Prueba: Mercedes GLC 450 d

En el Mercedes GLC 450 d se reconoce de inmediato la discreción característica de muchos modelos de la marca. Incluso con su acabado de 2024, se ve familiar, se ajusta proporcionalmente y, en términos de dimensiones generales, encaja perfectamente en el mundo de los SUV alemanes más refinados.

Dicho esto, nos atrevemos a afirmar lo siguiente: ningún SUV actual puede igualar su versatilidad, sus modales, su capacidad de conducción, su comodidad o su estilo desenfadado. En este Mercedes encontramos el mejor sistema de propulsión: una transmisión automática de nueve velocidades, tracción integral variable 4Matic y un motor diésel de seis cilindros en línea que se combinan para ofrecer una respuesta potente y sólida. 

Motor y chasis

Además, el GLC está equipado con elementos de suspensión Airmatic ajustables en altura y dureza, que calman las vibraciones con amortiguación adaptativa, proporciona curvas seguras y tranquilas gracias a la dirección trasera, y los neumáticos ruedan con mucho agarre sobre llantas de al menos 19 pulgadas 

Mercedes instala un motor eléctrico con un arco de voltaje de 48 voltios en el cigüeñal del bloque de seis cilindros en línea de tres litros. Este generador de arranque integrado suaviza en función del apoyo todas las irregularidades de un motor diésel sobrealimentado: ¿Retardo del turbo? Eliminado. ¿Falta de potencia al arrancar? Superado.

La potencia eléctrica y diésel se entrelazan perfectamente aquí. En última instancia, el GLC tiene a su disposición 750 Nm de par motor. Esto es suficiente para maniobras elásticas, una aceleración medida de 4,9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 250 km/h sin esfuerzo aparente.

Comportamiento y consumo

Al mismo tiempo, el GLC también puede ser muy económico. Un consumo inferior a los 5 litros es posible gracias a las bajas revoluciones y al modo vela; incluso en condiciones de prueba mixtas, este potente SUV solo ha gastado 7,7 l/100 km.

La dirección trasera permite radios de giro pequeños de menos de once metros, giros ágiles, cambios de dirección rápidos o una evasión limpia a altas velocidades. La comodidad de la suspensión es casi perfecta, absorbiendo las irregularidades de la carretera de manera suave, mientras que el chasis responde de manera agradablemente sensible a las irregularidades cortas y abruptas.

Este vehículo se conduce de manera excepcionalmente segura y sin errores para ser un SUV, y a pesar de sus generosas dimensiones, es divertido de llevar en todas las situaciones.

Interior

El conductor y el pasajero también disfrutan de un excelente confort de asiento, un nivel de ruido generalmente bajo y un sonido de alta calidad a través del sistema de audio Burmester 3D. Todo está en orden en la segunda fila también, con espacio suficiente incluso para personas de 1,98 metros de altura.

El conductor lo controla todo a través de pantallas muy grandes, y el amplio rango de asistencia y electrónica de confort funciona de manera excelente. El sistema de control por voz es muy inteligente y se combina con un concepto de menú claro en el área multimedia. El sistema de asistencia al conductor funciona atento pero sin provocar falsas alarmas, y el control de distancia lo realiza el Mercedes como lo haría un conductor experimentado.

En el marco de la función Digital-Light opcional con posibilidad de proyección, la luz, por ejemplo, proyecta un símbolo (en este caso, una excavadora) brevemente en la carretera como advertencia antes de las zonas de construcción, y luego guía a través de un “pasillo” adicionalmente iluminado a través del estrecho carril. 

Factores para decidir la compra

Un automóvil muy caro, y ni siquiera es un vehículo eléctrico. Sin embargo, entre los SUV, es el mejor vehículo universal que se puede obtener actualmente. Conduce de manera ejemplarmente segura, no muestra debilidades en términos de asistencia, y en resumen, es el referente absoluto de la categoría.