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Prueba: el nuevo Cupra Born de 204 CV

El primer eléctrico de Cupra llega con buena maneras

Estoy a punto de iniciar la prueba del nuevo Cupra Born de 204 CV, pero en mi cabeza aparece con fuerza otro coche. Sí: lo has adivinado el Volkswagen ID.3.

Y es que ambos modelos son algo más que compañeros de grupo: ambos utilizan la misma plataforma MEB y, no nos vamos a engañar, gran parte de lo que no se ve, también.

Pero por ahora nos quedamos en el exterior. De lado, el Born no puede negar su parecido con el eléctrico que en teoría estaba llamado a cambiar las reglas del juego; a ser el Volkswagen Escarabajo de los eléctricos.

Vídeo: Cupra Born contra Hyundai Kona EV

Un ADN muy claro

El lateral es idéntico al del ID.3, aunque el Centro de Estilo de Seat, ubicado en Martorell, le ha dado un nuevo frontal más agresivo y una trasera con la habitual firma lumínica de la marca que recuerda a la del Formentor.

En el caso del nuevo deportivo de Cupra, el puntito pionero lo da el que es el primer eléctrico de la marca y, de paso, añade algo de morbo el tema de que en principio iba a ser un modelo de Seat.

Me acomodo en los asientos tipo bacquet de serie. En Cupra dicen que son sostenibles porque utilizan materiales reciclados procedentes del mar y que cumplen con los estándares de la iniciativa SEAQUAL.

También es sostenible el coche, que es el primer modelo del Grupo Volkswagen con plataforma MEB en alcanzar las cero emisiones netas de CO2.

Todo esto está muy bien, de eso no hay duda, pero es el momento de iniciar la prueba del nuevo Born: me esperan unos cuantos km al volante del Cupra y, como no puede ser de otro modo, estoy deseando iniciar la marcha.

Me acomodo en un habitáculo espacioso, bien diseñado... y que me recuerda inevitablemente a su primo de Wolfsburgo. No sé si esto es bueno o malo, pero yo tengo que admitir que no me disgusta.

El clásico cuadro de relojes deja paso a una pantalla pequeña con la información necesaria. Por no mencionar siempre al mismo coche, he de decir que ocurre lo mismo con otro modelo del grupo: el Skoda Enyaq. Y te demuestra que no necesitas más. 

Interior del Cupra Born 2022

Un Virtual Cockpit como lo veníamos conociendo hasta ahora está muy bien y muy bonito, pero al final tantas opciones de visualización y tantos colorines no aportan tanto y al final acabas con el cuadro de relojes habitual.

El resto de la información la tienes en la pantalla central de 12 pulgadas con el sistema de infotainment típico de Cupra: botones virtuales grandes y una lógica de manejo aceptable que acabas por dominar con el paso del tiempo.

Ya hemos hablado largo y tendido de sus desventajas, como la necesidad de apartar la vista de la carretera durante un tiempo innecesariamente largo para hacer cosas que antes ni pensabas, como cambiar la temperatura o la emisora, así que no voy a entrar más ahí.

En Cupra han dotado al Born de una dinámica específica que, eso aseguran ellos, se diferencia de la del ID.3. El eje delantero McPherson y la trasera multilink de cinco brazos se han calibrado específicamente para este modelo aseguran un comportamiento con más feeling.

Lo cierto es que ya desde el inicio se intuye un coche ágil, aunque es más suave de lo que pensaba. En Cupra dicen que tiene una “dirección progresiva” y lo cierto es que es muy agradable de utilizar, aunque quizá, de nuevo, la esperaba más directa

Aun así, creo que tiene el peso adecuado en cada modo de conducción. En las versiones más potentes, las que tienen el pack e-Boost que sube hasta 231 CV, aparece un modo un poco más radical denominado Cupra, aunque en los modelos normales tienes que conformarte con el Range, Confort, Performance e Individual.

Un motor que gira a 16.000 rpm

Inicio prueba del Cupra Born por los alrededores de Barcelona. Desde el primer kilómetro disfruto de unas reacciones instantáneas al pedal del acelerador y me beneficio de la suavidad del sistema eléctrico mientras avanzo por el tráfico urbano en dirección a Sitges.

El motor eléctrico está ubicado en el eje trasero, es capaz de girar a 16.000 rpm y proporciona 204 CV (aunque hay una opción e-Boost que sube hasta 231 en combinación con las dos baterías más grandes, la de 58 y 77 kWh) que suelta de manera bastante suave: quizá un poco de mala leche en el modo más deportivo hubiera estado bien.

Las reacciones al acelerador son inmediatas y al final te acostumbras a la precisión que te da un modelo de este tipo. Además, con la frenada regenerativa tienes un aliado al conducir, ya que al levantar el pie el coche decelera y no necesitas pisar el freno tanto.

En cuanto a esto, en Cupra han optado por dejar la configuración estándar de la plataforma MEB detrás, con tambores, aunque colocando unos discos más grandes delante: 330x23 mm en el modelo de 204 CV y 340x27 en el caso del de 231 CV.

En autopista disfrutas de una calidad de rodadura elevada que se une a una estabilidad lineal fuera de toda duda. El Born puede montar ruedas de 18, 19 y 20 pulgadas: mi unidad de pruebas lleva unos Bridgestone Turanza Eco 215/45 R20, lo que ayuda a mantener esa línea recta.

¿Y en zona de curvas? Una de las ventajas de los eléctricos, al menos como los conocemos ahora, es que llevan las baterías por lo general en el suelo del coche, entre las ruedas, lo que proporciona un centro de gravedad muy bajo. En este caso, mi unidad de pruebas utiliza un equipo de 58 kWh que pesa 343 kilos y permite un alcance teórico de 424 km.

Volviendo a la dinámica, mantiene el tipo en zonas rápidas. En una secundaria bien asfaltada, no tendrás ningún problema en seguirle el ritmo a cualquier compacto deportivo equiparable.

¿Y cuando la cosa se retuerce? Bueno, a su favor tiene un reparto de pesos del 50% que siempre ayuda a mantener las reacciones del coche bajo control. Y aunque el Cupra Born sea de propulsión, no es un coche que te exija demasiado. Si sales de un giro pisando a fondo, notarás que, en todo caso, el ESP corta de raíz un posible sobreviraje.

Sin duda deja un buen sabor de boca, aunque tras esta primera prueba, creo que lo primero que mejoraría del Cupra Born si pudiera es el tacto del pedal: no es que se dosifique mal la frenada, pero el tacto te “recuerda” que es un coche eléctrico. Creo que otros modelos han conseguido dar mejor con la tecla, aunque sean más caros. Sí: estoy pensando en el BMW i4, por ejemplo.

Y ya que estamos con lo negativo, déjame que me quede un poco en el volante. Asumimos ya que los botones desaparecen en favor de los sistemas táctiles que te obligan a mirar a donde no debes: en lugar de mirar a la carretera, te tienes que ‘pelear’ para subir la temperatura, cambiar  la radio, buscar el ordenador de viaje...

Interior volante Cupra Born

Pero los mandos táctiles en el volante... Creo que aún tienen que mejorar mucho. Como ocurre en el Golf, al ser táctiles, no es extraño que actives algo con la palma de la mano al volantear. En el VW activas la calefacción del volante; aquí cambias el volumen o modificas la velocidad del control de crucero.

Pero lo cierto es que el sabor general es positivo, también gracias a su buena vida a bordo. Las plazas traseras son grandes y la banqueta ofrece una buena postura y un mullido adecuado.

Lo mismo ocurre si te sientas al volante. Una posición natural, con todo orientado hacia el conductor y con un habitáculo bien pensado con todo a mano y con huecos para dejar cosas.

Como conclusión, diría que tras la prueba del Cupra Born, creo que un modelo como este de 204 CV puede alardear de ofrecer prestaciones ‘casi’ de compacto deportivo convencional y, sin duda, conseguir conectar con su conductor a la hora de disfrutar al volante.

Valoración

Nota8

Hemos probado el Cupra Born, el primer modelo eléctrico de la marca de deportivos española que hace gala de una imagen más fresca y un comportamiento más divertido.

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