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Prueba BMW Serie 3 2016, mejora en lo justo

¿Se ha quedado un pelín anticuado el BMW Serie 3? Aquí tienes la respuesta...

Prueba del nuevo BMW Serie 3, un modelo del que en el otoño de 2011 estuve en la presentación de su actual generación: BMW Serie 3 (F30). Tuvo lugar en Barcelona y recuerdo que acudí hasta ella con un Mercedes Clase C: aprovechamos para hacer un cara a cara y publicamos una bonita prueba. 

Esa versión del Serie 3 mejoró los inconvenientes que tenía el anterior modelo (E90) en apartados como el confort. Hay que reconocer que los BMW de principios de 2000, si llevaban la suspensión deportiva M, eran demasiados incómodos. Este hecho se hacía más evidente en coches como el BMW X3 (E83) que iba durísimo de suspensión si escogías la amortiguación deportiva. Durante la presentación del Serie 3 en Cataluña tuvimos la oportunidad de conducirlo en el Circuito de Montmeló. ¡Me encantó el coche! Gracias a la suspensión adaptativa, era la primera vez que BMW tenía un coche que podía ser muy confortable y, a la vez, no perder el típico carácter de la marca que tanto me gusta. ¡Un producto redondo!

Ahora, después de cuatro años, me vuelvo a poner a los mandos del nuevo BMW Serie 3 y, además, lo hago en un año muy importante para este modelo. Durante 2015 se ha cumplido el 40 aniversario del lanzamiento del Serie 3. Se presentó al mundo en 1975 bajo la generación E21 y, en aquel momento, la versión más deportiva era el 323i con 143 CV de potencia. ¿Estará  a la altura su sucesor? 

Hoy ha amanecido un día lluvioso, pero tengo la intención de comprobar dónde está el trabajo que han realizado los ingenieros de BMW. Desde la marca indican que han  centrado sus esfuerzos en poner a punto la suspensión, optimizar la dirección y, sobre todo, darle un punto de mayor confort al vehículo. Sobre todo en el apartado de rumorosidad interior. Tengo delante de mi el depósito de combustible completamente lleno y todo el día para analizar este producto a fondo. 

Ya he podido comprobar que por fuera los cambios son menores. Tendrás que hilar fino si quieres apreciarlos, pero haberlos los hay. Los faros delanteros son de nueva factura y la tecnología xenón ha dejado paso a los faros LED opcionales. Es decir, de serie equipa los típicos halógenos, pero si quieres una dosis de visión extra tienes los LED (1.130 euros) y los LED autoadaptables (2.042 euros) que rizan el rizo. Fruto de las nuevas ópticas, los rediseñados riñones (recurso estilístico de BMW) y el nuevo paragolpes delantero, el Serie 3 ofrece una imagen más musculosa y grita: "¡Aquí estoy chicos!" Esto se lo dice a coches como el Audi A4, Mercedes Clase C y Jaguar XE, que son más modernos.

En la parte trasera también se aprecian cambios. Las ópticas traseras estrenan tecnología LED y su nueva iluminación aporta un toque de diseño en la oscuridad gracias a la línea que describen las bombillas LED. ¿Dinámicamente? ¡Perfecto!

Analizado el coche por el exterior, llega el momento de pasar dentro. Pero voy a ir directo a su comportamiento. Después te contaré los cambios que hay... Toca encender el motor y apreciar los cambios que no se ven. Lo primero que me llama la atención es lo bien aislado que está el propulsor del habitáculo. El típico sonido a diésel de cuatro cilindros pasa desapercibido y la sonoridad al ralentí es de 58 dB. ¡Buen dato! Un Jaguar hace lo propio con 60 dB y el novísimo Audi A4 deja el marcador del sonómetro en 57 dB. Pero a 100 km/h, tanto el A4 2.0 TDI como el 320d tienen la misma cantidad de ruido en el habitáculo: 64 dB. 

Pero no solo se ha mejorado el aislamiento con materiales sonoros, también se han cambiado los soportes de motor, por lo que se transmiten menos vibraciones al interior. ¿Resultado final? Una berlina media que se mueve por el asfalto como si fuera una alfombra de seda. Esta virtud la agradecerán los conductores que realicen muchos kilómetros al año porque, no hay que olvidar, que el motor diésel del 320d da para mucho. En concreto, para 1.010 kilómetros si tienes en cuenta que he obtenido un consumo medio de 5,6 l/100 km durante mi recorrido de pruebas. Este test se realiza por carretera nacional, autovía y ciudad. Si solo circulas por autopista y lo haces a una velocidad de 120 km/h, podrás obtener un consumo medio de 5,0 l/100 km e incrementar su autonomía hasta los 1.140 kilómetros. Como puedes ver, no está nada mal para un coche con 190 CV de potencia.

Sí, el BMW 320d 2015 ha incrementado la potencia máxima desde los 184 a los 190 CV. Te aseguro que es un cambio inapreciable, lo que no quita para que el motor tenga un tacto suave, empuje con mucha energía en todo el régimen de revoluciones y tenga un gran partner para ofrecer un funcionamiento casi perfecto: la caja de cambios automática de ocho velocidades. Está disponible desde 2.455 euros y es el mejor aliado para tu Serie 3. Si andas justo de presupuesto, olvídate de la tapicería de cuero Dakota (2.042 euros) o del sintonizador de TV (1.940 euros), pero no te lleves el coche del concesionario sin la transmisión automática. Siempre lo digo, está fabricada por ZF, es la misma que lleva el BMW Serie 7, el Serie 1, los Rolls-Royce o el Audi A8 y es la mejor caja de cambios automática por convertidor de par del mundo. Además, esta transmisión se luce por completo si escoges el chasis adaptativo (1.255 euros) que te permite desde un modo de conducción confortable a otro más deportivo, pasando por uno ecológico más otro estándar. Si tienes un 320d con 190 CV, más cambio automático y chasis adaptativo no querrás saber nada más del avión a la hora de viajar de Madrid a Barcelona.

Valoración

Nota8

En esta prueba del BMW Serie 3 2016 vemos si sus pequeños cambios le acercan al actual Audi A4, su gran rival entre las berlinas premium

Lo mejor

Mejora en el confort de marcha gracias a una suspensión más equlibrada

Lo peor

El espacio en las plazas traseras sigue siendo demasiado justo

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