La increíble historia del Alfa Romeo GT
Hoy te traemos la increíble historia de uno de los últimos modelos coupés producidos por la marca italiana, el Alfa Romeo GT. Era un bonito deportivo diseñado por Bertone, presentado en 2003 y concebido para disfrutar de la conducción.
La historia de Alfa Romeo está llena de páginas donde los coches coupés tienen un protagonismo destacado. Quizá, el que hoy te traemos no sea el primero que te venga a la cabeza al pensar en un deportivo de la marca, pero es, hasta la fecha, el último coupé que ha producido. Esta es la historia del Alfa Romeo GT.
Solemos establecer el renacimiento de Alfa Romeo a partir de 2007, cuando la aparición de una nueva generación de modelos iniciada con el 8C Competizione y seguida por el MiTo, Giulietta, Giulia y Stelvio, hasta la actualidad.
Pero este Risorgimento de la marca del Biscione empezó, en realidad, varios años antes. Concretamente, a principios de la década de los 2000, cuando Alfa Romeo era consciente de que tenía que dar un viraje si quería recuperar la posición que tuvo durante tantas décadas.
En 2002, la marca italiana sorprendió en el Salón de Ginebra con un espectacular prototipo que acabaría llegando al mercado tres años después. Hablamos del Alfa Romeo Brera, un coupé 2+2 diseñado por Giorgetto Giugiaro, que destacaba por su precioso diseño y sus puertas en forma de tijera.
Eran tiempos en los que los coches coupé gozaban de mucha popularidad, todavía quedaban algunos años para que irrumpieran los SUV. Alfa ya tenía en catálogo un deportivo, el GTV, con una versión coupé y otra spider.
En 2002, presentó el Brera Concept y, en 2003, también en Ginebra, mostró el protagonista de hoy, el Alfa Romeo GT, además de un prototipo de SUV, el Kamal, pero esto es ya otra historia.
La increíble historia del Alfa Romeo GT
El Alfa Romeo GT (Proyecto 125) era una especie de Alfa 156 coupé con el que plantar cara a rivales como el Peugeot 406/407 Coupé, el BMW Serie 3 Coupé o el Mercedes CLK, entre otros. De hecho, estaba construido sobre la misma plataforma del 156 y 147 y compartía elementos de ambos modelos.
Medía 4,49 metros de largo, con una distancia entre ejes de 2,6 metros, parecido al de la berlina, pero era más ancho y más bajo (apenas alcanzaba los 1,36 metros de altura). Era un clásico coupé con una fila de asiento aprovechable, aunque el espacio era reducido, y un maletero de 320 litros, poco para su tamaño, pero no era este su principal reclamo.
El diseño salió del lápiz de Bertone, que tiene un largo historial de colaboración con Alfa Romeo desde los años 50, y evocaba a los Alfa Romeo Sprint de los 80. Lo más destacado es la forma de la zaga, donde encontramos un práctico portón, en lugar de un diseño de tres volúmenes como ofrecían algunos de sus rivales.
En el frontal, era evidente la inspiración en el 156. Lo mismo ocurre el interior, donde también encontramos elementos del 147, aunque con algunas diferencias. El salpicadero muestra un diseño tan orientado al conductor ni tan vertical y está dispuesto en dos alturas diferenciadas.
Tampoco tiene los relojes con información auxiliar en la parte superior del salpicadero, que ahora pasaban a estar integrados en el cuadro de instrumentos, entre las esferas del velocímetro y del cuentavueltas. Al contrario de lo que es habitual en un coupé, el Alfa GT estaba homologado para cinco pasajeros.
En 2006, dos años después de iniciar su comercialización, el GT italiano ganó el certamen de Coche más Bello del Mundo organizado por la revista Automobilia en la categoría de coupé y coupé-cabriolet.
Más gran turismo que deportivo
La gama mecánica del Alfa Romeo GT estaba compuesta por tres motores de gasolina y uno diésel. Entre los primeros, figuraban un 1.8 TS con 140 CV, un 2.0 JTS de inyección directa con 165 CV y el afamado V6 3.2 con 240 CV. El único motor diésel (y el más demandado en nuestro país) era un 1.9 JTD de 150 y 170 CV, que proporcionaban buenas prestaciones con unos consumos razonables.
La oferta de motores es una muestra de cuáles eran las intenciones de Alfa con el GT. En ningún caso se pretendía hacer un deportivo radical, ni siquiera lo era con el motor V6. Además, las prestaciones no eran excepcionales: 0 a 100 km/h en 10,6 segundos para el TS; 8,1 segundos para el JTS; 6,7 segundos para el V6 3.2; 9,2 segundos para el JTD de 150 CV y 8,2 segundos para el JTD de 170 CV.
Más bien, se pretendía ofrecer un coupé para disfrutar al volante y proporcionar un alto placer de conducción, al estilo de los coupés de antaño de la marca. Esto lo conseguía, en parte, porque el GT partía de la base del 156, que ya ofrecía un comportamiento excelente en su momento.
El GT destacaba, además, por una dirección muy rápida que requería apenas 2,25 vueltas de volante, lo que favorecía la conducción en carreteras de curvas. Dependiendo de la versión, el cambio podía ser manual de cinco o seis velocidades, o también automático secuencial de cinco relaciones.
Algo de lo que pecaba era el comportamiento seco de la suspensión, que no filtraba del todo bien los baches, pese a no ser especialmente dura, lo que mermaba un poco la comodidad.
Cómo conseguir un Alfa Romeo GT ahora y qué precios tiene
El Alfa Romeo GT era unos 2.200 euros más caro que un 156 con motor equivalente. La versión más básica costaba por encima de los 25.000 euros y, para comprar un diésel, había que desembolsar entre unos 28.000 y 30.000 euros.
El GT dejó de producirse en 2010, el mismo año que abandonó la cadena de montaje el Brera. Ambos tienen el honor de haber sido los últimos coupés de la marca del Biscione hasta el momento, sin contar con el 8C Competizione y el 4C Competizione.
Actualmente, es fácil encontrar unidades de segunda mano del Alfa Romeo GT. Dependiendo del estado y kilometraje, podemos hacernos con un ejemplar en buenas condiciones a partir de 3.000 euros. Las versiones V6 3.2 son más escasas y cuestan a partir de 13.000 euros.
Etiquetas: Grandes Historias, Coches deportivos
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