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Polestar llega (por fin) a España: ¿es tan 'cool' como afirman? Lo comprobamos

Desde hoy 12 de mayo, Polestar ya opera en España y admite pedidos de su primer modelo 100% eléctrico: el Polestar 2

Polestar ya está en España. Aunque la nueva marca Polestar, perteneciente a Volvo y al gigante chino Geely a partes iguales, fue lanzada en 2017, no ha sido hasta este año que por fin ha recalado en España.

Y su aterrizaje en España lo hace con la apertura de pedidos de su primer coche eléctrico 100%: el Polestar 2. Antes de comentar mis primeras impresiones al volante del Polestar 2, vamos a centrarnos en qué es Polestar, qué objetivo persigue, filosofía de producto, etc.

Como se indica líneas más arriba, Polestar fue presentada de forma oficial en octubre de 2017, en Shanghai. Nacía como spinoff de Volvo, pues hasta esa fecha Polestar era la denominación de las versiones más deportivas de la marca sueca. 

El primer modelo de Polestar que fue presentado en ese momento fue el Polestar 1, un coche híbrido enchufable, que a pesar de su afilado y espectacular diseño, recordaba y mucho a las líneas de Volvo.

Imagen del Polestar 1.
Imagen del Polestar 1.

Sea como fuere, España no estaba entre los primeros mercados donde comenzaría a operar Polestar, habida cuenta de que nuestro desarrollo en cuanto a la electrificación está siendo de los más lentos del continente europeo.

Polestar se basa en tres pilares fundamentales: diseño, tecnología y sostenibilidad. El diseño escandinavo es marca de la casa madre, Volvo, y en el caso de Polestar supone, además una vuelta de tuerca.

Y es que para el CEO de Polestar, el alemán Thomas Ingenlath –quien anteriormente fue vicepresidente de Diseño de Volvo–, el lenguaje estético juega un papel esencial. "Está obsesionado con los detalles", explican responsables de Polestar.

Interior del Polestar 2, donde se pone de manifiesto la obsesión por el detalle de Ingenlath
Interior del Polestar 2, donde se pone de manifiesto la obsesión por el detalle de Ingenlath

El segundo de los pilares de Polestar es la tecnología. Polestar nació como marca eléctrica de Volvo, y concretamente como marca eléctrica premium, y según sus responsables la electromovilidad es entendida como una tecnología divertida.

Además, el pilar de tecnología también se refiere a su forma de operar, pues Polestar es una marca digital. Aunque contarán con Polestar Spaces (espacios Polestar) en donde el cliente podrá tocar, ver, montarse y solicitar pruebas de conducción –sin que un comercial le dé la tabarra para que lo compre–, la adquisición del coche se realizará por su web.

Polestar Space en Oslo (Noruega)
Polestar Space en Oslo (Noruega)

Con respecto a los Polestar Spaces que habrá en España, hay que destacar que en principio este año habrá dos: uno en Barcelona que abrirá en junio y otro en Madrid que lo hará en octubre.

Por otro lado, el pilar tecnológico juega un papel fundamental en el interior de los vehículos de Polestar, en los que se respira un ambiente muy tech, como un smartphone rodante. De hecho, los modelos de Polestar incorporan de serie Android Automotive OS, desarrollado junto a Google.

Sede de Polestar en Gotemburgo (Suecia)
Sede de Polestar en Gotemburgo (Suecia)

El tercer pilar de Polestar se refiere a la sostenibilidad. De un tiempo a esta parte el concepto sostenibilidad parece algo manido, pero en el caso de Polestar está presente en todos los aspectos, no solo en lo que al interior de sus vehículos se refiere (completamente veganos), sino también en sus centros de operaciones.

Polestar, cuya cuartel general se halla en Gotenburgo (Suecia), cuenta con tres producción (uno en EEUU y dos en China), así como un centro de Investigación y Desarrollo (I+D) en Coventry, (Gran Bretaña ). Con todo, Polestar aspira a ser completamente neutra en emisiones de carbono en 2030 sin tener que recurrir "a plantar árboles para compensar".

Otro pilar subyacente vinculado a la casa madre Volvo es la seguridad activa y pasiva. Así, el Polestar 1 se convirtió en uno de los primeros coches eléctricos en conseguir 5 estrellas en las pruebas Euro NCAP.

Planes de futuro de Polestar

Además del Polestar 1 y el Polestar 2, la marca premium eléctrica sueca planea lanzar un modelo nuevo cada año desde ahora, por lo que la gama se irá completando con el Polestar 3, un SUV algo más pequeño y más ancho y deportivo que el Volvo XC90, el Polestar 4 (al estilo de un Volvo XC60) y el Polestar 5, inspirado en el Polestar Precept.

Aunque sin duda ninguna la mejor declaración de intenciones de hasta dónde quiere llegar Polestar con sus planes de futuro es el espectacular Polestar O2, un descapotable de aire futurista. Échale un vistazo a este vídeo y compruébalo por ti mismo:

En cualquier caso, las esencias de Polestar con Volvo son más que evidentes, por lo que le pregunté a los responsables cuáles son las diferencias con respecto a la matriz y a qué tipo de cliente tipo quieren dirigirse. "No hemos segmentado. La segmentación ya no tiene sentido. No queremos tener un perfil típico; buscamos el perfil de alguien a quien le encanta conducir y divertirse al volante".

En cuanto a las diferencias con Volvo, los directivos de Polestar afirman que "a medida que vayan pasando los años se verán más caminos divergentes" entre ambas firmas, aunque a día de hoy ellos se consideran una marca "muy cool, muy tech y muy enfocada en la conducción deportiva, en vez de la practicidad de Volvo".

Les pregunto por la conducción autónoma y si como le ocurre a su gran y principal rival Tesla, hay obsesión en este sentido por que la máquina sustituya al ser humano al volante. "Para nosotros la conducción autónoma la concebimos como alternativa en un viaje largo por autopista y cuando al conductor no le apetezca conducir. Nuestros coches son para ser conducidos". 

Prueba del Polestar 2

Es hora de confirmar todos estos extremos, y para ello he realizado una prueba de conducción con el nuevo Polestar 2 por la sierra de Madrid, un entorno a priori propicio con sus curvas para este modelo.

El Polestar 2 tiene carrocería fastback y tiene una apariencia muy sugerente y atractiva, que se reafirma cuando accedo al interior. No niego que las similitudes con Volvo son más que evidentes en el puesto de conducción, especialmente la instrumentación y el volante, especialmente.

Puesto de conducción del Polestar 2
Puesto de conducción del Polestar 2

Eso sí, la pantalla flotante y curvada de 11,15 pulgadas es muy moderna, de uso intuitivo y con una calidad percibida mayor. En general se respira mucha modernidad, un diseño, minimalista, limpio, sobrio, elegante. Los materiales son todos reciclados y aunque hay alguna que otra rebaba sospechosa en la consola central, es cierto que se percibe ese aire cool que quieren vender.

Al igual que ocurre en el Volvo C40 Recharge, el primer coche eléctrico de la marca sueca, el Polestar 2 carece de botón de arranque, y con solo insertar la palanca en D y pisar el acelerador, el coche echa a andar.

Mientras me voy haciendo al Polestar 2, comienzo a notar lo agradable de su habitáculo, gracias en gran medida a su techo panorámico.

Al volante del Polestar 2
Al volante del Polestar 2

A través del sistema de infotainment, se puede regular tanto la dureza de la dirección –que tiene un tacto magnífico y transmite bastante de lo que ocurre bajo las ruedas–, como el nivel de intervención del one-pedal, pues en Polestar quieren que te olvides del freno en circulación urbana.

Pregunto a los responsables de Polestar si la ausencia de modos de conducción es por la misma estrategia de Volvo, que considera que no es útil según el feedback transmitido por sus clientes, que, afirman, no lo utilizan.

Me comentan que no es exactamente por este motivo, sino porque como el Polestar 2 admite todo tipo de ajustes individualizados por el conductor, prefieren que sea éste quien decide cómo quiere circular, es decir, enfocados en la experiencia de usuario, un argumento que me gusta.

Imagen cenital del Polestar 2
Imagen cenital del Polestar 2

Tras ponerlo a prueba en autopista y confirmar lo bien que acelera el Polestar 2 –con 300 kW (408 CV de potencia), batería de 78 kWh y 660 Nm de par (autonomía de 480 km WLTP) y capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,7 segundos (velocidad punta de 207 km/h)–, me adentro por carreteras reviradas.

El Polestar 2 en este tipo de vía es divertido sobre todo en curvas, muy estable y es difícil buscarle la cosquillas; va sobre raíles, y al ser un compacto va pegado a la carretera. Sinceramente, me ha encantado cómo va. Y el consumo, con aire acondicionado activado no ha sido disparatado: 23,2 kWh/100 km en total.

De todos modos en circulación en ciudad y yendo suave por carretera, el consumo ha sido de 18,8 kWh/100 km, incluso por debajo del oficial que es de 20,2 kWh/100 km.

El nuevo Polestar 2 ya admite pedidos y está disponible desde 47.190 euros, precio al que se le pueden restar 3.500 euros del Plan Moves III.

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