Tres ventajas y tres inconvenientes de los camiones eléctricos frente a los camiones diésel

De todas las emisiones de CO2 que genera el transporte terrestre, la mayor parte proceden de los camiones pesados que cubren largos trayectos transportando todo tipo de mercancías. Para reducir este impacto medioambiental, los camiones eléctricos pueden ser una buena solución, pero ofrecen tres ventajas y tres inconvenientes frente a los camiones diésel.

Actualmente, la preocupación por el medioambiente ocupa los primeros puestos en la agenda política, principalmente, en Europa, lo que ha llevado a decisiones como la prohibición de los coches de combustión en 2035. 

En los últimos años se han realizado numerosos estudios para implantar vehículos que reduzcan los daños medioambientales, como camiones híbridos y eléctricos que sustituyan a los actuales impulsados por motores diésel. 

Ya existen algunos prototipos de camiones eléctricos que ha realizado con éxito numerosas pruebas. Es el caso del Tesla Semi, uno de los primeros camiones eléctricos que aparecieron, allá por 2017. Según Elon Musk, es capaz de recorrer 800 kilómetros con una sola recarga y transportar hasta 36 toneladas de peso. 

Otras marcas como Mercedes Benz están trabajando también en el desarrollo de camiones impulsados por baterías. Pero, como todo en la vida, los camiones eléctricos tienen sus ventajas, pero también inconvenientes. Hay quienes están a favor de implantarlos y quienes están en contra. Y hay también quienes apuestan por otras soluciones sostenibles como el uso del hidrógeno.

Tres ventajas de los camiones eléctricos frente a los diésel

Comenzamos con las ventajas de los camiones eléctricos, con respecto a los equipados con motores diésel y, como primer punto a favor, cabe señalar, obviamente, la reducción de la contaminación. 

Al ser eléctricos, estos camiones no expulsan ninguna partícula nociva, aunque no por ello podemos hablar de vehículos cero emisiones. Como ya sabes, esto depende de la energía que se haya utilizado previamente para generar la electricidad. 

En cualquier caso, lo que sí está claro es que los camiones eléctricos producen una menor huella ecológica que los que funcionan con motor diésel. 

La segunda ventaja de los camiones eléctricos frente a los diésel es la reducción en costes de combustibles, algo que está estrechamente relacionado con lo dicho anteriormente. 

El precio del diésel es alto, especialmente, en el último año en que ha llegado a estar más caro que la gasolina, lo que supone un alto coste para las empresas del transporte dedicadas al sector. Según algunas estimaciones, el coste de cargar un camión eléctrico sería un 20% más barato que llenar un depósito de gasóleo. 

Y, en tercer lugar, los camiones eléctricos tienen la ventaja de ser muy silenciosos, lo que mejora el confort a bordo. En el caso de los camiones que desarrollan su actividad en las ciudades, al reducir los niveles de ruido pueden moverse en horario nocturno, lo que ayuda a la descongestión del tráfico y a reducir la contaminación acústica.

Tres inconvenientes de los camiones eléctricos frente a los diésel

Sin embargo, pese a todo lo dicho hasta ahora, no es oro todo lo que reluce. Los camiones eléctricos también tienen algunos inconvenientes y nosotros vamos a destacar estos tres.

El primero ya te lo estarás imaginando: la autonomía. Es uno de los grandes problemas de los camiones a baterías, ya que, para aumentar la autonomía son necesarias baterías más grandes y, por tanto, más pesadas, lo que aumenta la tara del vehículo. 

Además, en el caso del transporte pesado, los camiones cubren trayectos muy largos y recargar las baterías requiere varias horas, lo que obligaría a retrasar las entregas. Este es, precisamente, el segundo inconveniente, los tiempos de carga de las baterías.

En este sentido, conviene recordar las palabras que pronunció Gill Pratt, asesor científico de Toyota y CEO del Toyota Research Institute en el Kenshiki Forum 2022, el foro anual que organizan Toyota y Lexus Europa para dar a conocer la estrategia de ambas marcas para el futuro inmediato.

Sobre los camiones eléctricos, Pratt dijo que “para competir con el diésel, un camión europeo grande típico necesita alrededor de un megavatio-hora de almacenamiento de energía propulsora. Esto es diez veces lo que requiere un coche eléctrico liviano de largo alcance”. 

“Los camiones europeos tardan unos seis minutos en llenarse con un surtidor típico de combustible, mientras que un camión eléctrico comparable tarda 60 minutos. Por lo tanto, para manejar la misma demanda, cada bomba diésel deberá ser reemplazada por diez cargadores eléctricos, cada uno con una potencia diez veces mayor que un cargador eléctrico liviano, para una potencia promedio total de diez megavatios”, añadió.

Y aquí la puntilla: "El uso eléctrico promedio de una casa durante el día es de aproximadamente 2,5 kilovatios. Mientras que diez megavatios de potencia equivalen a 4.000 hogares". Y todo eso para alimentar un camión en un viaje. 

Por último, todo esto nos lleva al tercer inconveniente de los camiones eléctricos, que no es otro que la infraestructura necesaria para establecer estaciones o puntos de recarga ultra potentes para satisfacer toda la demanda de energía necesaria.