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La increíble historia del Ferrari F40

Han pasado más de 30 años desde su lanzamiento, en concreto 33, y sigue siendo uno de los deportivos más importantes de la historia y me atrevo a afirmar que el mejor Ferrari de todos los tiempos. Se convirtió en el ojo derecho de Enzo Ferrari, no en vano fue el último modelo que firmó antes de fallecer en 1988 y, hoy en día, una unidad puede costar más de 1,5 millones de euros. No es para menos: esta es la increíble historia del Ferrari F40.

Ferrari F40 vs Porsche 959: bienvenidos a la zona roja

En los años 80, Enzo Ferrari no era un hombre (del todo) feliz y la razón se encontraba sobre el asfalto: el Porsche 959 y el Lamborghini Countach 5000 QV superaban sin dificultad a sus modelos de competición. Un hecho que le impulsó a crear el superdeportivo más rápido del momento confiando tamaña labor en Nicola Materazzi, uno de sus ingenieros de confianza que había demostrado sus capacidades en modelos como el Ferrari 328 o el Lancia Stratos.

La increíble historia del Ferrari F40

1987: llega el Ferrari F40

El punto de partida fue el Ferrari 288 GTO Evoluzione: concretamente cinco unidades que estaban guardadas en Maranello. Se trataba de una versión del modelo normal que habían puesto a punto para competir en la famosa categoría de Grupo B, pero como la FIA la prohibió nunca llegaron a correr y sirvieron para dar forma al Ferrari F40.

El 21 de julio de 1987, en el Centro Cívico de Maranello, Enzo Ferrari desvelaba el modelo diseñado para celebrar los cuarenta años de la casa italiana. Un superdeportivo que tenía una doble misión: ser el coche más potente y rápido y, además, convertirse en el primer modelo de producción que superaba los 320 km/h. Evidentemente lo consiguió.

¿Conoces estas 10 curiosidades del Ferrari F40?

La idea de los italianos era producir una tirada limitada a 400 unidades, pero los pedidos superaron todas sus expectativas y, al final, de la línea de producción salieron más de 1.311 ejemplares del Ferrari F40 teñidas de ‘Rosso Corsa’… aunque hubo alguna de color ‘nero’ como el famoso F40 de Maradona que acabó rechazando por su espartano interior. 

La increíble historia del Ferrari F40

Un superdeportivo de 1.100 kilos

¿Cómo era aquella joya? La carrocería fue obra de Pininfarina y estaba hecha con plásticos compuestos, que eran tres veces más rígidos y un 20% más ligeros que cualquier estructura metálica comparable. Además, la estructura de acero tubular fue reforzada con Kevlar, aluminio y fibra de carbono. Aunque, sin duda alguna, el elemento que ataría todas las miradas era su alerón trasero: nunca se había visto nada igual en un Ferrari de calle.

Ferrari F40: ¿cómo sería en el siglo XXI?

La obsesión por concebir un superdeportivo sumamente ligero llevó a sustituir los cristales de las ventanillas por paneles de plexiglás y los tiradores de las puertas se transformaron en un simple cordel. El Ferrari F40 pesaba 1.100 kilos y tenía un coeficiente aerodinámico de 0,34 Cx. 

La increíble historia del Ferrari F40

¿Comodidades? ¿Qué es eso?

Recordábamos hace un momento que a Maradona le sorprendió el interior del modelo italiano. El F40 era un coche de calle, sí, pero estaba hecho para ser pilotado y no conducido. El único elemento de confort eran sus asientos tipo baquet, forrados de tela y con tres tallas para adaptarse a las medidas de los conductores.

Aquí se terminaban todas las comodidades ya que este Ferrari heredaba la austeridad de la competición. No había ni un solo revestimiento: todos los elementos eran paneles lisos y estructuras simples a excepción del fieltro que cubría el salpicadero y el túnel central. Tampoco había ayudas como la dirección asistida o el ABS. Y, por supuesto, olvidad complementos como el equipo de sonido, las alfombrillas o la guantera.

El Ferrari F40 y el Ferrari 488 Pista se enfrentan en una carrera de aceleración

Otra de las peculiaridades que contribuyeron a hacer del Ferrari F40 un modelo tan liviano fueron sus depósitos de combustible. Hablamos en plural porque tenía dos, uno en cada lado, con una capacidad total de 120 litros… y en las versiones europeas estaban hechos de goma. Algo que obligaba a cambiarlos cada siete o diez años: una operación que ‘sólo’ costaba 18.000 euros. 

La increíble historia del Ferrari F40

El ‘cuore’ del Ferrari F40

El encargado de impulsar al Ferrari F40 era un motor V8 biturbo de 478 CV situado detrás de los asientos, una evolución del que montaba el 288 GTO. Transmitía toda esa fuerza a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades unida a la parte trasera del motor. Estas prestaciones le permitían acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 4,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 324 km/h. 

A esto hay que añadir que el F40 fue equipado con una suspensión de horquilla con muelles helicoidales y amortiguadores hidráulicos, barras estabilizadoras delanteras y traseras y unas llantas de 17’’ Speedline de cinco radios con bloqueo central que iban montadas sobre unos neumáticos delanteros de 245/40 ZR17 y unos traseros de 335/35.

El F40 en el mundo de la competición

Esta es la parte menos brillante de la historia del Ferrari F40. Maranello desarrolló diez unidades (dos bautizadas como F40 LM y ocho más conocidas como ‘Competizione’) con una potencia de 690 CV y modificaciones en la aerodinámica y la suspensión. En el año 1989 la Scuderia participó en el Campeonato IMSA con el F40 LM, que cruzó la línea de meta en segundo lugar. También pasó por las 4 horas de Anderstorp (1996) donde la victoria fue para el McLaren F1 GTR.

Etiquetas: Superdeportivos

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