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Cupra Formentor VZ5 y Cupra Born, los amantes del Círculo Polar... y del baile sobre la nieve

Conducir con un eléctrico como el Cupra Born sobre nieve y hielo es un reto, pero también una sorprendente diversión

Cupra Snow Experience 2022. Quizá sea porque ver estampas nevadas evoca una vínculo emocional que retrotrae a la Navidad, a la infancia, a un mundo más inocente. O quizá sea porque estar en el mismísimo hogar de Santa Claus hace aflorar el niño que llevamos dentro. O simplemente es porque cuando eres testigo de un espectáculo de la Naturaleza como la aurora boreal te sientes minúsculo.

Sea por el motivo que sea, Finlandia inspira muchas emociones. Y estas se intensifican cuando aterrizas en Rovaniemi, la capital de la Laponia finlandesa, la única urbe urbe en medio de un gigantesco trozo de hielo y nieve denominado Círculo Polar Ártico.

La ciudad de Rovaniemi (FInlandia) a vista de pájaro
La ciudad de Rovaniemi (FInlandia) a vista de pájaro

Gabriel Jiménez

Cómo no sentirse como niño con zapatos nuevos cuando te brindan la oportunidad de poner a prueba a los modelos Cupra Cupra sobre la nieve y el hielo.

Sí, dos modelos con perfiles distintos, pero el mismo espíritu deportivo: por una parte el Cupra Born, el primer coche eléctrico de la marca española, emparentado con el Volkswagen ID.3, pero con mucho más carácter dinámico y que transmite mucho más emoción, gracias a un tren de rodaje marca de la casa Seat. De lo bueno, lo mejor. 

Potencia de 150 kW (204 CV) en el eje trasero (propulsión, como mandan los cánones), 310 Nm de par inmediato y hasta 424 kilómetros de autonomía, que habrá que ver cómo la gestiona la batería con temperaturas tan gélidas como las que hay en el Círculo Polar Ártico.

El Cupra Born en plena curva del circuito helado de Rovaniemi (Finlandia)
El Cupra Born en plena curva del circuito helado de Rovaniemi (Finlandia)

Por el otro, el Cupra Formentor VZ5. Se trata de la versión "veloz" del Cupra Formentor, del que solo se van a comercializar 7.000 unidades para otros tantos afortunados.

El Formentor VZ5, en cuyo desarrollo ha participado el piloto Jordi Gené [dale al play del vídeo que abre este contenido, donde nos cuenta muchos detalles que le gustan del Formentor VZ5], es un portento de coche.

Bajo su silueta SUV coupé se esconde un poderoso motor de cinco cilindros de origen Audi y que desarrolla 390 caballos, tiene un par de 480 Nm y acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 4,2 segundos. 

Preciosa instantánea del Cupra Formentor VZ5 circulando sobre nieve
Preciosa instantánea del Cupra Formentor VZ5 circulando sobre nieve

El Cupra Formentor VZ5 cuenta, además, con un ingenio tecnológico que le aporta más control y estabilidad en curvas: el Torque Splitter. Se trata de un sistema de reparto de par funciona mediante dos embragues independientes con control electrohidráulico.

La misión del Torque Splitter es distribuir la fuerza del motor en los apoyos en curva, no solo entre los ejes delantero y trasero, sino también entre las ruedas izquierda y derecha del eje posterior. Con todo ello, el Formentor VZ5 es, además, mucho más ágil en las condiciones más exigentes.

Si a todo ello se suma el Control de Chasis Adaptativo (DCC), con 15 niveles de ajuste de la amortiguación, y que cuenta con un modo Drift para experimentar en circuito cerrado de un nivel de dinamismo y diversión superiores, se puede afirmar que el Cupra Formentor VZ5 es un artefacto de cuidado.

Dos Cupra Cupra, como comentábamos líneas más arriba, con perfiles distintos pero el mismo espíritu deportivo. Pero, ¿y qué tal les sienta la nieve y el hielo?

Frenar para romper el hielo

Precisamente para romper el hielo y empezar a hacerse a las sensaciones de circular con un eléctrico por firme tan desafiante, lo mejor es ir de menos a más, y comenzar con unas pruebas de frenada cuesta abajo y con obstáculo de esquiva. Y lo haremos con el Cupra Born.

Vamos con el ESC desconectado y lo importante es frenar con todas las fuerzas del mundo, que salte el ABS, tener claro hacia dónde queremos ir, mirar hacia el objetivo, no a lo que tenemos cerca.

Al igual que en un coche de combustión, hay que frenar a tope para poder esquivar un obstáculo
Al igual que en un coche de combustión, hay que frenar a tope para poder esquivar un obstáculo

No es más que el aperitivo de lo que vendrá después: el circuito de hielo. No sé cómo lo hacen los pilotos finlandeses... Bueno, sí lo sé. Para empezar, para sacarse el carné de conducir en Finlandia todo candidato ha de superar esta frenada con esquiva. Y me parece una magnífica decisión.

Decía que no sé cómo lo hacen los finlandeses, pero al menos a mí se me acumula el trabajo en el circuito. Mirar al fondo, acercarse al vértice, busca la salida... pero... ¡cómo demonios distingo una cosa de otra si está todo blanco!

A fuerza de practicar la trayectoria ideal va saliendo, y con más confianza, más diversión. El ESC off en realidad no desconecta del todo en el Born, y eso se nota cuando le exiges en curva. Aunque lo más difícil es ser fino fino con la dirección y el gas.

Aunque cuando el Born se coloca por inercia en la curva, y el tren trasero te da un par de latigazos controlados, la emoción te recorre todo el cuerpo. Por un instante echas la mirada al horizonte, y ves cómo el sol de media tarde rasga el cielo rojos y naranjas, mientras los rayos del sol (pobretones) reverberan en la nieve y el hielo. Son segundos de puro espectáculo... te enamoras del lugar.

Y llega la noche y la magia hace su aparición. Nos avisan de que esta noche clara se va a poder ver la aurora boreal. Solo había visto una vez, en Islandia y fue un momento imborrable. Y entonces, mientras estamos cenando, nos gritan: "The Northern Lights!!!!" ("¡la aurora!").

Todo un espectáculo de la Naturaleza: la aurora boreal
Todo un espectáculo de la Naturaleza: la aurora boreal

Gabriel Jiménez

Y con esa imagen me voy a la cama, pensando en el siguiente día. Otra mañana soleada en este desierto de nieve y hielo y con una montura de cuidado: el Cupra Formentor VZ5.

Antes de empezar la experiencia, el propio Jordi Gené nos da unas nociones básicas. El Formentor VZ5 es un artefacto con mucha potencia y el agarre en estos lares es mínimo.

Nos habla del Círculo de Kamm, que representa gráficamente las cargas que un neumático puede estar sometido. Para mantener la estabilidad se debe cumplir que la suma de la fuerza de tracción y la fuerza de guiado no supere nunca el límite de adherencia de los neumáticos. De lo contrario, el coche perderá estabilidad, un extremo muy plausible sobre hielo y nieve.

Jordi Gené explicando el Círculo de Kamm
Jordi Gené explicando el Círculo de Kamm

Lo mejor para entrar en calor es tomarle la medida al Cupra Formentor VZ5 en pista. Y para ello nada mejor que haciendo un tramo del Arctic Rally (Rally del Ártico) que se disputa desde 1966.

Nos cuenta Jordi Gené que ese tramo atraviesa una pista privada en cuyos alrededores vive gente adinerada que lo que menos quiere son locos del automóvil yendo a todo trapo al volante de un Cupra Formentor VZ5. Nos portaremos bien... Pero, ¿cómo no venirse arriba?

Es una vía estrecha, flanqueada por taludes de hielo cubierto de nieve. Vamos en caravana, sin sobrepasar los límites, y eso que el Formentor VZ5 se siente como el patinador artístico Javier Fernández: en su elemento. Y eso no quita que en ciertos momentos el juguetón tren trasero te dé un sustillo...

Imagen del tramo del Arctic Rally desde un Cupra Formentor VZ5
Imagen del tramo del Arctic Rally desde un Cupra Formentor VZ5

Pero el subidón de adrenalina llega cuando regresamos al circuito. Y eso que el trabajo vuelve a acumularse: mira allí, cuidado con el gas, suave con la dirección, frena a tope, gira...

Primero con el modo ESC off el Cupra Formentor se muestra más controlable, y cuando te pasas con el gas, gruñe maravillosamente, pero es demasiada potencia, y en ese firme no necesita tanto. Hay que hacer manos y más manos, hasta que el Formentor se endereza. Y vuelta a empezar.

Probamos el modo Drift. Antes de entrar en faena, un escalofrío recorre mi cuerpo: no es frío, es emoción, como la que produce el amor... El fabuloso bacquet deportivo me acoge en su seno, como si supiera que quiero que me acune.

¡Al lío! En modo Drift, el Cupra Formentor VZ5 es menos controlable; es un espíritu libre que como le fuerces mucho te abandona a tu suerte. Se me vuelve a amontonar el trabajo... Sentimientos encontrados: por una parte no quiero hacer un trompo, pero por el otro este purasangre me pide caña. Piso el acelerador con mesura pero de forma constante, y por un momento parece que bailo.

El Cupra Formentor VZ5 en circuito de hielo de Rovaniemi
El Cupra Formentor VZ5 en circuito de hielo de Rovaniemi

Por un momento, cuando el trabajo no se me acumula y todo lo hago como hay que hacerlo, parece como si el Cupra Fomentor VZ5 bailara un vals... Pero de pronto se rompe la magia, me paso con el gas y del vals pasamos al rock&roll, mientras que el motor gruñe y gruñe. Se me va el tren trasero, corrijo, y vuelvo a corregir, pero la diversión no me la quita nadie.

Llega el momento de recapitular. Reza la canción que "cómo se puede querer a dos personas a la vez y no estar loco". En este caso, los dos Cupra me han gustado, cada uno a su estilo. Eso sí, el que más loco me ha vuelto es el Formentor VZ5. Son las cosas del querer...

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