Range Rover, ¿cuáles son sus planes y próximos modelos electrificados?

La electrificación de la industria automovilística es algo imparable. Todas las marcas tienen claro que ahí está el futuro, y en base a ello están planificando los próximos años. También los fabricantes de altos vuelos. Ahí están los futuros Porsche Macan, cuya nueva generación será totalmente eléctrica, o Audi e-tron Sportback. ¿Y por qué nombramos precisamente estos dos? Porque van a ser los principales rivales del que será el primer Range Rover eléctrico. Su llegada se estima para el año 2021.

Land Rover tiene por tanto dos años para desarrollar un SUV con el que al menos igualar el rendimiento de sus rivales. Es cierto que los alemanes llevan ventaja, pero también que la firma británica tiene ya unas cifras objetivo a las que agarrarse. Todo tiene una parte positiva si se busca, claro.

Que el futuro modelo eléctrico de Range Rover sea un SUV no sorprende a nadie. Primero por la propia historia de la marca, y segundo porque es la tónica dominante dentro de la industria. Los coches eléctricos son hacia donde se dirige la industria cada vez con más determinación. Y, nos guste o no, los SUV están de moda. ¿Que habría otro tipo de vehículos más eficientes y que dinámicamente ofreciesen más posibilidades? Por supuesto, pero las cifras de ventas son las que mandan.

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El futuro SUV eléctrico que va a poner en liza Land Rover va a ser el primero bajo su paraguas, pero el tercero dentro del consorcio automovilístico que forman junto a Jaguar. El primero fue el Jaguar I-Pace, un modelo que ha recibido críticas muy positivas. El segundo será una berlina eléctrica basada en el Jaguar XJ cuya puesta a la venta se espera para el año que viene.

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De esta forma, sí, el SUV eléctrico de Range Rover será toda una novedad, pero traerá consigo una tecnología bastante probada. De hecho, no se descarta que la marca británica se apoye en BMW para crear la mecánica de este modelo, después de la alianza que firmaron ambos fabricantes a mediados de este mismo año.

¿Qué se puede esperar de este nuevo todocamino de lujo cero emisiones? Según han adelantado diversos medios internacionales, el Range Rover eléctrico estará situado en cuanto a tamaño se refiere entre el Range Rover Evoque y el Range Rover Velar. Recordemos que el primero tiene una longitud de 4,37 metros, mientras que el segundo se va hasta los 4,80. Tenemos entre medias, por tanto, un importante vacío que este producto vendrá a llenar.

Se espera que el nuevo modelo del fabricante británico adopte una estética de corte más deportivo y aerodinámico que los dos entre los que se situará. La línea posterior del techo contará con una inclinación más pronunciada. Por otra parte, se esperan importantes cambios en un frontal en el que la parrilla carecerá de las típicas entradas de aire. Las necesidades de refrigeración de los motores eléctricos, como ya sabéis, no son las mismas que las de los de combustión de toda la vida.

¿Y qué hay de las especificaciones técnicas? De momento no se sabe nada oficial al respecto, pero conviene no olvidar que la plataforma sobre la que se va a edificar el modelo acepta baterías de hasta 90,6 kWh de tamaño. Eso quiere decir que, si tenemos en cuenta el tamaño que puede tener el coche, su autonomía se puede situar entre los 450 y los 500 kilómetros bajo el protocolo de homologación WLTP.

También conviene destacar que este primer Range Rover eléctrico será el modelo con mejor comportamiento sobre zonas asfaltadas de la historia de la marca. De momento, los coches eléctricos presentan algunas incompatibilidades con lo contrario, con lo que los británicos se van a centrar en tratar de hacer destacar a su nuevo modelo allá donde éste puede funcionar correctamente. Estamos deseando conocerlo.

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?