Comparativa: BMW M2 vs. Porsche Cayman GTS 4.0

BMW sigue la tradición M con el recién estrenado G87: motor longitudinal y propulsión trasera, pero desafortunadamente con una ligera tendencia a la sobrecarga en la distribución de peso.

Y es que en general, el nuevo BMW M2, a pesar de sus dimensiones exteriores compactas y abundante aluminio en la estructura, es un automóvil pesado: según nuestra balanza, ejerce una presión de 1750 kilogramos sobre el asfalto. 

El Porsche Cayman, en el historial de pruebas de AUTO BILD, ya ha desafiado a varios modelos M (incluso más potentes), y se presenta una vez más, en este caso, en su variante 4.0 GTS en la línea de salida del circuito. 

Además, el Porsche viene con claras declaraciones de intenciones: la lógica equilibrada del motor central de un verdadero deportivo, el enérgico motor atmosférico de cuatro litros conocido de otros modelos GT, y la pegajosa mezcla de tracción con neumáticos traseros de 265 mm y una carga de ruedas homogénea. Además, el Porsche se siente más ágil, pesa casi 300 kilogramos menos que el BMW.

Comportamiento en la pista

Esto se refleja en el circuito. Dirección más directa, retroalimentación más fina, menos masa en la parte delantera, reacciones en curvas más delicadas y precisas en general: un Cayman se conduce con la punta de los dedos, sigue inmediatamente todos los deseos del conductor, mantiene exactamente las trayectorias, se comporta como programado, incluso puede seguir milimétricamente los bordillos.

Las mismas maniobras se sientes más desconectadas en el BMW. Esto comienza con la posición de conducción significativamente más alta en relación con el asfalto. Mientras que el conductor de Porsche siente que está conduciendo un kart, comparativamente, el piloto de BMW siente que está manejando un autobús.

Además, el BMW reacciona con más inclinación en los cambios de dirección bruscos, y a velocidades constantes en curvas amplias tiende a subvirar más que el Porsche más firmemente dirigido. Sin embargo, esto no importa: a pleno rendimiento, la sensación de más peso del M2 desaparece de inmediato.

Hay que apuntar, sin embargo, que el nuevo M2 es sorprendentemente sensible a las temperaturas de los neumáticos. Por lo tanto, BMW recomienda condiciones de presión especiales (bajas, 2.1 bares) para disfrutar en la pista.

El M2 agradece también una vuelta de introducción suave con superficies de rodadura agradablemente templadas y, como resultado, con una adherencia óptima. En este estado, se pueden lograr tiempos y calificaciones excepcionales.

El neumático mixto surte efecto; incluso con el control de estabilidad desactivado, el automóvil se puede conducir sin estrés en el límite, provocarlo, incitarlo y llevarlo al límite hasta un suave giro de la parte trasera. 

El BMW, más potente… y rápido

Con un comportamiento de dirección predecible, mucha adherencia lateral y una tracción enorme, se mantiene pegado al Porsche. Para quitarle algunas décimas en la salida de las curvas, el M2 cuenta con la ventaja de 60 CV adicionales y un control de tracción ajustable de varias posiciones.

Aunque el Cayman recupera parte del terreno gracias a los frenos más dosificables y al impulso adicional hasta la mitad de la curva, al final los dos coches están separados por aproximadamente cuatro décimas de segundo. 

La vuelta más rápida en el circuito del Contidrom la completó el Porsche en 1:32,62 minutos, mientras que el BMW cruzó la meta después de 1:32,24. La mayor potencia del motor del M2 juega a su favor: el motor de seis cilindros en línea biturbo de tres litros moviliza 460 CV y 550 Nm de par motor. 

La forma rústica de BMW de administrar la potencia es completamente distinta al cautivador y auténtico grito del motor bóxer de seis cilindros de cuatro litros y aspiración natural del Cayman. Este bloque cultivado, potente y mecánicamente franco envía de manera elástica y lineal 400 CV y 430 Nm de par motor a las ruedas traseras.

Por dentro

El cockpit del Porsche consta tacómetro central, llave a la izquierda y el conductor en el centro de atención. Muy cómodos son asientos deportivos en una altura de instalación óptima, parcialmente ajustables eléctricamente, un soporte lateral extremo. Y tiene una impecable transmisión automática de doble embrague manejada por una palanca de cambios "mecánica".

El BMW se presenta con fibra de carbono reforzada, y botones rojos en el volante para programas deportivos. Lleva baquets deportivos en la primera fila con excelentes refuerzos laterales. Y no falta el reconocido centro de control iDrive de BMW, de lo mejor que existe en el mercado 

Conclusión

Puesto 2: BMW M2 Coupé. Motor potente, chasis con actitud, un poco rezagado en rendimiento de conducción, pero se ha ganado nuestros corazones. 

Puesto 1: Porsche 718 Cayman GTS 4.0. Menos potencia, por lo tanto, vueltas más lentas. El resto: motor más refinado, más ágil y conducción más honesta.