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Prueba del Maserati Grecale GT: elegante, pero con suficiente deportividad

Prueba del Maserati Grecale GT

Sergio Ríos

Hemos probado el Maserati Grecale GT, la versión de acceso de este SUV de lujo, con 300 CV y etiqueta ECO. ¿Merece la pena?

Admito que tenía ganas de hacer una prueba del Maserati Grecale GT. Esta es una de las novedades más interesantes de la marca italiana, que pretende ganar presencia entre los SUV de lujo con un modelo que se sitúa por debajo del Levante en cuanto a tamaño y precio. Sobre el papel, la cosa promete, pero ahora podré comprobar lo que transmite este todocamino.

Por el momento, Maserati ofrece tres versiones de este modelo. El modelo de acceso es el GT, que es el que conduciré. Eso sí, por encima se sitúa el Modena y el Trofeo, que es el más prestacional. Este último monta el motor V6 Nettuno, con 530 CV, lo que promete unas grandes prestaciones. 

Diseño e interior del Grecale GT

Aun así, yo estaré acompañado de la versión más modesta de este nuevo SUV, la cual no deja que desear. A pesar de ser la configuración más básica, el diseño del Maserati Grecale GT sigue transmitiendo esa sensación de lujo propia de la firma italiana. Es cierto que el aspecto no es tan llamativo como el del Levante y es más convencional, pero mantiene claves tipicas del fabricante.

Por ejemplo, por el frontal destaca claramente la gran parrilla, la cual está comandada por el tridente de la marca. Asimismo, el diseño de las aletas es el habitual en los modelos identificados con ese tridente, así como todo el conjunto se compone por unas líneas que no se presentan recargadas en ningún caso. 

Al lado del Maserati Levante, no hay una diferencia tan grande más allá de la longitud.
Al lado del Maserati Levante, no hay una diferencia tan grande más allá de la longitud.

Además de esto, algo que me llama la atención es el tamaño del coche, que no difiere tanto como esperaba de su hermano mayor. El Maserati Grecale mide 4.846 mm de largo, mientras que el Levante mide 5.020 mm. Asimismo, las diferencias son menores en cuanto a la altura y anchura.

No obstante, lo que más me sorprende en este SUV no es esto, sino su habitáculo. Al abrir la puerta me encuentro con un interior claramente actual y con una disposición agradable. Si bien algunas firmas están optando por un minimalismo extremo acompañado de una gran pantalla, aquí veo todo mejor integrado.

Prueba del Maserati Grecale GT

De entrada, el volante me gusta. Es muy similar al del Alfa Romeo Tonale -con el que el Grecale comparte plataforma-, pero tiene un buen tacto y es ergonómico. Cuenta con varios botones, como el de arranque y el selector de modos de conducción. Además, tras él se encuentra la instrumentación digital, con una buena variedad de gráficos que se leen con claridad.

Asimismo, por la parte central hay dos pantallas situadas en una sola estructura y separadas por los botones del selector de marcha. En mi caso, soy más partidario de una palanca más tradicional, pero eso depende de los gustos. Finalmente, por arriba se encuentra el clásico reloj del salpicadero, ahora digital y con varias funciones incorporadas.

Por ejemplo, puedo hacer que este elemento se convierta en una brújula, así como en un indicador de aceleración y freno o en un medidor de fuerzas G. En definitiva, la tecnología está muy presente aquí, también en detalles como la apertura de las puertas, que se realiza con un botón. Ahora bien, también hay un tirador convencional incorporado, por si las moscas…

Prueba del Maserati Grecale GT

Con esto, está claro que el Maserati Grecale está al día en la tecnología de los interiores, hasta el punto en el que peca de un detalle del que ya he mencionado mi desacuerdo en varias ocasiones: el exceso de mandos táctiles, especialmente en funciones como la climatización. No obstante, está claro que es lo que más se demanda en algunos casos.

Ahora bien, no todo en un coche así se reduce a la tecnología. En un coche premium debe haber algo más y aquí es así, con materiales como la piel muy presentes en todo el habitáculo. Junto a esto, los ajustes también son correctos y, teniendo en cuenta la buena habitabilidad del interior del Grecale GT, las sensaciones son buenas.

Motor y prestaciones

En este caso, hablamos de la versión menos prestacional de este todocamino, pero eso no quiere decir que la parte mecánica decepcione. En este caso, el motor es un cuatro cilindros microhibridado -lo que le proporciona la etiqueta ECO- con 300 CV de potencia. Esta fuerza se maneja mediante una caja de cambios automática de 8 relaciones.

De esta forma, la potencia se transmite a ambos ejes en esta y en todas las versiones del Grecale. Así, en esta versión de acceso todo se traduce en un paso de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos, con una velocidad máxima de 240 km/h. De hecho, estos son datos casi idénticos a los que arroja la versión Modena, con 330 CV.

Prueba del Maserati Grecale GT: ¿qué se siente al conducirlo?

Con esto, parece que el coche promete, pero decido salir de dudas y me pongo en marcha. Empiezo con un ritmo tranquilo, intentando acostumbrarme al tacto del coche, pero ya empiezo a notar buenas sensaciones. El motor se escucha, pero no demasiado. Además, el tacto es agradable, tanto en los pedales como en la dirección.

Por ahora, me muevo en ciudad, pero se está cumpliendo lo esperado aquí. La respuesta desde que piso el pedal del acelerador es inmediata y puedo moverme con suficiente agilidad, ya que la dirección parece ser bastante inmediata. Eso sí, eso lo comprobaré más a fondo cuando me traslade a carreteras más reviradas.

Prueba del Maserati Grecale GT

No obstante, ahora toca conducir en autopista, donde el cambio automático ayuda a mantener unas revoluciones bajas para viajar con tranquilidad. Es aquí donde aprecio cómo la suspensión filtra adecuadamente los baches, incluso al seleccionar un ajuste más deportivo. De hecho, admito que no noto un cambio mayúsculo en ese sentido.

Respecto del motor, en autopistas y autovías mueve el coche con gran facilidad, aunque en torno a 2.000 rpm lo noto algo más limitado. Aun así, eso es algo que puedo solucionar al bajar una marcha, sin que esto se traduzca en un gran ruido en el habitáculo. No obstante, eso no quiere decir que reine el silencio, ya que el aire sí se escucha de más en torno a los 120 km/h.

Ahora bien, detalles aparte, un Maserati también suele definirse por su buen rendimiento y esto es algo que no puedo comprobar en una carretera así. Por ello, tomo la siguiente salida para dirigirme a vías más interesantes, en las que pueda descubrir realmente cómo es el comportamiento dinámico de este SUV.

Así, llevo el Maserati Grecale a carreteras más reviradas y pronto se confirman mis sospechas: la dirección es muy comunicativa y ayuda a que el coche se mueva con agilidad, de manera que casi siento que estoy llevando un modelo más pequeño. De hecho, en esto también juega su papel la suspensión, que no es tan blanda como para provocar una gran inclinación de la carrocería.

Prueba del Maserati Grecale GT

Con esto y con unos asientos que, si bien no son como los de un deportivo más prestacional, agarran bien, me siento muy contento al volante. Sí, esta versión está más enfocada al uso diario y al confort, pero también es capaz de ofrecer suficiente diversión al volante si es necesario.

En este sentido, también puedo optar por los modos GT y Sport, que se suman al Confort. Realmente, no proporcionan una variación mayúscula, aunque es el Sport el que noto más en cuanto al sonido del motor y la respuesta. Ahora bien, creo que es el propio cambio de marchas el que realmente puede marcar la diferencia y aquí no me decepciono.

Selecciono el modo manual y empiezo a operar las grandes levas de aluminio. Su tacto es suave, pero no excesivamente sutil y me sorprende la rapidez a la hora de subir y bajar de marchas, ya que no percibo ese retardo que sí está presente en otros coches automáticos. Así, me veo tomando curvas con confianza y comodidad, aunque este no sea el terreno predilecto de este coche.

De esta manera, me queda claro que es posible pasarlo bien al conducir este coche, aunque no sea tan extremo como la versión Trofeo. Para una mayor deportividad, quizás serían necesarias variaciones como una suspensión más dura, pero aquí se ha buscado combinar un toque emocionante con la comodidad. Yo diría que no esta mal compensado, sinceramente.

Precio y rivales

El precio del Maserati Grecale GT parte de 81.050 euros en España en estos momentos, si bien la versión Trofeo de 530 CV llega a 129.200 euros. Sin duda, hablamos de coches que no están al alcance de todos los bolsillos, pero que están ganando popularidad. Al fin y al cabo, cada vez hay más SUV premium en el mercado.

Aun así, entre los rivales del Grecale el más evidente es el Porsche Macan. Arranca en 74.765 euros en su versión de 265 CV y sigue siendo uno de los reyes de su segmento. De la misma forma, modelos como el Volvo XC60 pueden competir con el italiano, con un precio que parte de 67.300 euros. Ahora bien, no tiene un enfoque tan deportivo. 

Conclusión

Con este coche, Maserati puede tener un éxito en sus manos. El Grecale me ha sorprendido para bien y puede ser una buena compra para quien busque un todocamino de lujo que además proporcione buenas sensaciones al volante. ¿Es tan bueno como un Porsche Macan? En mi opinión, no, pero no se queda lejos. 

Valoración

Nota8

Hemos probado el Maserati Grecale GT, la versión de acceso del SUV más pequeño de la firma italiana. Llega con 300 CV, etiqueta ECO y un precio de 81.050 euros.

Lo mejor

El diseño interior, la calidad de los acabados y el comportamiento dinámico.

Lo peor

El quizás demasiado discreto diseño exterior, el ruido del viento en el habitáculo y el exceso de mandos táctiles.

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