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Comparativa: Volkswagen Tiguan vs Mazda CX-5 y Kia Sportage

El Kia Sportage y el Mazda CX-5 son potenciales aspirantes al trono que ostenta el Volkswagen Tiguan. Comparamos a los tres, para ver de lo que son capaces

La quinta generación del Kia Sportage se ha estrenado a principios de año, con un diseño audaz. Este Kia nunca se pasa desapercibido.

Diseño 

El Mazda CX-5, que ha estado en producción desde 2017 y, por lo tanto, es solo un año más joven que el Tiguan, recibió recientemente solo un ligero lavado de cara, y el Mazda llega a esta comparativa con muchos extras y detalles en verde neón.

Sin embargo, el Volkswagen Tiguan no se duerme en los laureles. El lavado de cara con un frontal revisado, infoentretenimiento optimizado y nuevos asistentes apareció a fines de 2021, lo que supone una buena puesta al día para este SUV.  

Sin embargo, en términos de operatividad, este Volkswagen ha dado algunos pasos hacia atrás en nuestra opinión, porque si bien la unidad de aire acondicionado separada permanece, los controles giratorios fijos y los botones se quitaron del módulo y se reemplazaron con superficies capacitivas con controles deslizantes táctiles. Lo mismo pasa en el volante.

Cockpit CX-5

El cockpit del Sportage da una impresión casi tan moderna como el de su hermano eléctrico EV6, del cual toma el relevo de las dos pantallas grandes y la barra de control con funciones duales para aire acondicionado e infoentretenimiento. 

Además, todo parece sólidamente procesado en el nuevo coreano, aunque abundan los plásticos duros.  El aspecto interior del Mazda es agradable con muchas superficies envueltas en cuero de imitación. Pero en una inspección más cercana, desafortunadamente, comprobamos que las alfombrillas no van bien ajustadas: el lavado de cara no ha solucionado este y algún que otro detalle. 

Cockpit Sportage

Los asientos delanteros del CX-5 son bastante cómodos, pero en comparación tienen menos opciones de ajuste. Los del Kia, de diseño deportivo, se encuentran entre los más cómodos de su clase, con un buen soporte lateral. 

El Tiguan ofrece cómodos asientos delanteros con función de masaje, muchas opciones de ajuste y un buen agarre lateral. Las condiciones de espacio en los tres son relativamente decentes, cuatro adultos con equipaje encontrarán aquí su pequeña felicidad al viajar. 

Cockpit Tiguan

Pero el Tiguan saca el máximo partido a los 4,51 metros de longitud exterior. Y el acceso a la parte trasera es particularmente relajado. Gracias al asiento trasero deslizante que incluye el ajuste del ángulo del respaldo, también gana en la calificación de variabilidad. El asiento trasero del Sportage también se ajusta en inclinación, no así el del el CX-5.

Con una alfombrilla reversible de goma para el área de carga (510-1626 litros), el CX-5 ofrece un buen truco. Además, el Mazda puede aguantar con al menos 350 kilogramos más en el enganche de remolque que el Sportage, que se conforma con 1.650. En el maletero del coreano caben entre 526 y 1.715 litros.

Con 2,5 toneladas, el Tiguan tiene una capacidad de arrastre aún mayor que la del CX-5. Además, el dispositivo se puede instalar de fábrica en VW bajo pedido. En el Kia y el Mazda, el gancho solo está disponible como accesorio. El alemán cubica unos generosos 615 litros, que aumentan a 1.655 con la segunda fila plegada. 

Los tres llevan control por voz, pero el del Mazda es mucho más rígido, mientras que sus rivales permiten una “conversación” más fluida. Dicho de otro modo, el Kia y el Volkswagen te entienden más y más rápido. Además, las funciones del vehículo como la calefacción de los asientos, los elevalunas eléctricos y el portón trasero también se pueden controlar en el Sportage.

Motores y comportamiento

Cualquiera que haya podido probar coches eléctricos con anterioridad se relaja al ver las autonomías. Los tres logran más de 700 kilómetros. El ruido de fondo del diésel, en cambio, suena menos moderno.

Zaga Sportage

Especialmente después de un arranque en frío, ninguno puede ocultar el motor que lleva bajo el capo, particularmente evidente en el Mazda; el Tiguan y el Sportage están mejor aislados.

Al acelerar, el Tiguan tiene la ventaja al principio, pero más allá de los 100 km/h, el CX-5 vuelve a alcanzarlo, con su biturbo de 2.2 litros que llega a las 5.500 vueltas.

Zaga CX-5

El Sportage algo más pausado con su motor nominalmente más débil, pero también es el rey del ahorro, y lleva tecnología de 48 voltios. La transmisión de doble embrague no cambia tan suavemente como la del Tiguan.

La transmisión manual del Mazda garantiza regímenes más alto y, por lo tanto, el mayor consumo. El chasis del CX-5 es tirando a suave, algo que nos ha sorprendido en un Mazda: solo molestará a quienes esperen una conducción muy dinámica, pero para un SUV, este ajuste encaja.

Zaga Tiguan

El Sportage y el Tiguan lo hacen mejor con su suspensión ajustable. El Tiguan tiene un tarado básicamente firme (acabado R-Line con llantas de 20 pulgadas), pero responde un poco mejor las irregularidades. Además, su ESP regula las maniobras evasivas de forma particularmente hábil.

En el límite, el Sportage se nos antoja demasiado duro, mientras que el CX-5 es casi demasiado flemático.

Factores para decidir la compra

El Tiguan se impone en prácticamente todos los apartados, pero también es el coche más caro: el modelo de la prueba cuesta casi 10.000 euros más que el Kia, y caso 15.000 más que el japonés. 

Morros Tiguan, Sportage y CX-5

3er puesto: Mazda CX-5 D 150 AWD. La edad se hace sentir. Sin embargo, por su precio básico particularmente atractivo sigue siendo una opción muy recomendable.

2º puesto: Kia Sportage 1.6 CRDi 48V AWD. Es una elección muy a tener en cuenta porque es un coche moderno y lleno de virtudes, aparte de su generosa garantía. 

1er puesto: VW Tiguan 2.0 TDI 4Motion. Todavía va un pequeño paso por delante de la competencia en la mayoría de los aspectos.

Etiquetas: SUV, SUV compacto

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