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Audi Quattro Group S Prototype, la bestia secreta de 1.000 CV

Hubo una época en la que los coches de competición casi no tenían límites, donde existían máquinas que sólo podían ser domadas por las manos más experimentadas del mundo. Quizá los primeros vehículos que te vengan a la mente sean los del Grupo B; hoy te vamos a hablar de uno de una categoría aún más bruta: el Audi Quattro Group S Prototype.

Por suerte o por desgracia, el Grupo B fue cancelado por su peligrosidad. A la desmesurada potencia de los coches se sumaba las insuficientes medidas de seguridad. Los accidentes en 1986 de Joaquim Santos con un Ford RS200, en el que murieron tres espectadores, y el de Henri Toivonen con un Lancia Delta S4, en el que fallecieron piloto y copiloto, pusieron punto y final a esta clase, llevándose con ella el futuro Grupo S, una categoría similar al Grupo B, pero con coches con más de 800 CV de potencia y una aerodinámica más estudiada.

Audi Quattro Group S Prototype

Antes de su cancelación, los fabricantes -Lancia, Toyota, Audi, Opel, Lada, Porsche, Ferrari...- hacían sus deberes y creaban los vehículos que iban a participar en ella. Y así es cómo nació el modelo de Audi con motor central: por la nueva reglamentación, pero también porque Lancia le iba comiendo terreno: "Sabemos que el Audi Quattro es bueno en rectas y curvas rápidas, el problema está en las curvas lentas y cerradas. Tenemos mucho subviraje debido al sobrepeso del eje delantero. Hemos visto en Peugeot lo que necesitamos: un motor central", manifestaba Walter Röhrl, piloto que más tarde probaría el Quattro Group S Prototype. 

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El desarrollo del Audi Quattro Group S fue llevado a cabo en secreto -los directivos de la compañía desconocían el proyecto-. Como jefe del mismo estaba Roland Gumpert -el fundador de la contemporánea marca Gumpert, especializada en superdeportivos-, que trabajaba bajo las órdenes de Ferdinand Piëch, nieto de Ferdinand Porsche y por aquel entonces vicepresidente de Audi. La pista, también secreta, de Desna, situada en la antigua Checoslovaquia, fue el lugar escogido, y era allí donde se mandaban las piezas en cajas para el posterior montaje de este coche de bastidor tubular de acero y carrocería en material plástico. Para probar su motor turbo de cuatro válvulas por cilindro y 1.000 CV se utilizaron prototipos muy parecidos al Audi Sport Quattro, por aquello de pasar inadvertidos... Hasta que un fotógrafo que encontró la base capturó las mulas y las instantáneas fueron publicadas rápidamente en una revista.

Los dirigentes de Audi ordenaron a Piëch abandonar el proyecto de forma inmediata y destruir todas las unidades. Parece que el mandamás cumplió las órdenes a medias, porque un Audi Quattro Group S Prototype fue salvado de la quema. Y es éste el que hace escasos años rodó en el Festival Eifel de Rallyes en Daun y posteriormente en Goodwood Festival of Speed para deleite de todo amante al motor. Gracias, Ferdinand Piëch...

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