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Prueba: Mercedes CLA 250e. Un híbrido que tiene mucho de eléctrico

Quien quiera conducir un compacto eléctrico compacto con una estrella plantada en el morro, ya no tiene que esperar al Mercedes EQA totalmente eléctrico. El Mercedes Clase A ya dispone de una versión híbrida enchufable con mucha autonomía, y en AUTOBILD ya nos hemos puesto al volante. Esta es la prueba del Mercedes CLA 250e.

El motor eléctrico oculto en este Mercedes es poderoso con sus 75 kilovatios y la batería de 15.6 kWh es lo suficientemente grande como para cubrir la mayor parte de tu vida cotidiana de forma puramente eléctrica, algo que no puede decirse de todos los coches híbridos: instalada bajo el asiento trasero, garantiza una autonomía de más de 60 kilómetros. Así, esta unidad eléctrica instalada entre el cuatro cilindros y la transmisión de doble embrague de siete velocidades, al menos fuera del invierno, puede ser el motor primario.

Casi te olvidas del freno

En el programa de conducción "Confort" o "Eléctrico", el Mercedes CLA 250e sedan arranca en modo puramente eléctrico y así circula hasta que cambies el modo de conducción o cuando el pedal del acelerador se pise lo suficientemente fuerte para que despierte el motor de combustión. Se trata de un gasolina con turbo de cuatro cilindros y 1,3 litros, que proporciona 118 kW / 160 CV. Por lo tanto, para el funcionamiento del CLA 250e, el conductor dispone de una potencia total de 160 kW / 218 CV y ​​450 Nm de par. Eso es suficiente para unos majestuosos 240 km/h y un esprint de 0 a 100 km/h en solo 6,7 segundos. Y es que este Clase A puede circular hasta los 140 km/h únicamente con energía eléctrica.

Prueba del Mercedes CLA 250e

Algo que sí se nota: con sus 1,7 toneladas, este CLA no es precisamente liviano. El rendimiento es deportivo, pero el comportamiento del Mercedes A 250e solo lo es parcialmente. Porque quien guste de pisar a fondo, pesar del exuberante soporte eléctrico, rápidamente se da cuenta de que debajo del capó solo funciona un motor de gasolina de 1.3 litros, que rápidamente llega a su límite. Pero en un funcionamiento normal a velocidad moderada, la cosa cambia. Porque el motor eléctrico hace el trabajo principal, y el de combustión solo entra en acción en momentos muy puntuales. Incluso muchos procesos de aceleración los realiza este tracción delantera de manera puramente eléctrica y sin la acción del cuatro cilindros. La mecánica del híbrido Clase A está vinculada de forma inteligente a los sistemas de asistencia a la conducción. Así, por ejemplo, frena con más ímpetu si te acercas a la parte trasera de un camión que circula más lento, o si te encuentras con una curva a la salida de la autovía. Aquí no necesitas pisar los frenos, sino que este Clase A, como casi todos los coches eléctricos, se detiene casi por completo con el pedal del acelerador (el llamado ‘feeling’ de un pedal), que también garantiza la recuperación para una desaceleración correspondientemente fuerte.

Y por dentro...

En el interior, el modelo normal y el híbrido enchufable no se pueden distinguir entre sí. El espacio disponible en las plazas traseras de la berlina sigue siendo correcto. El volumen de carga sí que baja por la batería de 420 a solo 345 litros.

Prueba del Mercedes CLA 250e

Pero si estás buscando un Clase A realmente deportivo y dinámico, deberás optar por un diésel potente o incluso un AMG A 35 / A 45, porque el híbrido Mercedes A 250e es, ante todo, una muy buena combinación para el uso diario. El consumo de combustible oficial es de 1,4 litros por cada 100 kilómetros con una batería completamente cargada, lo que corresponde a un consumo de energía de 14,7 kWh / 100 kilómetros o una autonomía eléctrica de 60 a 69 kilómetros en el A 250e. La batería reduce el volumen del depósito a 35 litros.

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