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Roba un tanque y protagoniza una persecución policial de dos horas

Persecución policial
Desde Estados Unidos nos llega la que puede ser la persecución policial más impresionante de los últimos tiempos, en la que un individuo a los mandos de un tanque tuvo durante dos horas en jaque a la policía de Virginia.

Como muchas de las cosas que suceden día a día en Estados Unidos, lo que hoy os vamos a contar parece más digno de una película de Hollywood. Pero no, os aseguramos que es real como la vida misma. Como ya sabéis, en el país de la bandera de las barras y estrellas una persecución policial está a la orden del día. Muchas de ellas no pasan de lo cotidiano cuando están protagonizadas por coches del montón. La cosa cambia, claro está, si el perseguir es un vehículo militar de grandes dimensiones.

Esto es lo que ha sucedido en Virginia, donde un hombre 'tomó prestado' esta especie de tanque de Fort Pickett, la base de la Guardia Nacional, situada cerca del pueblo de Blackstone. Según informa la CNN, el vehículo fue robado poco antes de las 8 de la tarde del pasado martes, transcurriendo algo menos de dos largas horas hasta que la policía pudo tomar el control de la situación. Durante ese tiempo, el intrépido conductor atravesó multitud de calles y carreteras.

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Otro de los puntos curiosos de esta persecución policial es la velocidad a la que se ha desarrollado, ya que el vehículo militar en cuestión no podía superar las 40 millas por hora, que en 'nuestro idioma' son unos 64 km/h. Sí, un poco como la carrera de coches tuneados que sale en la película de 'Ali G'. Pero ojo, porque a pesar de que todo transcurriese con lentitud, el daño que podía causar el conductor del tanque era bastante por la fortaleza de éste.

Toda esta bizarra historia llegó a su fin a las 9:40 horas de la tarde, cuando el sospechoso se detuvo en la calle East Broad de Richmond. Como no se mostró especialmente cooperativo, la policía tuvo que usar la fuerza para reducirle y ponerle a disposición judicial, no sin antes pasar por el hospital para hacerle un pequeño chequeo médico. Por suerte no hubo que lamentar ninguna víctima durante esta acción policial, que bien podría haber acabado mucho mejor. ¿Y quién es el ladrón? Al parecer un soldado al que se le estaba yendo de las manos la juerga nocturna...

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