Prueba: el Alfa Romeo Giulia Veloce es ideal para conducir
Y no hace falta tener cifras absurdas de potencia
Tras haber probado el Alfa Romeo Giulia Veloce de 280 CV, llego a la conclusión de que hay pocas berlinas deportivas que ofrezcan algo similar a la del modelo italiano. Pocas, por no decir ninguna, aunque eso no es malo.
Porque puedes llegar a pensar que estoy ninguneando al BMW Serie 3, por ejemplo. Pero nada más lejos: es simplemente la forma de ver la vida de los alemanes contra la de los italianos.
Y es que de eso, de sensaciones, los de Milán saben lo suyo, y desde hace mucho: este año cumplen 110 años y a su historia se pueden asociar nombres como Nuvolari, Fangio, Zagato... También es probable que si haces un ranking de tus coches favoritos, entre ellos haya al menos un Alfa Romeo, ya sea un 8C de 1931 o su reedición de 2007.
Pero de eso ha pasado mucho y, afortunadamente, cada vez quedan más y más atrás los tiempos en los que comprarse una macchina Alfa Romeo era sinónimo de no tener el mínimo temor a nada.
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Por eso, la prueba del Alfa Romeo Giulia Veloce 2020 me sabe especialmente bien. Siempre me ha gustado su filosofía: ¿quién si no puede lanzarse a lanzar una berlina de propulsión sin tener una plataforma propia en la que basarse? En BMW llevan décadas, sí, pero en el caso de los italianos la propulsión se quedó en el precioso 75.
Pero hoy, de nuevo, vuelvo a disfrutar como hacía mucho que no lo hacía. 280 CV pueden no parecer muchos cuando no paramos de hablar de cifras por encima de los 500 CV, pero son más que suficientes para envenenarte, para envolverte en una dinámica de sensaciones y diversión al volante como hacía tiempo que yo no disfrutaba.
Como no puede ser de otra manera, el Alfa Romeo Giulia 2020 mantiene su selector ADN con tres modos de conducción: All Weather, Dynamic y Normal. Este último es el que utiliza por defecto. Todo funciona bien; es suave, cómodo y no presenta ningún problema. Pero vas a tardar menos de 10 segundos en activar el Dynamic.
Todo se tensa. El Veloce que conducía contaba con el Pack Performance, que lleva unas tremendas levas de cambio, suspensión adaptativa y un diferencial de deslizamiento limitado.
¿En qué se traduce eso? En que los 70 kilómetros de autopista que me separaban de la zona de curvas a la que me dirigía se me hicieron eternos. Y eso que no le puedo poner pegas a nada: el habitáculo es silencioso, ofrece una gran calidad de rodadura y una buena estabilidad lineal.
En este terreno no se puede decir que consuma poco: mi ordenador de viaje marca 9,8 litros, aunque es justo reconocer que no he buscado la máxima eficiencia. Aun así, los desarrollos ayudan a contener un poco la sed de gasolina. A 120 en octava gira a unas 2.000 rpm y si bajas el ritmo a 100, el motor se pone a 1.600 revoluciones.
Interior del Alfa Romeo Giulia 2020
En este terreno aprovecho para echar un vistazo al interior. La nueva pantalla es más grande que antes. Me llama la atención que es muy alargada, pero su funcionamiento es también algo más sencillo, ya que al ser táctil tienes más campos de información al alcance de la mano. Y, lo mejor de todo, se sigue manejando casi todo con sus respectivos controles físicos.
El acabado Veloce cuenta con unos asientos deportivos que son cómodos, aunque mi muslo izquierdo no se acaba de llevar bien con la postura que me exige la banqueta. Pero el mullido es cómodo y recoge bien el cuerpo, como voy a comprobar en la siguiente zona.
Y es que la prueba del Alfa Romeo Giulia Veloce encara el final con una tremebunda zona de curvas por las carreteras de la zona de la Selva y el Vallès Oriental en Girona. Aquí disfruto de una puesta a punto muy buena, pero en realidad lo que me gusta es las sensaciones que te proporciona todo el conjunto.
Con la suspensión en modo Sport disfruto de las curvas sin apenas balancear. Me gusta, siempre y cuando el asfalto esté en buen estado: cuando se rompe un poco, creo que es más efectivo con el tarado normal. También me lo paso en grande en parte gracias a una dirección muy directa (aunque creo que un poco menos de asistencia en modo Dynamic sería genial) y de unos frenos que no desfallecen. El tacto no está mal, pero siempre es el mismo: al utilizar tecnología 'brake by wire', en realidad no estás actuando directamente sobre la bomba, sino sobre un sistema electrónico.
En definitiva, hay pocos coches tan divertidos de conducir y que representen tan bien una manera de ver el automovilismo. Y es que el Giulia es la berlina perfecta para los que disfrutan de la conducción en cada kilómetro, de eso no hay duda.
Valoración
Esta prueba del Alfa Romeo 2.0 Turbo Veloce de 280 CV vuelve a demostrar que cuando los italianos se ponen serios, pueden conseguir hacer la mejor berlina deportiva.
Lo mejor
Lo peor
Etiquetas: Coches deportivos, Berlinas
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