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El motor de flujo axial podría poner patas arriba el coche eléctrico

motor flujo axial

El mercado de los coches eléctricos podría cambiar con la llegada del motor de flujo axial. La empresa británica YASA es el principal fabricante de estos motores.

Más pequeños y ligeros, pero con la misma potencia. Los motores de flujo axial están llamados a convertirse en el futuro de la industria del coche eléctrico. Una revolución que cambiará muchas de las características de este vehículo y que podría suponer un verdadero paso al frente para esta tecnología, haciéndola más viable y, sobre todo, más accesible.

Actualmente, el motor más utilizado en el mercado de vehículos eléctricos es el de flujo radial. La diferencia con el motor de flujo axial la encontramos en el sentido de desplazamiento del flujo electromagnético, siendo paralelo al eje de rotación del motor en los propulsores de flujo axial y perpendicular al eje de rotación en los de flujo radial.

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Esta forma en la que actúa el flujo electromagnético hace que el motor de flujo axial ofrezca una serie de importantes ventajas que lo hacen destacar frente a las máquinas de flujo radial.

¿Cuáles son las principales ventajas de los motores de flujo axial?

Para empezar, ambos motores son igual de eficientes. Sin embargo, el motor de flujo axial es más pequeño y ligero que el de flujo radial, a la vez que ofrece los mismos niveles de potencia. 

YASA es una empresa británica considerada como el principal fabricante de motores de flujo axial y explica que estos motores tienen una sexta parte del tamaño y la mitad de peso que los de flujo radial a igualdad de potencia y par motor.

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En el caso concreto de la compañía británica adquirida por Mercedes, un propulsor de tan solo 25 kilos de peso puede generar casi 500 CV de potencia y un par motor de 800 Nm, por lo que ofrece una mejor relación entre peso y potencia. YASA también asegura que sus motores son entre un 5% y un 10% más eficientes que uno de flujo radial.

Esto también se traduce en que necesitan menos estructura para montar el motor, la batería puede tener menor capacidad energética para obtener la misma autonomía y la estructura que soporta la batería también puede reducirse. A su vez, otros sistemas, como el de refrigeración o los frenos, también pueden reducir su tamaño y peso.

YASA argumenta que, al equipar motores de flujo axial, que tienen un peso más bajo, se puede ahorrar hasta 200 kilos en un coche eléctrico. Esto es posible al reducir el tamaño de la batería y reducir el peso de otros componentes del vehículo, ya que no es necesario que sea tan grande en un coche más liviano.

Al reducir el peso del motor, el peso de la batería (al instalar una unidad de menor tamaño) y aligerar elementos estructurales y de refrigeración, el peso total del vehículo eléctrico se reduce, lo que favorece obtener unos consumos más bajos y, por tanto, un mayor rango de autonomía entre carga y carga.

Esto significa que el nivel de eficiencia puede ser aún más elevado en coches pequeños. Al equipar un motor de flujo axial, obtenemos un coche más ligero que obtiene una mayor eficiencia (menor consumo). Si el objetivo es un rango de autonomía similar al que se obtiene con un motor de flujo radial, se puede instalar una batería de menor capacidad para obtener ese alcance.

Por tanto, se obtienen dos claros beneficios. Por un lado, se reduce el tiempo de recarga de la batería al tener una con menor capacidad energética. Por otro, se abarata el coste de fabricar el vehículo (menos materiales), lo que reduce los precios y los hace más accesibles para muchos conductores que estén pensando en dar el paso para comprar un vehículo eléctrico. 

En otras palabras, ayudaría a democratizar aún más el coche eléctrico. Y eso, en una época de cambio como la que estamos viviendo, con Europa remando hacia la prohibición de vender coches de combustión interna nuevos a partir de 2035, sería realmente favorable.

Primero los equiparán los modelos de Mercedes-AMG

Por el momento, el motor de flujo axial apenas se ha usado en vehículos de producción. Tan solo el McLaren Artura y el Ferrari SF90 cuentan con este tipo de motorizaciones. También lo equipa el Mercedes Vision One-Eleven recientemente revelado, aunque en este caso es un concept car.

La firma de la estrella es propietaria de YASA, aunque permitirá a la compañía británica seguir desarrollando sus motores para otros fabricantes. A pesar de esta permisividad, el objetivo es que los modelos de Mercedes-AMG sean los primeros en recibirlos.

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