4 coches que no nacieron SUV y acabaron siendo uno de ellos
“Si no puedes con el enemigo, únete”. Es un dicho triste, pero en ocasiones no queda otra que sucumbir, es la única salida. Algo que los modelos que os traemos a continuación tuvieron que hacer: se olvidaron de sus raíces para sumarse al equipo ganador, el de los todocaminos. Estos son 4 coches que no nacieron SUV y acabaron siendo uno de ellos
Renault Espace
El Renault Espace es el último modelo en sumarse a esta lista. Un caso lógico pero doloroso, puesto que el francés siempre ha sido un referente entre los monovolúmenes, una especie casi extinta debido al auge SUV.
Uno de los pocos que quedaban en la resistencia, finalmente ha sucumbido, algo que en realidad tampoco debería pillar muy de sorpresa puesto que su hermano pequeño, el Renault Scénic, ha ido virando ligeramente en esa dirección de manera paulatina aunque, por el momento, todavía no se ha convertido en un todocamino per se.
El Espace ahora es un SUV de siete plazas, con un diseño musculoso y silueta alargada, una carrocería de 4,72 metros y 677 litros de maletero con todas las filas habilitadas. Solo está disponible con una mecánica híbrida de 200 CV, así que disfruta de la etiqueta ECO de la DGT.
Peugeot 5008
El origen del Peugeot se remonta a comienzos de la década pasada y por aquel entonces nada tenía que ver con el modelo actual: nació como monovolumen, con el diseño de la marca francesa por aquel entonces, que no era tan acertado como el actual. Tenía siete plazas y priorizaba el espacio interior, pero su fórmula no terminó de dar en el clavo.
Fue por eso que el fabricante no dudó en dar un cambio radical a su segunda generación, nacida en 2017, ya en formato de SUV, con una carrocería mucho más contundente y un diseño de formas más esculpidas.
Ford Puma
Tanto este como el siguiente caso son ejemplos controvertidos, puesto que no se trata de la evolución de un modelo, si no de automóviles que, tras un tiempo desaparecidos, fueron devueltos a la vida por sus respectivas marcas… aunque en un formato completamente distinto y utilizando un nombre conocido para buscar un golpe de efecto.
El primero es el Ford Puma, otrora un cupé de tamaño contenido, que podría considerarse un deportivo relativamente asequible, y que cuando renació fue en forma de SUV pequeño, segmento que ha experimentado un auge importante en los últimos años.
Aunque en un primer momento el movimiento causó cierta controversia, la marca del óvalo procuró que, aún siendo un todocamino, tuviera una conducción divertida, más propia casi de un GTI, y lo consiguió. Es un modelo que ha convencido en cualquiera de sus motorizaciones, destacando especialmente la ST de 200 CV.
Mitsubishi Eclipse Cross
Una historia muy similar: otro deportivo de los 90, de origen japonés, que vuelve a la vida convertido en un SUV. El movimiento era lógico para Mitsubishi, pues estaba metida de lleno en la tendencia de los todocaminos, pero muchos aficionados no se tomaron a bien que empleara el nombre de lo que en su día fue un icono.
Desde su lanzamiento ya ha recibido alguna actualización que le ha llevado a venderse exclusivamente como un coche híbrido enchufable, con una potencia de 188 CV y suficiente autonomía eléctrica como para conseguir la etiqueta CERO de la DGT.
Etiquetas: SUV
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