Prueba Volvo XC60 T6 Recharge, lujo y confort en silencio

La ofensiva eléctrica de Volvo es imparable. Tiene el objetivo de vender un millón de coches electrificados en 2025 y por ello está acelerando la transformación de su portfolio, con un mayor protagonismo en esta primera fase de los híbridos enchufables. Y a la cabeza de ella se sitúa el Volvo XC60 T6 Recharge de esta prueba, un PHEV que entrega en total 340 CV.

Y lo hace con tres señas de identidad: lujo, confort de marcha y silencio. Lujo por la presencia de materiales de primera en el interior, acabados realmente cuidados y un diseño exterior protagonizado por un imponente frontal, donde los faros con forma de martillo de Thor siguen siendo la seña de identidad de los nuevos modelos suecos. La principal novedad con respecto al resto de la gama es la trampilla para abrir la toma de carga eléctrica, situada sobre la rueda delantera izquierda.

Así se carga y aguanta su batería eléctrica

Empecemos por esa gran novedad, la posibilidad de cargar su batería de 11,6 kWh para lograr una autonomía eléctrica homologada de 54 kilómetros. Yo he conseguido un máximo de 44 en conducción normal, pero suficientes para la mayoría de desplazamientos urbanos diarios. Y eso supone un considerable ahorro en combustible, más todavía en estos tiempos donde el precio de la gasolina anda disparado. Además, este XC60 permite que inicies la marcha en total silencio y lo mantengas siempre que elijas el modo de conducción eléctrico puro.

Salgo a carretera abierta y es hora de seleccionar el programa hybrid, el más utilizado. En él se combina la fuerza de ambos motores (un gasolina de 2,0 litros con 253 caballos de potencia y un eléctrico de 88 CV) para dar un máximo de 340 caballos. ¿Cómo lo hace? Pues sobre todo un suavidad y refinamiento. No te esperes una sensación de pegarte al asiento, la entrega es lineal y constante hasta acercarse a las 5.000 rpm. A esa manera de funcionar contribuye el cambio automático al que se asocia, de transiciones rápidas y sin escalones.

Un SUV hecho para rodar y rodar

Esa suavidad se traslada a la respuesta dinámica general de este Volvo XC60, que antepone el confort sobre todo. Rutero por excelencia, afronta largos viajes con una suspensión que filtra todo con independencia del estado del asfalto. Es cierto que eso un implica un pequeño peaje en forma de balanceo a la hora de afrontar un tramo de curvas en un puerto, aunque ese es no es habitat más natural para este modelo. 

Siempre se moverá más por autovías y ciudad, con un habitáculo donde hay espacio de sobra para cinco adultos y un maletero de 468 litros. Eso son 37 litros menos que las versiones diésel o gasolina puras y se deben a la presencia de la batería eléctrica. El cargador se esconde un práctico hueco bajo el suelo de carga y apenas resta espacio.

Precio del Volvo XC60 T6 Recharge

¿Cuánto pide Volvo por este XC60 T6 Recharge? Yo he probado el R-Design, un acabado de diseño más deportivo y cuesta 64.700 euros. Eso sí, puedes acceder a la versión básica por 60.950 euros. ¿Es caro o barato? Pues nada mejor que compararlo con sus rivales para definirlo. Dos comparaciones: un BMW X3 PHEV cuesta 62.500 euros y por el Audi Q5 PHEV tienes que pagar 60.210 euros.