Probamos el BYD Seal U, un SUV eléctrico con mucho que contar

El BYD Seal U que protagoniza esta prueba es un SUV eléctrico del segmento D. Mide 4,79 metros y sus precios parten de los 42.290 euros (a esto llegamos más adelante) lo que le permite moverse entre los SUV del tamaño del Model Y (4,75 m, desde 43.970 euros) o Mustang Mach-E (4,71 m, 54.000 euros).

Sin embargo, también está cómodo en el de los que tienen un precio en la parte baja de los 40.000 euros como podría ser el MG Marvel R (4,67 m).

Uno de sus puntos fuertes es la cantidad de tecnología que ofrecen, muy en la línea de los modelos premium. 

Y es que esa palabra, premium, surge durante la presentación del modelo, donde hacen hincapie en que eso de “premium” no tiene que ver con el precio, sino con la tecnología: “no somos BMW o Mercedes”, aseguraba Mike Bellinfante, el director de Comunicación de la marca en Europa.

Diseño e interior: moderno y vistoso, con algunas 'cositas'

Es de agradecer que no quieran parecer lo que no es, aunque por su aspecto se podría decir que se trata de un modelo como poco en la parte superior del segmento. 

Para mí sin duda es uno de sus puntos fuertes. Utiliza el lenguaje de diseño Ocean X que ha salido del lápiz de Wolfgang Egger, el encargado de dibujar los modelos de la marca china y que en su historial posee modelos como el Alfa Romeo 8C Competizione o el Audi A5 Sportback. 

En vivo no me da la impresión de ser tan grande porque todo encaja de manera bastante armoniosa. Las llantas de 19 pulgadas (con trabajo aerodinámico para reducir la resistencia a la rodadura) encajan en unos pasos de rueda bastante dimensionados.

La línea exterior recuerda al BYD Seal (lee aquí su prueba), aunque por dentro es algo más sobrio. Aun así, el diseño del BYD Seal U me parece atractivo. 

Tiene todos los controles a mano y la pantalla central de la versión que estoy probando (15,6 pulgadas) es suficientemente grande como para albergar unos botones virtuales fáciles de localizar y además tiene el truco habitual de BYD, ya que es giratoria y permite formato vertical u horizontal. 

La estructura de menús es similar a la de otros modelos de BYD, lo que creo que es bueno porque tiene una lógica de manejo más que aceptable y aunque tiene muchas opciones, son relativamente sencillas de encontrar.

También hay una pantalla para el cuadro de relojes bien diseñada y estructurada, aunque creo que debería mejorar la nitidez de visualización: cuando hay mucha luz no es que se vea mal, pero queda todo un poco lavado.

La tercera pantalla es la del Head-Up Display. Yo no soy muy amigo de llevar una fiesta de luz y color donde debería estar viendo la carretera, pero el diseño de este HUD me parece bastante acertado, con la velocidad en grande y otros datos relevantes algo más pequeños.

En cuanto a la calidad de acabados, la verdad es que no está mal, pero tampoco es como para tirar cohetes. En la consola central, el selector del cambio de cristal brilla con luz propia, y quizá por eso se nota un poco demasiado el abuso de plásticos para todo lo que le rodea, incluidos los pulsadores plateados.

Pero el salpicadero utiliza cuero vegano de buen aspecto y está unido por costuras impecables y en general todo lo que puedes ver es agradable al tacto y a la vista.

Motor: suave, pero suficiente

Todos los BYD Seal U tienen el mismo motor de 218 CV, aunque la diferencia está en el pack de baterías. La versión básica tiene 71,8 kWh (420 km), aunque yo estoy probando el tope de gama (acabado Design), que monta una de 87 kWh capaces de homologar 500 km entre cargas.

Su funcionamiento es suave: no esperes aceleraciones contundentes como en algunos coches eléctricos, porque el mapeado del acelerador incluso en modo Sport es tirando a conservador. 

Quizá los más de 2.000 kg de peso de esta versión también tengan algo que ver, aunque en general no vas a echar en falta más punch porque el SUV se mueve bien en cualquier situación.

Dinámica: un coche cómodo al que no le debes pedir más

El BYD Seal U es un coche familiar pensado para ir con calma por la vida, lo cual está genial: si no buscas lo que no te puede ofrecer, te resultará bastante satisfactorio.

Donde mejor se encuentra en ciudad, donde saca partido de una dirección muy suave y de un tarado de suspensiones en la parte suave de la tabla.

Eso también le va bien en autopista, donde disfrutas de una buena estabilidad lineal y de un aislamiento acústico muy bueno gracias a su doble acristalamiento (también tiene función calorífuga).

Donde lo pasa peor es en carreteras secundarias con muchas curvas. La dirección es incapaz de proporcionar el feeling que necesitas para saber lo que ocurre bajo las ruedas y tienes la sensación de que el tren delantero está desconectado del coche.

No diría que va mal en este terreno porque sigue siendo cómodo y silencioso, pero diría que no es tan satisfactorio como puede ser el Seal o incluso el Atto 3.

Precio: competitivo, sobre todo con todas las ayudas

El BYD Seal U tiene dos acabados en los que el equipamiento es generoso, por lo que estás ante uno de los modelos que tiene la mejor relación entre calidad, equipamiento y precio.

El acabado Comfort parte de los 42.290 euros sin ayudas y cuenta con un equipamiento con todo lo necesario, además de detalles como la pantalla giratoria de 12,8 pulgadas, el techo de cristal panorámico, asientos de cuero vegano de accionamiento eléctrico (el del pasajero está fijo) o cámara de 360 grados.

Si tomas en cuenta todas las ayudas del Moves III con achatarramiento (7.000 euros) y la aportación de la marca (1.210 adicionales) y sin incluir transporte y costes de matriculación, el precio incluyendo todas las ayudas y promociones parte de los 34.080.

En cuanto al acabado superior, se denomina Design. Su precio es de 45.790 euros y añade Head-Up Display, pantalla de 15,6 pulgadas, sistema de sonido Infinity y dos cargadores inalámbricos para dos móviles de manera simultánea. En total, con el Moves III y la aportación de BYD, quedaría en 37.540 euros.

En resumen: un SUV completo que puede ser una buena opción

Como resumen, te diría que si alguien me dice que se quiere comprar un BYD Seal U, no le voy a mirar raro. Y es que se trata de un SUV eléctrico muy apto para el día a día y capaz de hacer viajes largos si puedes superar la limitación de su maletero.

Pero con u consumo contenido (unos 19 kWh/100 km reales durante esta prueba, en la que no he conducido de manera especialmente eficiente), puede ser una elección muy interesante para los que rehúyen la corriente Tesla o no quieren gastarse más dinero del necesario.

En definitiva, un buen modelo que a buen seguro va a animar las ventas de eléctricos en este segmento en cuanto llegue en primavera.