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Maserati Tipo V4 o cuando 246 km/h era una velocidad de récord

Maserati Tipo V4 1929
Y parecía imposible pasar de 264 km/h...

Hace pocos días el McLaren Speedtail se convertía en el modelo más rápido de la marca británica al llegar a los 403 km/h. En su momento, el Bugatti Chiron batió todos los récords de velocidad circulando a 490 km/h. Con semejantes (y abultadas) cifras resulta sorprendente hablar de coches como el Maserati Tipo V4, que pasó a la historia por circular a 246 km/h. Claro que eran otros tiempos, exactamente el año 1929.

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Si pudiéramos retroceder 91 años en el tiempo, nos encontraríamos con un mundo del motor que nos sorprendería bastante y puede que también conociéramos a Mario Umberto ‘Baconin’ Borzacchini. Este italiano se propuso dejar huella en la historia y lo hizo en un momento en el que la velocidad era más excitante, pero también se corrían muchos más peligros.

Ernest Eldridge, un rival a batir

Volviendo a Baconin, éste se había propuesto recorrer 10 kilómetros alcanzando la mayor velocidad posible a la ida y a la vuelta. No en vano, esta era la manera de conocer la velocidad máxima de un coche a ciencia cierta. A esa distancia, añadió 3 kilómetros por cada lado para arrancar a buena velocidad y frenar a tiempo. Y no, 3 kilómetros no es demasiado espacio si tenemos en cuenta que hemos viajado hasta 1929.

Maserati Tipo V4 1929

Como en toda historia de superación que se precie, había un rival a quien superar: un par de años antes, en 1927, Ernest Eldridge había logrado el récord previo con una velocidad máxima de 225,776 km/h. Con estos ingredientes, se preparó Baconin para batir el récord un 28 de septiembre de 1929.

Una potencia de 280 CV

Sí, efectivamente nos falta el ingrediente principal: el coche. Se trataba de un Maserati Tipo V4 que, bajo el capó, escondía un par de V8 Tipo 26B. De esta combinación nacía un motor de 16 cilindros con las bancadas de los cilindros a 25 grados y una potencia de 280 CV. Salvando las distancias, la configuración es semejante a la del Bugatti Chiron.

Ahora sí, con toda Italia pendiente, la presencia de figuras como Enzo Ferrari y bajo la mirada del Automobile Club de Italia, Baconin se puso a los mandos del Maserati Tipo V4 y batió el récord de velocidad con una cifra máxima de 247,933 km/h a la ida y 244,233 km/h a la vuelta. La media fue de 246,069 km/h.

Una cifra que hoy no nos sorprende, pero que en 1929 era casi inimaginable en un país como Italia, que luchaba por ser reconocido como la cuna de los coches más rápidos y eficaces del mundo.

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