El Nissan IMx adelanta el primer SUV eléctrico de la marca

Nissan juega en casa en el Salón de Tokio 2017 y ha dado el primer golpe sobre la mesa de la cita presentando el Nissan IMx, un prototipo que ofrece la visión de la marca sobre cómo tiene que ser un SUV 100% eléctrico. La marca no ha confirmado su hipotética llegada a producción, pero si ha expuesto que entrará en el segmento de los crossover eléctricos dentro de unos años. Y llevar a cabo el plan no debería ser difícil, puesto que consistiría en adaptar todos los elementos y la tecnología del actual LEAF (evolucionados, por supuesto) al formato de todocamino.

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Se desconocen sus dimensiones, pero parece que están en la línea de las del compacto, incorporando una nueva vuelta de tuerca al lenguaje de diseño de la compañía. La siempre presente parrilla V-Motion ejerce de elemento alrededor del que se articula todo, formando un frontal de lo más agresivo y lleno de líneas afiladas tanto en los grupos ópticos, como

en el paragolpes o el los rectilíneos pasos de rueda. Con el color blanco como protagonista, el negro del techo y los diversos detalles rojos recuerdan a las versiones Nismo de la marca.

Si silueta predomina la aerodinámica y las grandes superficies acristaladas hacen que el interior sea de lo más luminoso, un interior formado por cuatro plazas individuales (que serán cinco en la variante de calle) y que da una sensación de gran amplitud. A esto contribuye también el hecho de que el habitáculo es realmente minimalista, con apenas los asientos, una consola de control, el volante, los pedales y un HUD que en realidad es un panel de instrumentos OLED panorámico que ofrece imágenes del exterior.

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Nissan Leaf 2018 (15 imágenes)

Esto se debe a que, aunque se puede conducir, cuenta con una versión evolucionada del sistema ProPILOT que ya desarrolla un Nivel 5 de autonomía, en el que, si así se desea, es innecesaria la intervención del conductor. Así pues, el Nissan IMx se encarga por sí mismo de gestionar los 320 kW de potencia y los 700 Nm de su sistema de propulsión, generados por dos motores eléctricos acoplados uno a cada eje, confiriéndole tracción integral. Todo el suelo del vehículo está formado por baterías de alta densidad (aunque de capacidad todavía desconocida) con las que la autonomía por carga es de hasta 600 kilómetros. Cuando está parado, como parte de sus funciones Vehicle to Home y Vehicle to Building, se puede conectar a la red eléctrica para “devolver” energía y actuar como generador.