Prueba Lexus ES 300h: poco que envidiar
En el segmento de las berlinas premium no corren aires de bonanza, debido a la fiebre SUV, que aunque ha bajado unos grados, se mantiene bastante alta. Pero todavía hay mercado para los Audi A6, BMW Serie 5 o Mercedes Clase E, todos ellos en el entorno de los cinco metros. ¿El objetivo de este ES 300h? Está muy claro: robarles un trozo del pastel. ¿Y cuáles son sus argumentos para conseguirlo? Probamos el Lexus ES 300h para averiguarlo.
Para empezar, su estética llama más la atención que la de sus rivales alemanes. No te digo que sea más bonito, eso queda a tu elección, pero ninguno hace girar tantas cabezas en este segmento. Tampoco su interior deja indiferente. Su diseño también es muy moderno y su calidad premium se nota en los recubrimientos de piel que muchas piezas exhiben. Hay bastantes botones físicos para controlar la climatización o el sonido, lo que agradecerás, ya que el Touchpad que hay entre los asientos no se maneja con demasiada facilidad.
VÍDEO: Nuevo Lexus ES 2018
Sus asientos, de cuero de serie, también son de lo más cómodo del segmento, con un mullido perfecto para recorrer muchos kilómetros, aunque no sujeten lateralmente tan bien como los más deportivos del acabado F Sport. Pero quizá es detrás donde el Lexus ES se disfruta más. Y no solo por el espacio que hay en esta zona o por la cantidad de controles que tienes a tu disposición si abates el reposabrazos central. También es la mejor zona para viajar porque no es un coche que emocione al volante.
Y es que resulta mucho más placentero conducir a un ritmo muy tranquilo, que pisar el acelerador de verdad. Porque entonces, el sonido del motor de gasolina atmosférico inunda el habitáculo y estropea la paz y el confort que existía hasta entonces. Además, este sistema híbrido, que ofrece 218 CV en total, no tiene una aceleración que impresione. Parece más enfocado a buscar bajos consumos. Algo que sí consigue, ya que en nuestro test no llegó a los 6,0 l/100 km.
Tampoco el cambio ayuda, ya que es un CVT (variador continuo) en el que ni siquiera sus levas tras el volante mejoran mucho su respuesta. Por lo menos, la transición de funcionamiento del motor eléctrico al de gasolina, y viceversa, es prácticamente imperceptible, aunque este último se enciende más de lo deseable. En fin, mientras consiga el objetivo del bajo consumo...
También la suspensión del Lexus está pensada para devorar kilómetros, ya que en carreteras nacionales parece tragarse cualquier irregularidad y muestra solo suaves vaivenes verticales. Para rematar este placentero viaje, su equipo de serie no deja casi nada como gasto extra. Y eso, en este segmento, se agradece.
Nuestra opinión
Lo digo en el titular: no tiene nada que envidiar a las berlinas alemanas con las que compite. Y en algunos casos las supera, como en su completo equipamiento o en un confort a bordo muy elevado. Además, su sistema híbrido también le supone, hoy por hoy, una ventaja.
Valoración
El Lexus ES 300h ofrece el mismo confort que las berlinas premium alemanas, con la ventaja de ser híbrido.
Lo mejor
Lo peor
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