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Comparativa del Volkswagen ID.5 y Polestar 2: ¡así, sí nos pasamos al coche eléctrico!

Polestar 2 vs Volkswagen ID.5

Olvídate de los SUV XXL con enormes motores: el Volkswagen ID.5 y el Polestar 2 demuestran de lo que es capaz la movilidad eléctrica

Digámoslo así: el Volkswagen ID.5 y el Polestar 2 endulzan nuestro cambio al coche eléctrico. Porque estos dos SUV de Volkswagen y Polestar movidos con baterías  hacen muchas cosas bien.

Diseño

El formato razonable, el motor económico y el exterior elegante despiertan, como poco, la curiosidad. 

El ID.5 es 14 centímetros más alto que el Polestar con casi las mismas dimensiones. La elegante y potente línea cupé de la serie 2 recuerda más a una refinada berlina hatchback elevada, la etiqueta crossover encaja aquí bastante bien.

En la parte delantera nos sentamos bien integrados en el automóvil y no más estrechos que en el ID.5, pero sí significativamente más bajos (585 frente a 640 mm) y en asientos más estrechos y con menos apoyo. 

Los asientos del alemán muestran más calidad para largas distancias, y solo empaña el conjunto el reposacabezas integrado no ajustable. 

 

En la parte trasera, hay una falta de espacio para las rodillas en el sueco, y el pilar del techo inclinado requiere más movilidad al acceder. 

Detrás se viaja más relajado en el Volkswagen, también porque la superficie del asiento está montada más alta sobre el piso del vehículo y es más larga.

Por lo demás, es más visible y tangiblemente la atención al detalle en el Polestar. Los materiales más refinos y sostenibles y el menos crujidos al pasar sobre adoquines le otorgan más puntos en este apartado que a su rival. 

El sistema de operatividad del cockpit del Volkswagen, que inicialmente fue muy criticado, está mejorando cada vez más, reacciona más rápido y de manera más confiable. 

Las funciones del vehículo, como las ventanas eléctricas, aún no se pueden controlar a través de "Hola, ID", pero la temperatura sí se puede ajustar con declaraciones como "Tengo frío/calor".

Cockpit Polestar

Las entradas a través del control deslizante táctil siguen siendo molestas, los sensibles sensores en el volante continúan provocando errores de funcionamiento. 

El Polestar también impresiona en el interior con un diseño fresco y claro que en gran parte no tiene interruptores ni botones.

Aunque la estructura del menú de la pantalla táctil sigue siendo compleja, funciona bastante bien gracias a los grandes gráficos. El sistema operativo Android de Google incluye Google Mapas y Nave, Spotify y radio online, y puedes añadir más apps de Playstore.

Cockpit ID

Esto funciona de manera excelente, especialmente el controlador de tráfico funciona de manera muy confiable. Además de la radio y la navegación, la temperatura y la calefacción del asiento también se pueden configurar en "Hola, Google"

Comportamiento

Cuando se trata de viajes, el Volkswagen es la primera opción. El respaldo dividido, una escotilla en la parte trasera y el piso de carga doble los ofrecen ambos, pero el ID.5 puede cargar hasta 466 litros más. 

Con su chasis, que se puede ajustar en 15 (!) niveles, y una dirección agradablemente precisa, el ID.5 realmente se destaca tanto cuando toma curvas con prisa como cuando se desliza sin esfuerzo en línea recta, incluso en carreteras secundarias mal pavimentadas. Solo los cráteres muy profundos dejan retumbar con fuerza las grandes llantas de 21 pulgadas opcionales, y los impactos afectan puntualmente a la dirección.

Zagas Polestar y ID.5

El Polestar, que rueda con 20 pulgadas (también opcionales) siempre reacciona con menos suavidad a las irregularidades en las pendientes con baches, y el chasis, a diferencia de una dirección totalmente sintética, es demasiado comunicativo. A cambio, esto hace que transmita una naturaleza más ágil y manejable.

El impulso más vivo también apoya esta impresión. Con 231 CV (27 más que el ID.5), el Polestar avanza con rotundidad. El VW se ve mucho más comedido, especialmente en la parte superior, y se queda por detrás cuando alcanza los 100 km/h, y pierde más de siete segundos cuando alcanza una velocidad máxima de 160 km/h.

Cuando se trata de consumo, el Volkswagen, menos potente pero  123 kilos más pesado, requiere alrededor de 22 kWh/100 km, incluidas las pérdidas de carga, como el Polestar. No es un mal valor, que permite una autonomía de unos 400 kilómetros gracias a las grandes baterías. El sueco logra la mayor potencia de carga, absorbiendo hasta 155 kW de electricidad (el Volkswagen: 135 kW).

Factores para decidir la compra

Así, sí nos gusta pasarnos a la electromovilidad. El ID.5 y el Polestar 2 ofrecen diseños con personalidad, rendimientos más que decentes y, sobre todo, autonomías notables. El Volkswagen, más espacioso y cómodo, gana finalmente esta comparativa por puntos, pero el Polestar ofrece un plus de exclusividad. 

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