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Audi Quattro, para nosotros este fue el mejor Audi de la historia

Audi Quattro

Audi es un fabricante con muchísimo peso en el mundo de la automoción que, a lo largo de todos sus años de actividad, ha dejado una enorme cantidad de modelos para el recuerdo. Por ello, elegir al mejor Audi de la historia de antoja harto complicado, aunque para nosotros ese título le corresponde al Audi Quattro.

Aunque más abajo entraremos en detalle, uno de los principales argumentos para defender esta elección es que, siendo la marca alemana un icono tanto dentro de la pista como fuera, el Quattro fue un modelo que marco las diferencias en ambos lugares, lo que le coloca en una posición privilegiada.

Antes de ponernos a fondo con el elegido, hacer una serie de menciones de honor a “aparatos” tan increíbles como el Audi R8, el Audi RS2 Avant como anticipo de la exitosa familia RS, deportivos como el Audi TT, incomprendidos adelantados a su tiempo como el Audi A2, etc.

La importancia del Quattro para Audi y para la industria

En pleno 2022 estamos completamente acostumbrados a que los vehículos dispongan de tracción integral. Es más, es habitual hasta “quejarse” de que muchos SUV son todo apariencia y luego no ofrecen esta alternativa para poder salir del asfalto con verdaderas garantías. Sin embargo, no hace mucho las cosas eran muy diferentes.

Audi presentó su creación en el Salón de Ginebra de 1980, tras tres años de intensas pruebas, dando lugar al primer deportivo de producción en serie con tracción a las cuatro ruedas. Esto marcó un antes y un después, algo que quedó patente en la calle pero, sobre todo, en el mundo de la competición.

El Audi Quattro de calle

El origen de esta leyenda se encuentra en un proyecto de Audi en el que la firma buscaba crear un deportivo sobre la base del Audi 80, al que querían implantarle el poderoso motor del Audi 200. La guinda fue incorporar a la ecuación el sistema de tracción integral del Volkswagen Iltis, que había estado en pruebas durante los últimos años.

Aunque hubo que apañar el invento a nivel de ingeniería, la compañía pronto llegó a una solución que permitió que el Quattro tuviera tres diferenciales y que el volumen del sistema no ocupara demasiado más que el de una tracción delantera.

La increíble historia del Audi Quattro

Su imagen causó un gran impacto inicial, pero lo que terminó de encandilar al público fue su rendimiento: bloque 2.1 turbo de cinco cilindros con 200 CV y tracción se combinaban para acelerar de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y alcanzar los 220 km/h de punta.

La base era impecable y a lo largo de su vida fue recibiendo mejoras que optimizaron el concepto (nuevos diferenciales, ABS, la versión Audi Sport Quattro con 306 CV…) hasta que dejó de fabricarse en 1991.

El Audi Quattro de competición

Sin embargo, el legado del Audi Quattro en la calle es prácticamente una anécdota si se compara con el peso que tuvo en el mundo de la competición, concretamente en el mundial de rallyes, donde lo cambió todo.

No tuvo un comienzo fácil en la temporada de estreno, en el 81, con averías, y descalificaciones; pero ya demostró su potencial consiguiendo victorias, un tercer puesto final en el campeonato y un quinto en el de constructores. El 82 terminaría de afinar, consiguiendo el título de constructores y preparando el terreno para lo que estaba por venir.

En 1983 ganó su primer campeonato de pilotos con Hannu Mikola, que quedaría segundo solo por detrás de su compañero de equipo Blomqvist, al volante de un Audi Sport quattro. Desde entonces, ningún participante que no fuera de tracción integral logró ganar el título.

Poco después haría acto de aparición el salvaje Sport quattro S1, con una estética impactante y nada menos que 476 CV para mover solo 1.090 kilos. Entre sus hazañas está hacerse con el Pikes Peak con nada menos que otra leyenda al volante: Walter Röhrl.

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