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El Nissan GT-R más extremo del mundo es cosa de Franco Scribante Racing

Nissan GT-R
Franco Scribante Racing ha creado el que probablemente sea el Nissan GT-R más extremo del mundo, al menos en lo que se refiere a su aerodinámica. Y no sólo eso, sino que bajo su piel esconde un motor que supera los 1.000 CV de potencia.

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Las carreras de montaña son una de las disciplinas deportivas del motor más espectaculares. Más que por su desarrollo, que no deja de ser una lucha contra el crono pura y dura, por los coches que allí compiten. Estos necesitan la máxima potencia y el máximo agarre posibles, lo que da lugar a creaciones como el Nissan GT-R del que hoy os vamos a hablar. Es propiedad de la formación Franco Scribante Racing, y podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que se trata de la versión más extrema que jamás hayamos visto con 'Godzilla' como protagonista.

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La primera aparición de este monstruo del asfalto no se va a hacer esperar. Será en mayo, cuando tenga lugar en Sudáfrica el Jaguar Simola Hillclimb. Será la primera competición de todas en las que tome parte la formación italiana, aunque de momento se desconocen los lugares en los que podremos ver a este impresionante GT-R.

Aunque parezca mentira, el Nissan GT-R que ves en las imágenes que acompañan a este artículo mantiene bajo su capó el motor V6 biturbo de 3.8 litros original, aunque la recepción de diferentes y numerosas modificaciones le han llevado a superar los 1.000 CV de potencia. De hecho, haya algunos medios que hablar de 1.600 y de un potencial de más de 2.000. Nada confirmado por parte de sus creadores, no obstante.

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Toca hablar ahora de la aerodinámica de esta bestia, que empieza a 'dar el cante' gracias a la presencia de un splitter delantero cuyas dimensiones son más propias de la pala de un quitanieves. Pero no, es una estudiada pieza de fibra de carbono destinada a generar el mayor agarre posible en el frontal, algo para lo que se apoya en un segundo alerón en esta zona. La compensación la tenemos en la zaga, donde se ha instalado otro alerón también de muy grandes dimensiones, que se completa por otras piezas como las taloneras, un difusor de aire y unos guardabarros de mayor anchura.

El interior de este Nissan GT-R ha recibido una completa cura de adelgazamiento al eliminarse cualquier elemento que no esté enfocado por y para el rendimiento, además de haberse instalado un volante y un cuadro de instrumentos de competición, un salpicadero de fibra de carbono, asientos con arneses de seguridad y una jaula antivuelco. Sí, puede que no sea el coche más bonito del mundo, pero tiene que ser un auténtico espectáculo conducirlo. ¿O no?

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?

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