solo se detiene en la curva. La suspensión neumática activa aparentemente necesita el impulso de dirección para apoyarse lateralmente de manera efectiva.

No se nota al conducir que el GLC es el automóvil más pesado en comparación (1950 kg, los otros pesan alrededor de 1840). El ESP lo sujeta tan seguro como un arnés, de modo que solo con intención se percibe un ligero subviraje. Con los asistentes instalados en el automóvil de prueba, se respeta automáticamente el límite de velocidad, se sigue automáticamente el curso tráfico y no gira como un principiante, sino con sensibilidad. ¿Prefieres conducir por ti mismo? Nosotros también. 

Especialmente cuando un automóvil se puede dirigir tan directo, suave y preciso desde el centro como este. En esto, la dirección trasera dirigible es responsable, con una experiencia de conducción genuina.

El BMW se comporta como un deportivo: con un peso distribuido uniformemente (49:51 por ciento delante y detrás), con buen agarre y siguiendo cada impulso de la dirección de manera precisa, se clava literalmente en el asfalto y se apoya eficazmente en las curvas. 

Los neumáticos mixtos, en rápidos cambios de dirección en carreteras generan muy buen agarre, su límite es tan elevado que te las verás con el ESP frecuentemente. Esta combinación de neumáticos (opcional) se puede ver desde dos perspectivas: por un lado, produce casi más agarre del deseado desde el punto de vista de la seguridad; por otro lado, acorta las distancias de frenado a menos de 34 metros y proporciona más guiado lateral.

El X4 tiene una suspensión firme que transmite mucho a los ocupantes sobre pequeñas irregularidades, y los recorridos de la suspensión de resortes de acero convencionales son comparativamente cortos, aunque las llantas de 20 pulgadas son aceptables. La dirección ya no parece tan nerviosa como en los BMW más antiguos. Relativamente pesada, requiere fuerza en las manos. A los conductores deportivos les gusta así de directa. Sin embargo, algunos efectos de la carretera se filtran a través del pequeño volante acolchado.

Factores para decidir la compra

Puesto 3: BMW X4 xDrive30i. Mucha sensación de deportividad. Calidad y comportamiento excelentes. Un poco ajustado por dentro en relación al tamaño.

Puesto 2: Mercedes GLC 300 4Matic. Seguro de conducir, moderno, económico en consumos. Pero: el automóvil más caro en la prueba.

Puesto 1: Audi Q5 Sportback 45 TFSI. El automóvil más antiguo en comparación… y el más práctico. Casi ninguna desventaja por ser un coupé.