El origen del nombre de Alfa Romeo

En 1910 nació la Anonima Lombarda Fabbrica Automobili (A.L.F.A.), un fabricante de automóviles italiano que, prácticamente desde su fundación, ha tenido siempre un vínculo muy especial con la competición. Te contamos el origen del nombre Alfa Romeo.

Aunque la compañía echó a andar, oficialmente, el 24 de junio de 1910, su origen hay que buscarlo unos años antes y en un singular personaje francés llamado Alexandre Darracq.

Por aquel entonces, Darraq dirigía una fábrica de bicicletas en Burdeos, pero pronto quedó fascinado por los primeros automóviles del siglo XX, así que empezó a construir coches, con cierto éxito en Francia. más tarde, decidió exportarlos, abriendo sucursales en Londres, y posteriormente, en Italia. 

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En 1906 inició su actividad en Nápoles, pero estaba muy lejos de Francia, no había buenas conexiones y no era rentable, así que se trasladó a Milán, al número 95 del distrito Portello. 

Sin embargo, además de los problemas logísticos, las ventas de coches en Italia eran reducidas, debido, en parte, al bajo poder adquisitivo. Además, los coches de Darraq eran pequeños, ligeros y económicos, muy del gusto de los franceses de la época, pero carecían de potencia para el público italiano. 

Ugo Stella y Giuseppe Merosi, figuras claves

A finales de 1909, Darracq liquidó la empresa con sus más de 200 empleados. Sin embargo, no todo estaba perdido. El que era director general de la compañía, Ugo Stella, pensó todavía tenía potencial y se hizo cargo de la fábrica con la ayuda de algunos financieros lombardos y la garantía del Banco Agrícola de Milán. 

Aunque la maniobra no estaba exenta de riesgo, Stella tuvo una de las muchas intuiciones con las que está salpicada la historia de Alfa Romeo. Conocía bien su trabajo, había sopesado los riesgos y entendido qué coches deseaban sus clientes. Además, tenía un as bajo la manga: había encontrado al hombre que los iba a diseñar.

Es aquí cuando aparece otra de las figuras clave en la historia de la marca italiana, Giuseppe Merosi, un aparejador que, igual que muchos otros jóvenes de la época (como Darraq) quedó atrapado por la pasión de ese nuevo invento que eran los coches y ya había trabajado en varias empresas del sector.

En otoño de 1909, Stella le pidió que creara dos coches completamente nuevos con potencias de 12 y 24 CV, es decir, más potentes que los Darracq, adecuados a los gustos italianos y con un chasis que permitiera el montaje de carrocerías de prestigio.

En su casa de Milán, en la Via Cappuccio 17, el joven ingeniero trabajó día y noche, y el 1 de enero de 1909 entregó los bocetos del primer automóvil al departamento técnico, el Alfa 24 HP, un coche capaz de alcanzar los 100 km/h y que, cuando salió al mercado, costaba lo equivalente a dos años de salario de un trabajador medio en Italia.

El origen del nombre de Alfa Romeo

Un año más tarde, Merosi desarrolló una versión de carreras del 24 HP, denominada Corsa, más ligero, potente y veloz. Este coche puso a A.L.F.A. en el mapa, sobre todo, en el mundo de las carreras, consiguiendo su primera victoria en la Parma-Poggio di Berceto, en 1913, de la mano del piloto Nino Franchini.

A partir de aquí, la marca italiana empezó a especializarse en el desarrollo de coches de carreras, como el Alfa 40/60 HP, diseñado también por Merosi. Al mismo tiempo, carroceros como Castagna desarrollaron prototipos espectaculares como el ALFA 40/60 HP Aerodinamica, capaz de alcanzar los 139 Km/h.

Como le ocurrió a otros constructores, A.L.F.A. no fue ajena al estallido de la Primera Guerra Mundial y se vio obligada a parar su actividad. Una vez firmado el armisticio, reanudó los trabajos, iniciando una nueva etapa. Fue entonces cuando entró un nuevo propietario, Nicola Romeo. A partir de este momento, la compañía pasó a llamarse Alfa Romeo.