A la industria del automóvil europea y estadounidense le ha salido una china en el zapato, nunca mejor dicho. El auge de las marcas chinas se ha convertido en una seria amenaza y, para combatirla, una de las soluciones pasa por contratar ingenieros de países donde sus sueldos son más bajos. 

Suena horrible, pero es así. Los fabricantes de automóviles luchan por recortar los costes de producción para competir con las marcas chinas, que empiezan a expandirse por todo el mundo. 

Ya hace mucho tiempo que fabrican sus vehículos en otros países donde los costes laborales son más bajos, pero ahora, grupos como Stellantis dan un paso más allá y buscan en el extranjero los ingenieros necesarios para desarrollar los coches, contratándolos por mucho menos de lo que pagaría a un europeo o estadounidense.

Según un informe de Bloomberg, Stellantis contrata la mayoría de sus ingenieros en países como Brasil, India y Marruecos para reducir los costes de desarrollo. Un ingeniero de uno de estos países puede costar unos 50.000 euros al año o menos, mientras que un europeo puede oscilar entre 140.000 y 180.000 euros.

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Una de las soluciones para luchar contra los coches chinos es contratar ingenieros donde sus sueldos son más pequeños

Actualmente, las marcas chinas son las únicas capaces de fabricar coches eléctricos por el mismo precio que uno de combustión, mientras las marcas europeas y norteamericanas recurren a plataformas y baterías de nueva generación que les permiten recortar distancias. Pero no es suficiente.

La nueva tecnología, más barata, es sólo una parte de la solución a los problemas más generales relacionados con los costes en el mercado automovilístico occidental, incluida la ralentización de la demanda de coches eléctricos. 

Los recortes de plantilla, como la reducción de 400 empleados que hizo Stellantis en Estados Unidos en marzo, y el cambio en la forma de contratar nuevos empleados también desempeñarán un papel clave. 

Los recortes no se aplican a los sueldos de los altos directivos

Según el mencionado informe, la empresa tiene previsto contratar 500 trabajadores más en Brasil, que se sumarán a los 4.000 que ya tiene allí.

"Siempre hay más potencial en lo que respecta a la disciplina de costes. Vamos a seguir optimizando nuestros costes laborales”, declaró a Bloomberg Natalie Knight, directora financiera de Stellantis. Dicho de otra forma, mano de obra más barata y aumento del margen de beneficios.

En cambio, donde Stellantis no parece que vaya a meter la tijera es en los sueldos de los altos directivos, ni tampoco parece tener intención de externalizar las funciones de director general en esos mismos países (Brasil, India o Marruecos).

En 2023, el máximo dirigente del gigante de la automoción, Carlos Tavares, se embolsó nada menos que 40 millones de dólares (37 millones de euros), un 56% más que en 2022.