Prueba Ford Mustang Mach-E Rango Extendido: el que te lleva más lejos

Como buen Mustang Mach-E, la puerta del conductor se puede abrir mediante un pulsador, que no es ni especialmente cómodo ni ergonómico. Cosas del diseño. Dentro, la sensación de amplitud es tremenda, tanto en la fila delantera como detrás y, lo que más llama la atención, sin duda, es la enorme pantalla vertical que gobierna el centro del salpicadero. 

Mide 15,5 pulgadas (39,37 cm), y en realidad es lo único que vas a necesitar para gestionar todas las funciones del coche, así que más vale que te hagas con ella rápido. ¿Lo bueno? Los botones son grandes y exhibe una perfecta organización de los menús, así que no tardarás demasiado en adaptarte.

Prueba del Ford Mustang Mach-e GT: su galopada engancha

Lleva el software SYNC 4, el más avanzado de Ford hasta la fecha, y el hardware lo mueve con suficiente fluidez (es compatible con Android Auto y Apple CarPlay sin cables). 

Como ejemplo de su funcionamiento, el sistema de navegación planifica la ruta teniendo en cuenta la autonomía que te queda, los puntos de carga y el tiempo que es necesario parar en ellas para llegar al próximo punto o destino. 

No es la única pantalla que hay en el interior: detrás del volante tienes un display de 10,2 pulgadas que sirve de instrumentación. Tiene la información básica sobre autonomía, el porcentaje de la batería, velocidad, etc... Pero se me antoja demasiado sobria en su presentación y no tienes posibilidad de personalizar los datos que ofrece.

Mucho espacio en ambas filas

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La calidad general percibida es buena, aunque hay detalles mejorables, como el tacto de los plásticos en la parte baja de la consola y de las puertas. No obstante, todo parece estar ensamblado de manera sólida. 

En las plazas delanteras el diseño es limpio y prácticamente despejado de botones y palancas, aunque no tanto como en un Tesla Model 3 (el selector del cambio y el botón del freno de mano apenas ocupan espacio). 

Detrás, hay sitio de sobra para las rodillas y, por anchura, pueden viajar tres adultos de talla normal sin ir excesivamente apretados (como no hay un árbol de transmisión bajo el habitáculo, el suelo es completamente plano).

Si hablamos de volumen de carga, el Mach-E tiene dos maleteros: el trasero y principal ofrece 402 litros de capacidad y un espacio bastante aprovechable, ya que los pasos de rueda no interfieren mucho. En la parte delantera tiene otro maletero de 81 litros bastante práctico.

Prueba del Ford Mustang Mach-E Rango Extendido

Toca ponerme en marcha: el eje trasero lleva un motor eléctrico que es el encargado de desplazar los más de 2.100 kilos que pesa este Mach-E. No son pocos, pero los 294 CV de fuerza y los 430 Nm de par se muestran más que suficientes. 

Hay tres modos de conducción y se llaman de una forma bastante peculiar: son Whisper, Active y Untamed que corresponden a los clásicos Eco, Comfort y Sport de siempre. Cada uno de ellos afecta a la respuesta del acelerador, la dirección, el control de estabilidad y los frenos. 

¿Cómo se siente? El Mustang Mach-E es, ante todo, un coche cómodo. Si le pisas a fondo responde con contundencia, pero no es un amante de las curvas. En ese sentido, el peso y las inercias que generate obligan a levantar el pie y tomarte con calma las curvas más cerradas, ya que si no lo haces puedes sufrir un incómodo subviraje. 

Las suspensiones tienen un tarado claramente orientado al confort (cosa que me parece un acierto): pasa por los baches con bastante talento y tu espalda no se va a quejar en los viajes largos por carretera.

Y sí, he dicho viajes largos, porque este Mustang eléctrico cuenta con la batería de iones de litio que llega a los 99 kWh y sólo tiene un motor al que alimentar, así que es el Mach-E que más lejos te puede llevar de toda la gama. 

Oficialmente anuncia 600 kilómetros de autonomía con una sola carga, pero sólo podrás acercarte a esa cifra si eres muy delicado con el acelerador y tienes una orografía favorable. En mi recorrido de pruebas, he logrado un consumo de 20,2 kWh, lo que te da para hacer casi 500 km, un dato que, aunque alejado del oficial, no está nada mal. 

No obstante, ten en cuenta que esa cifra es bastante susceptible de aumentar considerablemente en virtud de si llevas o no la calefacción encendida o te decides por una conducción algo más dinámica. Es algo común a todos los eléctricos, no solo de este Mustang.

Para cuando necesites echar mano a los cables de carga, está bien que sepas que Ford ha embarcado un cargador de 10,5 kW para que lo puedas enchufar en un poste de corriente alterna, mientras que si te decides por un punto de carga rápido, en corriente continua, vas a poder hacerlo a 150 kW (pasa del 0 al 80% de la batería en menos de una hora). 

No son tiempos ni cifras récord, pero no están mal (el Kia EV6, por ejemplo, hace gala de sus 240 kW de potencia máxima admisible y reduce los tiempos a unos escasos 18 minutos para pasar del  0 al 80% de la batería). 

Lo que está claro es que, aunque no sea lo más top del mercado en recargas eléctricas, este Mustang Mach-E de rango extendido opta por derecho propio a ser el único coche que haya en tu casa, ya que te permite planificar viajes largos con una autonomía real bastante convincente.