Prueba del Honda CR-V e:PHEV, un SUV redondo con etiqueta 0
La sexta generación recibe la versión híbrida enchufable.
Tengo gratos recuerdos del Honda CR-V gracias a mi mentor en esta noble profesión de periodista del motor: Jenaro Iritia. Este guadalajareño, por aquel entonces redactor jefe de Motor del ya extinto Grupo Zeta, era el propietario de uno de tercera generación.
Un joven, pero no imberbe Hugo Valverde -el que escribe esta prueba del Honda CR-V e:PHEV-, por aquel entonces intuía que si Jenaro, por cuyas manos habían pasado casi todos los coches del mercado, se había decantado por el automóvil japonés, es que ese SUV sería una de las mejores opciones de compra.
Esta última generación, la sexta, que es la que pruebo hoy, viene más completa que nunca, porque la gama suma la versión híbrida enchufable, que hasta ahora no estaba disponible y que se suma a la híbrida sin cable de carga.
Exterior e interior
Su diseño exterior es totalmente nuevo, y diría que se ha americanizado, algo que creo que ha sido un acierto viendo el resultado final. De la parte frontal destaca la enorme parrilla en posición vertical y los afilados faros. De la trasera, los nuevos, pero reconocibles por su forma, pilotos.
Y todo ello en un envoltorio de 4,71 metros de longitud, 1,87 de anchura y 1,67 de altura, por lo que es más largo y ancho, pero más bajo que su predecesor.
En el interior se respira calidad. El único 'pero' que le pondría es que equipa una pantalla para el sistema de infoentretenimiento que se me antoja algo justa por su tamaño, y más viendo las de la competencia: 9 pulgadas.
Porque el resto es para destacarlo, como la consistencia de sus ajustes y la gran cantidad de materiales gomosos y plásticos blandos que adopta el puesto de mandos.
Equipa la salida de ventilación continua con patrón de panal de abeja que estrenó el Honda Civic, y como este, mantiene los botones físicos para las funciones más importantes.
La visibilidad es muy buena, y ello se debe al empeño de la compañía japonesa en mejorar. Los retrovisores exteriores han sido trasladados del montante a la puerta, los pilares A están muy separados y el limpiaparabrisas está oculto.
Respecto al espacio del que pueden disfrutar los pasajeros de las plazas traseras, el Honda CR-V e:PHEV de esta prueba brinda uno muy grande para las rodillas, gracias al aumento de 3,5 cm en la batalla (2,70 metros), y destacado para la cabeza. Para buscar una mayor comodidad a bordo, los respaldos de los asientos posteriores son reclinables hasta en 10,5º y pueden colocarse en ocho posiciones diferentes.
Y para tragarse todo el equipaje posible, esta versión híbrida enchufable cubica unos magníficos 635 litros, 39 más que el híbrido, gracias al haber situado la batería debajo de los asientos traseros.
Motor y prestaciones
El sistema de propulsión de este Honda CR-V e:PHEV está formado por un motor 2.0 de cuatro cilindros de ciclo Atkinson capaz de rendir 148 CV y por dos bloques eléctricos. El primero de ellos rinde 184 CV y hace la función de impulsor. El segundo hace de generador del de combustión, y para ello utiliza una batería de 17,7 kWh, lo que da para homologar una autonomía en modo cero emisiones de 82 km. Eso sí, cabe aclarar que trabajando solos o en conjunto, la potencia mixta es la misma: 184 CV.
Con ella y con su par de 335 Nm, y a pesar de rozar las dos toneladas (1.991 kg), es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 9,4". Asimismo, la velocidad máxima que alcanza es de 195 km/h.
Comportamiento
El conductor tiene a su disposición diferentes modos de conducción: Normal, Sport, Econ, Snow y Tow. Cabe mencionar que el más deportivo viene acompañado de un sonido falso de motor, y que el último, solo está disponible en el PHEV, que tiene una capacidad de remolque de 1.500 kg, frente a los 750 del híbrido no enchufable que no cuenta con dos relaciones de transmisión. Pero el Hybrid sí está disponible con tracción 4x4 y 4x2, mientras que el Plugin Hybrid solo con 4x2.
También existen diferentes perfiles para el sistema eléctrico: EV, Auto y Save, -este último es para no utilizar energía y guardarla para más adelante-. Si lo dejamos pulsado durante unos segundos, pasa al Charge, con el que las baterías se cargan en marcha.
También podemos recargar en movimiento utilizando la retención de sus cuatro modos y pisando el pedal de freno, que ofrece un tacto muy bueno, muy parecido al de un coche con motor de combustión sin electrificación.
Si lo hacemos en parado y en una toma de 6,8 kW, en 2 horas y media estará al 100%.
Lo primero que me ha llamado la atención es el peso de la dirección, que, desde mi punto de vista, es excesivo para el tipo de coche que es. Y mira que a mí me gustan las direcciones con resistencia, pero no sé si este es un problema de mi unidad de pruebas, porque la semana anterior probé el e:HEV, el híbrido no enchufable, y esta era menor.
El coche tiene un muy buen empuje, muy lineal. Son 184 CV, y no me extraña que presuma de esa aceleración tan buena.
Destacaría su sistema de propulsión por varias cosas: en la mayor parte del trayecto, ya sea carretera o ciudad, la realiza en modo totalmente eléctrico -es una tarea bastante complicada hacer que entre en funcionamiento del de combustión-. Además, el paso de uno a otro lo realiza de forma casi imperceptible, tanto en lo que a ruido como a percepción se refiere.
Además, el habitáculo está muy bien insonorizado. Eso, unido a que la suspensión adaptativa filtra muy bien las irregularidades de la calzada y a su alta calidad de rodadura, hacen de él un devorador de kilómetros.
Por último, me gustaría señalar que Honda ha corregido el ruido del cambio de la anterior generación. Ahora es de pares de engranajes sin embrague, y el sonido que genera cuando pisas a fondo el pedal derecho es mucho más leve que, por ejemplo, el de Toyota.
Precio
El Honda CR-V e:PHEV tiene un precio de partida de 53.920 euros. La cifra incluye un generosísimo equipamiento de serie compuesto por: llantas de 18", tapicería y volante en piel, pedalier deportivo, head-up display, control de crucero adaptativo, cámara 360º, ajuste eléctrico de los asientos delanteros, que tienen ventilación y calefacción; portón trasero eléctrico, luces LED y cargador inalámbrico, entre otros muchos elementos.
Además, se suman los sistemas de ayuda de arranque en pendiente, de información de ángulo muerto, de alerta de tráfico cruzado, de frenada, de prevención y mitigación de impactos por control de frenado, el limitador de velocidad inteligente y el mantenimiento de cambio involuntario de carril, entre otros asistentes.
No tengo un DeLoren DMC-12, pero a mi yo del presente le gustaría poder viajar a 2008 para decirle a mi yo del pasado, que tras haber probado las dos últimas generaciones, estaba en lo cierto. Jenaro sabía lo que compraba.
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Etiquetas: Coches híbridos enchufables, SUV, SUV híbridos
Valoración
El Honda CR-V PHEV me ha encantado por la calidad que desprende, por su tacto y por lo bien que mima a los pasajeros con su silencioso habitáculo y su cómoda suspensión.
Lo mejor
Calidad de rodadura. Calidad del interior. Diseño exterior. Trabajo del sistema híbrido. Insonorización interior. Maletero. Equipamiento de serie.
Lo peor
Sin opción 4x4. Dirección demasiado pesada.