Prueba: Mercedes Sprinter 315 CDI en el día a día

Es voluminosa, la Mercedes Sprinter 315 CDI. No es de extrañar, con una distancia entre ejes de casi 3,60 metros. Pero qué engorroso es un vistazo a "su" prospecto: chasis CB1 para mayor comodidad y protección de la carga, tapón de llenado diésel K56 en rojo, refuerzo de largueros Q11. ¡Parece el mapa de las paradas de metro!. Sin embargo, estos son elementos bastante comunes de la lista de equipamiento de nuestra Mercedes.

Entra de todo en esta furgoneta

Hemos tenido la Mercedes Sprinter con nosotros desde junio y ha estado destinada a ayudar a los colegas en el transporte de personas y material para, por ejemplo, el desmontaje de nuestras pruebas de los 100.000 kilómetros, producciones fotográficas o comparativas de neumáticos. 

Ya te lo adelanto: lo hace muy bien. Por supuesto, en términos de transporte, no deja nada que desear la Sprinter, con un peso total permitido de 3,5 toneladas.

El espacio de carga es enorme, la carga útil es muy generosa, un sistema de enganche montado sólidamente inspira confianza en el compartimiento trasero. Pero también nos interesa cómo se conduce este “camión”.

El 315 CDI cumple lo que promete

El cambio automático G-Tronic de nueve velocidades, el diésel de cuatro cilindros OM-654 con clasificación de emisiones Euro 6d y un chasis opcional con muelles más blandos prometen el mejor confort de conducción.

Resumiendo: el 315 CDI cumple lo que promete. Agradablemente refinado con una dirección precisa, ronronea en la dirección que tú le lleves, filtrando bien los baches. Arranca rápidamente, desarrolla una asombrosa cantidad de fuerza de tracción, la transmisión automática funciona rápidamente, activa y mantiene las revoluciones del turbodiésel agradablemente bajas.

El gigante plateado incluso se puede mover con un ocho delante del punto decimal de la pantalla de consumo… siempre que lo lleves relajado. Por supuesto, también son posibles los dos dígitos: tan pronto como el conductor lo deja correr, el velocímetro marca 166 km/h. 

Al mismo tiempo, la Sprinter facilita las cosas al conductor en largas distancias. Debido a que se puede dirigir y maniobrar con sorprendente comodidad, y gracias a los asientos fuertemente contorneados con un buen soporte lateral, ofrece un alto nivel de confort de viaje. Además, la columna de dirección se puede ajustar infinitamente en ángulo y profundidad, por lo que es fácil encontrar una postura cómoda.

La perfección también puede ser molesta

Sin embargo, hay cosillas que enervan: la pequeña ventana en parte de la caja está montada tan alta que apenas puedes mirar a través de ella para ver ciclistas, por ejemplo.

También hay cosas en la "perfección" de Mercedes en términos de seguridad operativa que pueden llegar a ser molestas. El freno de mano solo se puede soltar cuando el conductor tiene el cinturón abrochado. Esto hace que el manejo, por ejemplo, al maniobrar hasta una rampa de carga, sea extremadamente difícil.

El sistema multimedia MBUX proporciona consuelo a todo esto. En la Sprinter 315 CDI, el control por voz responde de manera voluntaria e inteligente a las entradas, el sistema de navegación es excelente y el usuario pronto encuentra su camino en los menús de configuración del vehículo. 

Conclusión

Como vehículo de viaje: sorprendentemente ahorrador y equilibrado, pero demasiado voluminoso. Puntos 2/5

Para ir de compras: puedes llevarte la ración semanal de todo un albergue juvenil. Puntos 5/5

Como furgoneta de carga: carga útil y volumen gigantescos. Puntos 5/5

De vacaciones: bueno para los deportistas de acción, malo para las familias. Puntos 2/5

Como vehículo lúdico: genial como autocaravana para festivales o cualquier otro evento. Puntos 5/5

Vida familiar: solo dos asientos, realmente no hay mucho que hacer. Puntos 1/5