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Prueba Mercedes Clase A 250 4MATIC 7G-DCT: ¿vale lo que cuesta?

Prueba Mercedes Clase A 250 4MATIC 7G-DCT
Mucho dinero si, además, tienes en cuenta que su equipamiento de serie tampoco es para tirar cohetes...

La escalada de precios en el mundo del automóvil es ya una constante que, como consumidores, vamos asumiendo como normal. Pero hay momentos en que te paras a pensar el vehículo que te están dando por el precio que te están pidiendo y hay que pensar bien si es lo que necesitas. Esta es mi prueba del Mercedes Clase A 250 4MATIC 7G-DCT.

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Al final de esta prueba con el Mercedes Clase A analizaré si eso pasa con nuestro protagonista, porque, a priori, los casi 50.000 euros, más de ocho kilos de las antiguas pesetas, parecen una auténtica burrada... ¿los va a justificar?

Prueba Mercedes Clase A 250 4MATIC 7G-DCT

Desde luego, si se trata de calidad percibida en el interior, tiene para dar y tomar y, hoy en día, me parece que este es de los habitáculos más espectaculares que ofrece un compacto.

Aunque, claro, si echas un vistazo a su equipamiento, le faltan multitud de elementos que, en este coche y, vuelvo a lo mismo, deberían ser de serie... como, por ejemplo, los asientos calefactables (402 euros), la carga inalámbrica para móviles (277 euros) o hasta el sencillo color blanco que exhibe en estas fotos y que está catalogado como pintura estándar (280 euros).

Eso sí, la seguridad está, nunca mejor dicho, asegurada, con multitud de asistentes a la conducción de serie por parte de Mercedes; y la comodidad también, aunque esta vuelve a depender de lo que tengas para gastarte extra, ya que los asientos delanteros deportivos, que sientan como un guante, suponen también un desembolso adicional.

Tras comprobar la calidad de los materiales y los buenos ajustes entre ellos, paso a las plazas traseras. Aquí el espacio parece mayor... desde fuera, porque una vez dentro, dos adultos viajan justos, pero tres sería bastante más complicado. Lo mismo sucede con un maletero muy justo para llevar los enseres de sus ocupantes, aunque sea en una salida de fin de semana, ya que cubica menos de 400 litros

Vídeo: probamos el Mercedes Clase A AMG 35, el más accesible:

Un motor turbo de 2.0 litros

Me dispongo a pulsar el botón de arranque de este motor, el más potente de gasolina de esta Clase con permiso de los Mercedes-AMG A 45 y A 45 S, que ofrecen 387 y 421 CV, respectivamente. Los 224 CV desde este 2.0 turbo ronronean, pero no de una forma muy fina. Eso es lo primero que me ha llamado la atención. Y no para bien. Porque tiene un sonido ronco y, si es deportivo, es como de halterofilia, más que de 100 metros lisos. En marcha se mitiga algo, pero no, no suena fino, ni bonito. Por lo menos sí es bastante más fino a la hora de provocarte sensaciones, porque esta mecánica estira desde abajo, gracias a su turbo, sin ningún problema y cubre los primeros 100 km/h desde parado en menos de siete segundos, lo que está muy bien. Pero no hace falta llegar a su régimen máximo para comprobar cómo ya, a medio régimen, empuja con una contundencia sensacional. 

Aunque también hay que decir que esta cifra de aceleración y las de recuperaciones se podrían mejorar si su cambio automático de siete velocidades y doble embrague, de serie en esta versión, fuera un pelín más rápido. Y eso que he puesto el modo Sport de los cuatro disponibles (Individual, Sport, Comfort y Eco). Un modo con una respuesta muy diferente al que muestra, por ejemplo en el nivel Eco, programado claramente para ahorrar combustible en largos trayectos. 

Prueba Mercedes Clase A 250 4MATIC 7G-DCT

Eso sí, gracias a su tracción integral, el paso por curva es realmente espectacular y solo al límite lo notarás algo subvirador, pero con una nobleza increíble que te hará saber con mucha antelación que estás superando sus límites físicos. La suspensión, firme, de auténtico deportivo, ayuda en buen asfalto, pero penaliza si hay algún roto, ya que lo transmite fehacientemente al pasaje y a un chasis que comienza a exhibir movimientos parásitos y nada agradables.

La dirección es uno de los mejores elementos de este coche, con un guiado sobresaliente. No así los frenos, que en este test han ofrecido unas distancias de frenado por encima de los 40 metros, algo que me lleva a dudar más de mi rapidez al darle el pisotón al freno o a algún problema puntual en esta unidad.

Un precio algo elevado

Prueba Mercedes Clase A 250 4MATIC 7G-DCT

Todo este potencial mecánico del que te he hablado y que tienes bajo el pie derecho es adictivo, pero te supondrá pasar por la gasolinera a menudo. No, no todos los coches de gasolina de hoy en día consumen cinco litros... este se va fácilmente a más del doble si te da por exprimir todo el potencial que atesora.

Y llegamos a la pregunta del titular: ¿Vale lo que cuesta? Pues en este caso, y visto lo visto, parece claro que pagar casi 50.000 euros por esta versión solo compensa si buscas prestaciones y prestigio. Pero ten en cuenta que tienes un Audi S3 con 300 CV (76 más) por 3.000 euros más. Y eso sí que es un cohete...

Opinión

Calidad no le falta. En eso va sobrado, y hace honor a la estrella que blinda su capó. Pero la relación precio/ prestaciones/ equipamiento, aquí sale claramente desfavorable, principalmente, por el primer parámetro: el precio. Y, además, no es tan refinado como alguno de sus hermanos. Y donde da un gran paso al frente es en conectividad, como puedes ver en este análisis de nuestros compañeros de Computer Hoy.

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Valoración

Nota7

A pesar de contar con un motor de 224 CV, el Mercedes Clase A 250 tiene, de partida, un hándicap muy importante y es que tendrás que pagar por él casi 50.000 euros.

Lo mejor

Calidad percibida, habitáculo, motor, dirección, comportamiento

Lo peor

Precio elevado, equipamiento de serie, maletero, plazas traseras, consumo

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