Hyundai Kona 2021, estos son sus 5 peores rivales

Desde su llegada al mercado y, más concretamente, al segmento de los SUV compactos, el Hyundai Kona no ha pasado desapercibido. Tanto es así que ha resultado ser un éxito para Hyundai gracias a un diseño muy personal y dinámico que ha combinado con un interior más clásico que ofrece una amplia gama de equipamiento. A esto hay que añadir una gama de motores diésel y gasolina, cambio manual o automático de doble embrague y sistema de tracción delantera o total. No es de extrañar, por tanto, que se le acumulen los competidores. Hoy te mostramos los 5 peores rivales del Hyundai Kona 2021.

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Ford Puma

El Ford Puma aterrizó no hace mucho tiempo con un original diseño que nada tiene que ver con el coche original del que hereda el nombre. Basado en la plataforma del Ford Fiesta, la marca norteamericana ha apostado por un diseño juvenil combinado con una buena dosis de equipamiento, un notable nivel tecnológico (incluye la tecnología Ford CoPilot 360º) y capacidad de sobra: su maletero es uno de los más grandes con 457 litros oficiales.

Su gama de motores está compuesta por bloques de tres y cuatro cilindros, opciones de gasolina y diésel, potencias que oscilan entre los 120 y los 155 CV y un par de versiones microhíbridas con tecnología de 48 V.

Honda HR-V

La propuesta de Honda tiene como punto fuerte su amplio interior, un maletero con una capacidad muy superior a la media y una versátil modularidad gracias a los asientos traseros: los ‘Magic Seat’ permiten reclinar la banqueta junto al respaldo para cargar objetos grandes. El resto del habitáculo se caracteriza por una sobriedad con ajustes de buen nivel.

En el apartado mecánico el Honda HR-V acaba de lanzar su versión híbrida, pero también está disponible con el tradicional motor de gasolina 1.5 VTEC: la versión de 130 CV ofrece unas prestaciones correctas y eficientes y si se prefiere algo más prestacional se puede optar por el 1.5 Turbo de 182 CV. La tracción es siempre delantero, pero el cambio puede ser manual o automático CVT.

Kia Stonic

El Kia Stonic es otro de esos modelos que han apostado por un diseño fresco orientado a un público joven, una jugada que ha reforzado con múltiples opciones de personalización. Para el interior han seguido la línea de calidad marcada por el Kia Rio combinándola con un espacio correcto. La marca surcoreana ha creado una oferta de motores tradicionales: un par de gasolina (1.25 MPI de 84 CV y 1.0 T-GDI de 100 CV) y un diésel (1.6 CRDi de 110 CV) a los que hay que añadir dos opciones microhíbridas de 100 y 120 CV asociadas al 1.0 T-GDI.

Seat Arona

El primer SUV compacto de Seat llama la atención por las opciones de personalización que ofrece, su nivel de equipamiento y su espacio interior. El Seat Arona es uno de los modelos más dinámicos del segmento, algo que no debe confundirnos: no está preparado para una conducción off-road. Su gama mecánica, igual que en el caso anterior, tiene espacio para opciones tradicionales (un gasolina 1.0 TSI de 95 o 115 CV y dos 1.6 TDI con potencias de 95 y 115 CV) y ecológicas como la variante de gas natural.

Volkswagen T-Cross

Su punto de partida es el chasis del Volkswagen Polo, razón por la que el Volkswagen T-Cross es más corto y más bajo que la mayoría de sus rivales. A pesar de ello es capaz de plantarles cara en la batalla de los maleteros: ofrece 455 litros con los asientos traseros, eso sí, en su posición más adelantada.

Esta solución es uno de los puntos fuertes del T-Cross: si los retrasamos al máximo, los ocupantes de la fila trasera tendrán hasta 72 centímetros para las piernas, el mayor espacio de su segmento. Y todo esto envuelto en un diseño que no deja indiferente a nadie y un interior más sobrio en el que la parte delantera ha sido orquestada en torno al conductor.

Volkswagen ha dispuesto una gama mecánica compuesta por dos opciones de gasolina (1.TSI con potencias de 95 o 115 CV) y una diésel (1.6 TDI de 95 CV). Todos van asociados a una caja de cambios manual de cinco velocidades, menos el más potente que ofrece la opción de unirse a una transmisión DSG de siete relaciones.