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Así ha quedado el Lamborghini Huracán después de que un niño de 13 años lo destrozara en un paseo nocturno lluvioso

Así ha quedado el Lamborghini Huracán después de que un niño de 13 años lo destrozara en un paseo nocturno lluvioso

Claudia Pacheco

Un niño de 13 años ha destrozado un Lamborghini Huracán en un accidente en West Vancouver (Canadá) y luego se da a la fuga.

Un accidente de coche se puede producir en cualquier momento. Cuando es de noche y está lloviendo, las probabilidades aumentan considerablemente. Ni siquiera los conductores de superdeportivos se libran de sufrir un incidente de este tipo al volante.

Un niño de 13 años ha protagonizado una historia de película que ha terminado en un accidente valorado en miles de euros. Los oficiales de policía han encontrado un Lamborghini Huracán destrozado en West Vancouver (Canadá).

Los hechos sucedieron alrededor de las 11 de la noche del pasado 25 de marzo. La policía recibió una llamada que alertaba de un accidente de un único vehículo que se había salido de la autopista. Cuando llegaron las autoridades al lugar encontraron un Lamborghini Huracán rojo destrozado y no identificaron a ningún conductor ni pasajeros.

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La policía activó todas las alarmas e inició una búsqueda a contrarreloj. "Los oficiales comenzaron una búsqueda exhaustiva para garantizar el bienestar del conductor y de los pasajeros", ha asegurado el sargento Chris Bigland del Departamento de Policía de West Vancouver, según recoge Cars Scoop

Pronto encontraron a los ocupantes del vehículo. Todos resultaron ilesos, pero lo sorprendente de la historia es que el conductor del vehículo tenía 13 años. El niño robó el Lamborghini para impresionar a un amigo. “El joven y un amigo decidieron dar una vuelta con el auto, pero no pudieron controlarlo en condiciones de oscuridad y lluvia", ha añadido Bigland.

El niño se enfrenta a cargos graves por conducir sin licencia

Los daños en el vehículo se cuentan por miles de euros. Una primera imagen muestra el capó destrozado, uno de los faros ha desaparecido por completo y la rueda del pasajero delantero ha quedado inutilizable. El retrovisor delantero cuelga de la puerta y el lateral y la parte trasera han sufrido un fuerte golpe. 

A esto hay que hay que sumar los destrozos en el mobiliario público ocasionados por el impacto. El menor se tendrá que hacer cargo del coste de la reparación, los padres o su tutor legal en este caso.

El niño de 13 años se enfrenta ahora a cuatro cargos graves: exceso de velocidad, conducir de forma temeraria, no permanecer en el lugar del accidente y manejar un vehículo sin una licencia de conducir válida.

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