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La increíble historia del Audi 100

La increíble historia del Audi 100

La berlina que resucitó a la marca alemana

Actualmente, Audi es uno de los fabricantes de automóviles con una reputación más elevada y uno de los referentes en lo tocante a innovación tecnológica. Pero no siempre fue así y hubo un modelo que supuso un punto de inflexión en la marca: el Audi 100 y esta es su increíble historia

En la década de los 60, Audi no atravesaba por un bueno momento. En realidad, ya venía arrastrando décadas de penuria económica, después de haber sido unas de las grandes marcas durante los años 30, bajo el nombre de Auto Union, protagonizando una fuerte rivalidad con Mercedes en la competición, dando lugar a la famosa leyenda de las flechas de plata

Dentro del grupo Auto Union Ag, Audi representaba la marca de lujo en el segmento mediano. Por encima estaba Horch, que hacía los modelos de alta gama, mientras que Wanderer se encargaba de los vehículos medianos y DKW producía motocicletas y utilitarios. 

Tras la Segunda Guerra Mundial, Auto Union fue expropiada por las autoridades soviéticas, lo que propició que los altos dirigentes de la compañía se trasladaran a la ciudad bávara de Ingolstadt, donde el 3 de septiembre de 1949 fundaron la nueva Auto Union GmbH.

A partir de aquí, la marca de los cuatro aros inició un duro y largo camino hasta su resurgimiento, siempre a la sombra de las dos grandes marcas de lujo alemanas, BMW y Mercedes. 

La increíble historia del Audi 100: la primera generación

Ese largo camino culminó con la llegada del Audi 100 en 1968. Para ello, Volkswagen decidió sacrificar una otro fabricante histórico en Alemania, NSU, una marca muy vanguardista tecnológicamente que había tenido algunos fallos. En su lugar, se centró en Audi para lanzar un modelo más moderno que el ya existente Escarabajo. 

El Audi 100 lucía en la parrilla frontal el logo de los cuatro aros de Auto Union, una de las señas de identidad que se había perdido. Se trataba de un vehículo bastante convencional, sin grandes innovaciones, más allá de que contaba con tracción delantera

La increíble historia del Audi R8

La primera generación del Audi 100 destacaba por tener una buena calidad de fabricación, un interior espacioso y lujoso y ofrecer una gran fiabilidad. Conceptos que se han repetido en la marca alemana hasta nuestros días. 

Estéticamente, se trataba de una berlina de cuatro puertas con un diseño llamativo, en forma de coupé, algo que ya estaba de moda a finales de los 60. La vista lateral dibujaba una atractiva silueta de tipo fastback, con la presencia de unas falsas branquias en el pilar C, una cola truncada y unos faros que recordaban al Fiat Dino Coupé.  

Mecánicamente, estaba movido por un motor de cuatro cilindros colocado delante del eje delantero, que movía las mismas ruedas delanteras. Esto hacía que fuera un coche fácil de conducir, con buena capacidad de tracción, pero con un comportamiento bastante subvirador

Las siguientes generaciones del Audi 100

La increíble historia del Audi 100

La primera generación del Audi 100 se mantuvo en el mercado durante ocho años, hasta 1976 y, durante ese tiempo, devolvió a la marca de Ingolstadt al lugar que había perdido. 

La segunda generación apareció con una carrocería más angulosa y un mayor tamaño que le confería, sobre todo, una mayor habitabilidad a bordo. Además, el nuevo Audi 100 supone la llegada de un motor de cinco cilindros que se convirtió en una de las señas de identidad de la marca, como lo sería más adelante la tracción quattro

El diseño de la berlina ya no tenía los aires coupé de la primera entrega, sino que apostaba por una estética más de berlina. Además, ofrecía una variante Avant, con cinco puertas. 

Aunque esta generación dio un importante salto de calidad, el público seguía viendo al Audi 100 como un modelo por debajo de los BMW y Mercedes. Esto llevó a la marca a hacer una versión más potente y lujosa, con un motor turbo de 170 CV que se llamó Audi 200. Con su velocidad punta de 202 km/h, fue el coche con tracción delantera más potente del mundo en su momento.

En 1982, llegó la tercera generación con un diseño completamente revolucionario en términos de aerodinámica, con unos cristales totalmente enrasados con los marcos de las puertas. Estuvo acompañada de una versión Avant más grande que mejoraba en practicidad. 

Esta tercera entrega estrenó los motores diésel y turbodiésel, así como la tracción quattro, heredada del Audi Quattro

Nace el Audi A6

La increíble historia del Audi 100

En 1990, llegó la cuarta generación del Audi 100, en una época en la que la marca de los cuatro aros ya estaba completamente afianzada en el mercado y era percibida como una alternativa a Mercedes y BMW. La triple entente alemana ya estaba presente. 

Durante los años 90, Audi decidió cambiar la denominación de sus modelos, con el estreno del Audi A4. Esto hizo que, en 1995, cuando el Audi 100 llegó a la mitad de su vida comercial, apareciera la nueva denominación A6

Audi A6, esta fue su generación más rompedora

De esta forma, nació el Audi A6, uno de los referentes en el segmento de las berlinas de lujo y un modelo que se ha convertido en uno de los emblemas de la marca en las últimas décadas. 

La cuarta etapa del Audi 100 introdujo los motores V6 por primera vez en un Audi, así como la primera variante de altas prestaciones, el Audi 100 S4, con un motor turbo de 5 cilindros y 20 válvulas, acompañado de un peculiar sistema de frenos con discos flotantes. 

Más adelante, esta versión más prestacional fue reemplazada por el Audi A6 S4 Plus, que ya montaba un motor V8. 

Hoy, el Audi A6 cuenta con versiones de alto rendimiento que alcanzan los 600 CV en la versión RS6 Avant, así como una completa gama de motorizaciones diésel y gasolina, en la que no faltan opciones electrificadas. Es también un referente tecnológico. Pero nada de esto habría sido posible sin el Audi 100 de 1968

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