Prueba del Hyundai Kona N. ¡Diversión total!

Debajo del Hyundai Kona N hay básicamente un Hyundai i30 N de la última generación. Eso significa: 280 PS y 392 Nm. 

El turbo de cuatro cilindros revisado, con una cilindrada de dos litros, es más espontáneo y despliega su potencia de manera más amplia a través de las relaciones del cambio. 

Por supuesto, el sistema de doble embrague de ocho velocidades de este Hyundai vitaminado también contribuye significativamente a la impresión más ágil, porque con dos marchas más y relaciones más cortas, todo el tango de revoluciones se puede utilizar de manera más eficiente.

Además, Hyundai ha mejorado la capacidad de respuesta del turbocompresor. Mientras que la reserva de presión es más larga, especialmente a velocidades elevadas, asegura que el motor en la parte superior del cuentavueltas no se quede sin aliento tan rápido como a menudo se criticaba en las pruebas anteriores del i30 N. 

Este turbo más eficaz beneficia principalmente a los valores intermedios de aceleración, esto es, en las recuperaciones. 

La combinación llanta-neumático también es la misma que en el i30 N Facelift: 19 pulgadas con Pirelli P-Zero en la especificación "HN". El P-Zero es un neumático deportivo en sí mismo, pero lejos de ser semi-resbaladizo. Sin embargo, le cuesta encontrar agarre durante nuestra prueba en la pista en condiciones mixtas.

Una zaga juguetona

Interesante: el eje trasero tiende a perder la compostura antes de que el delantero comience el subviraje. Para nosotros, esto indica que el Kona N proporciona placer de conducción incluso en condiciones secas, con una parte trasera bastante holgada en cuanto a las posibilidades de deslizamiento. 

La dirección, de entrada, nos ha parecido demasiado suave en un coche con estas pretensiones deportivas, pero al mismo tiempo, no tenemos nada de qué quejarnos en términos de precisión.

Esto va de divertirse al volante

Como tracción delantera pura, requiere algo de manos para llevarlo rápido, pero lo cierto es que una tracción total pesada, aunque hubiera facilitado la tarea, habría costado la dinámica de conducción y, por lo tanto, el placer de conducir. Y eso es importante para Hyundai. 

Pero esto no quiere decir que haya que ser un experto para disfrutar de este Hyundai. Simplemente, lleva un poco más de tiempo cogerle el punto. Y lo cierto es que pone facilidades al conductor para disfrutar de buenas sensaciones. 

Por ejemplo:  la función ‘launch control’ no solo funciona en modo experto, esto es, sino también con una modo Sport del ESP. Es posible que esto no siempre dé como resultado valores perfectos porque la electrónica de vez en cuando regula el rendimiento. Pero a cambio, el conductor medio que no se atreve a apagar el ESP también puede disfrutarlo. Nuestra primera impresión: ¡éxito total!

Diseño, precio y estreno

Los cambios exactos en la óptica aún no se pueden ver por culpa del camuflaje. Pero está claro que es probable que el N parezca más brutal que las variantes más dóciles del Kona, con un splitter delantero mucho más pronunciado, elementos decorativos ennegrecidos y el sistema de escape deportivo de dos tubos. 

Es probable que el producto final obtenga un faldón trasero completamente rediseñado inspirado en el i30 N con un amplio difusor. Y en cuanto al precio, en AUTOBILD prevemos que partirá en torno a los 35.000 euros, a falta de una cifra oficial. Se espera que el Kona deportivo llegue a los concesionarios en 2021.