Guía de compra: diésel, gasolina o eléctrico. ¿Qué tipo de propulsión es la más adecuada?

Los precios de la energía están subiendo sin parar. Aquellos que dependen de un automóvil para su día a día tienen que calcular y comparar si quieren cambiar de coche. En el segmento de los compactos, en concreto, hay una gran variedad de sistemas de propulsión, desde el diésel clásico, que aquí presenta el A 220 d, pasando por el sistema híbrido (no enchufable) que Toyota ha estado usando durante casi un cuarto de siglo y que aquí introduce el Corolla, que cuenta con el apoyo de una pequeña batería que recupera energía cuando se circula por inercia o se frena.

La fórmula eficiente del Mazda3 e-Skyactiv X es apostar por una gran cilindrada (dos litros) y una alta compresión similar a un diésel, en lugar del turbo habitual. Esto tiene como objetivo aumentar la eficiencia. De hecho, logra una autonomía de hasta 677 kilómetros.

También traemos aquí un modelo híbrido enchufable, como el Peugeot 308 Hybrid 180, que permite cubrir distancias cortas de forma 100% eléctrica: en este caso fueron 32 km. 

Y, finalmente, un coche eléctrico puro como el VW ID.3, con una batería de 77 kWh, que es capaz de recorrer una distancia de 366 km antes de tener que volver a enchufarlo.

Para obtener un ganador y descubrir qué tipo de sistema de propulsión es más rentable calculamos los costes fijos durante cuatro años. Te podemos adelantar que al hacer los números nos sorprendimos con el resultado.

Plug-in Hybrid (híbrido enchufable): Peugeot 308 Hybrid 180 - Coste por kilómetro: 0,36 euros

El objetivo es descubrir si el 308 híbrido enchufable ofrece lo mejor de ambos mundos o simplemente un mal compromiso. Lo que habla a su favor es que durante esta prueba ha sido capaz de circular 32 kilómetros con cero emisiones. Además, su mecánica híbrida es potente y silenciosa. Eso sí, al contar con dos motores, el peso se eleva. Con 1.651 kg (solo el VW ID.3 pesa más) el consumo se ve negativamente afectado. 

El bloque de gasolina gasta 6,2 l/100 km, cuando la batería se ha agotado, que no está nada mal; pero el consumo de energía del motor eléctrico en carretera (29 kWh) es excesivo. Ese es un gasto propio de un SUV eléctrico grande, como el Audi e-tron, pero no de un compacto. 

El precio también es un poco elevado. Con 34.700 euros, es 7.000 euros más caro que el Mazda3. Y el hecho de que esté por delante del Toyota Corolla en el coste por kilómetro solo es gracias al descuento gubernamental de 5.000 euros. Sin él, sería el segundo más caro tras el Mercedes Clase A, con un coste de 45 céntimos/km.

Gasolina (encendido por compresión) Mazda3 e- Skyactiv X - coste por kilómetro: 0,35 euros

Cuadro de mandos con relojes redondos clásicos de fácil lectura, una caja de cambios de seis velocidades similar a un joystick y un habitáculo reducido a lo esencial. Para los locos de la tecnología, el Mazda3 es como una clínica de rehabilitación rodante. 

Su motor de gasolina de dos litros es suave y la verdad es que no sorprende por su empuje, a pesar de tener 186 CV de potencia y de contar con ​​un compresor. La parte buena es que el consumo en esta prueba ha sido de solo 5,3 litros. Teniendo en cuenta que el Mazda es más barato que el resto y que tiene una menor depreciación, resulta el ganador final con un coste por kilómetro de solo 35 céntimos.

Híbrido: Toyota Corolla 180H - coste por kilómetro: 0,39 euros

Mucho plástico duro, un diseño peculiar... Toyota no se lo ha puesto fácil a sus clientes en los últimos años. Pero, al mismo tiempo, ofrece un producto plenamente fiable y ahorrador. Los japoneses son los pioneros en los coches híbridos, porque llevan ofreciendo esta tecnología desde el primer Prius en 1997. 

Y así es como se sigue conduciendo el Corolla. Ambos motores (gasolina y eléctrico) funcionan juntos de manera ejemplar. El peso en vacío es de solo 1.455 km, el consumo medio de 4,9 litros. Todo muy fácil y sencillo. Pero como el Toyota Corolla no está disponible como híbrido enchufable, no tiene descuento gubernamental y el coste por kilómetro es el segundo peor: 0,39 euros.

10 razones por las que seguir comprando coches diésel

Diésel: Mercedes A 220 d - coste por kilómetro: 0,48 euros

Aquellos que tienen que recorrer distancias largas son los que deben saber apreciar las ventajas de un motor diésel (sin olvidar que los propulsores de gasóleo actuales son mucho más limpios que los de antaño). En este caso, el Clase A 220 d ofrece 400 Nm de par y 190 CV, que le permiten acelerar de 0 a 100 en siete segundos y declarar una velocidad máxima de 235 km/h. 

Y, pese a estas buenas prestaciones, en esta prueba ha marcado un consumo de solo 4,2 litros, lo que corresponde con una autonomía de 1.020 km. ¿Se te ocurre algo mejor y más eficiente para hacer infinitos viajes por carretera? Es cierto que queda el último según el coste por kilómetro, que ha sido de 48 céntimos de euro, pero eso se debe a su elevado precio de compra, que es de 42.139 euros y eso que hemos no hemos sumado ningún tipo de extra. 

Para que te hagas una idea, aunque sea un ejemplo ficticio, con un precio base de unos 34.000 euros hubiera sido el ganador.

Eléctrico: VW ID.3 Pro S - coste por kilómetro: 0,36 euros

El bisnieto del VW escarabajo entra silenciosamente en escena. El ID.3 quiere ser el nuevo Volkswagen Golf. Desafortunadamente, en términos de calidad, se queda atrás en la comparativa directa con su hermano de combustión. 

Si recorres estos kilómetros te interesa comprar más diésel que coche gasolina

Para sus 4,26 metros de longitud ofrece mucho espacio interior y cuenta con el maletero más grande todos los que aquí presentamos (385 -1267 litros). Con la gran batería de 77 kWh de la versión Pro-S y un consumo de 21 kWh cada 100 kilómetros logra recorrer al menos 366 kilómetros. Que sea el más caro de todos, con 42.325 euros no tiene por qué molestarnos, ya que, al ser un vehículo eléctrico puro se beneficia de un descuento de 7.000 euros con el Plan Moves. 

Así, de un coste por kilómetro de 48 céntimos pasa a 36 céntimos. Ahora VW solo tiene que mejorar en calidad...

Nuestra opinión

Cinco formas distintas de tratar de ser lo más eficiente posible. El clásico diésel es aquí el perjudicado, con un coste por kilómetro de 48 céntimos, algo que se debe a su elevado precio de compra. La falta de financiación del Gobierno echa para atrás al clásico Toyota híbrido. Los descuentos del Plan Moves ayudan muy mucho al 308 y el ID.3. Pero la sorpresa la da el motor gasolina Skyactiv X del Mazda3, que gana debido a lo poco que se deprecia, porque lo cierto es que tiene los mayores costes de combustible de todos.