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Prueba del Ford Mustang Mach-e GT: su galopada engancha

Ford se ha superado con su Mustang eléctrico y ofrece esta versión apellidada GT que supone nada más y nada menos que 487 CV, tracción integral y unas prestaciones de infarto, con un sprint de 0 a 100 km/h en solo 3,7 segundos. Agárrate que vienen curvas...

Lo primero que llama la atención es su estética. Si al Mustang Mach-E normal le sumas un gran faldón delantero, nuevas entradas de aire para refrigerar los enormes discos Brembo (con pinzas en rojo), llantas de 20 pulgadas, un llamativo difusor trasero y un espectacular color naranja, ya tienes el cóctel perfecto para llevarte todas las miradas allá por donde pases. En otras palabras: el coche de la prueba, el Ford Mustang Mach-E GT no es apto para vergonzosos. 

Lo vas a poder diferenciar del resto de la gama porque todos los GT tienen la parrilla de color negro y en los extremos del parachoques delantero hay unas aberturas verticales que también son exclusivas de la versión más potente. En el lateral, las llantas son más grandes (de 20 pulgadas y también con un  diseño específico), los pasos de rueda son del color de la carrocería y en la zaga vas a encontrar el logo GT en lugar del caballo galopando.

Dentro, poca cosa: te vas a encontrar con unos asientos que te van a sujetar mejor la espalda (es necesario debido al aumento de prestaciones) y también cambian ligeramente los materiales de las puertas y parte del salpicadero. Por lo demás, nada te va a poner en la pista de que estás ante la versión más potente.

Más potencia y prestaciones 

Con esta versión, Ford ha querido ofrecer el no va más en su flamante 100% eléctrico para los que lo quieren todo en términos de prestaciones: sus dos motores eléctricos (uno en cada eje) suman un total de 487 CV y regalan un increíble par de 860 Nm. ¿Qué significan esas cifras en la práctica? Pues que si hundes el pie derecho sin contemplaciones vas a sufrir un notable cosquilleo en el estómago del que te recomiendo que te recuperes pronto para empezar a calcular dónde frenar. De verdad que las sensaciones que ofrece este GT en su respuesta son brutales.

 

Otra cosa es lidiar con sus 2.348 kilos de peso cuando llegan las curvas, porque las inercias que genera semejante masa no son nada desdeñables. Pero Ford ha sabido estar a la altura del reto y ha hecho una mejora significativa del chasis. Y digo esto porque este Mach-E GT se nota mucho más sujeto al asfalto que el resto de la gama. 

La culpa la tiene la suspensión inteligente MagneRide que se erige como elemento fundamental para controlar las oscilaciones de una carrocería tan grande y pesada. En otras palabras: no te crees cómo se agarra este mastodonte al asfalto hasta que lo pruebas (los neumáticos Pirelli PZero también tienen su parte de responsabilidad). Eso sí, si sobre una carretera en buen estado vas a poder elevar el ritmo sin problema y sin apenas merma del confort, en un asfalto más roto vas a suplicar que el tramo se acabe pronto, porque estas suspensiones no saben filtrar tan bien las irregularidades.

Prueba del Ford Mustang Mach-e GT

Por contra, una de las características más destacables de este chasis es, sin lugar a dudas, su puesta a punto: es divertido y justifica perfectamente su apellido GT. Si en apoyos fuertes insistes un poco más de lo normal con el pie derecho vas a notar un claro carácter sobrevirador que lo hace más excitante todavía. No te pienses que la trasera se va a mover tanto como en un Ford Mustang de combustión, pero sí que percibes claramente la ligera deriva del tren trasero que puedes controlar fácilmente desde el volante. Y para ser justos, aplaudo este comportamiento, porque es algo que identifican muy bien a los modelos más dinámicos de Ford (el Ford Focus y Fiesta ST son un claro ejemplo). 

Frenos sobredimensionados

Otro de los apartados en los que la marca del óvalo ha tenido que trabajar a conciencia ha sido en los frenos. Con buen criterio ha decidido aumentar el diámetro de los discos delanteros pasando de los 362 mm a los 385 para este GT, con pinzas de cuatro pistones delante. Con las más de 2,3 toneladas de peso, te podrás imaginar el enorme desempeño que tienen que hacer si decides divertirte en una carretera de muchas aceleraciones y frenadas. Aguantan bastante bien el tipo, pero aun así hay un aspecto en el que sí deberían mejorar: el del tacto y la progresividad de la mordida. No es del todo lineal y eso se traduce en una merma de la suavidad con la que quieres frenar. 

Es cierto que es un mal que aqueja de alguna u otra forma casi todo coche eléctrico, pero hay ya algunas marcas que han llegado a un resultado más convincente. Lo bueno es que, en la práctica, las distancias de detención son buenas y con el metro en la mano acabas por confirmar que este Mach-E GT dispone de un equipo de frenos confiable y eficaz. 

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La dirección es otro de los elementos que, a ritmos ágiles, pide una mayor firmeza e información. Es demasiado asistida y filtra demasiado de lo que pasa bajo las ruedas. Es rápida, pero a la velocidad a la que puedes viajar con 487 CV bajo tu pie derecho necesitas tener un mayor conexión con el chasis.

En cuanto a consumo y autonomía, el coche de la prueba, el Ford Mustang Mach-e GT cuenta con un as que lo hace muy competitivo: su enorme batería de 99 kWh que le proporciona una autonomía de 500 kilómetros teóricos. En la práctica es difícil que te acerques a esa cifra oficial, pero si moderas tus excesos con el pie derecho, puedes superar fácilmente la barrera de los 400 kilómetros sin prescindir de elementos de confort, como la calefacción de los asientos, la del volante o la del propio climatizador. 

Prueba del Ford Mustang Mach-e GT

Los tiempos de carga obviamente van a depender del tipo de poste en el que hagas la operación. En corriente continua vas a poder disfrutar de 150 kW de pico máximo. Es un buen dato, y contrasta con la cifra más modesta de la carga máxima aceptada en corriente alterna, de solo 10,5 kW (estaría bien que en algún momento Ford hiciese una actualización y ofreciese un cargador embarcado que llegara  a los 22 kW). No es lo más top del mercado, pero también es más que suficiente para el día a día. 

Conclusión:

Ford sube la apuesta en su Mach-E con una versión GT que no solo ofrece más potencia, también tiene el mejor chasis de toda la gama. Faltan por limar algunos apartados como el tacto del freno y tener una dirección más comunicativa. En precio es algo más caro, por ejemplo, que un Tesla Model Y de 480 CV.

Valoración

Nota8

Realizamos la prueba del Ford Mustang Mach-e GT: un eléctrico de 487 CV, tracción integral y unas prestaciones de infarto, con un sprint de 0 a 100 en solo 3,7".

Lo mejor

Aceleración. Ligera deriva del tren trasero.

Lo peor

Peso. Interior muy parecido al Mach-e menos deportivo. Suspensiones no filtran asfalto roto.

Etiquetas: SUV

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