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Grandes coches que no triunfaron: Mazda5

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El Mazda5 es otro de esos grandes coches que no triunfaron. No fue culpa del producto, sino más bien de un mercado que ya no demandaba monovolúmenes.

En este mercado saturado de SUV hubo una época donde los monovolúmenes y las berlinas se repartían las ventas. La década del 2000 fue la edad dorada de estos vehículos familiares hasta que los todocamino irrumpieron en nuestras vidas. Hoy descubrimos al Mazda5, un monovolumen compacto que tuvo la clave del éxito, pero que desgraciadamente no logró triunfar.

Dividido en tres generaciones y más de 15 años en el mercado, el Mazda5 fue la apuesta del fabricante japonés para cautivar a esos conductores que habían encontrado en los monovolúmenes el vehículo que más encajaba con sus necesidades y estilo de vida. 

Como les ha ocurrido a muchos otros monovolúmenes en los últimos años, el Mazda5 se fue apagando hasta que desapareció a finales de 2015. Su retirada se debió a un tema relacionado con sus pobres ventas, especialmente desde la tercera generación del modelo.

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Grandes coches que no triunfaron: Mazda5

Mazda introduce el Mazda5 por primera vez en el mercado en el año 1999. En Japón se comercializaba como Mazda Premacy, pero en la mayoría de países era conocido con el número 5 dentro de una gama de productos que también ofrecía el Mazda3 o el Mazda6.

Disponible con cinco y siete plazas, este monovolumen compacto de segmento C cosecha unas ventas razonables en los primeros años de vida. Esto anima a la compañía a lanzar una segunda generación del Mazda5 en el año 2005. Estaba disponible con motores de gasolina y diésel de cuatro cilindros, medía más de 4,5 metros de largo y ofrecía 6 o 7 asientos en su interior.

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En el año 2007 alcanza su punto álgido. Se produjeron más de 275.000 unidades tan solo de la segunda generación en los dos primeros años de vida. Además, en Europa se habían matriculado más de 100.000 unidades en el mismo período, lo que convertía al Mazda5 en el tercer modelo más vendido de la gama Mazda en esa época.

Un año después se introduce una actualización que introducía cambios menores a nivel de diseño, más tecnología y ajustes en la gama de motorizaciones, especialmente en la transmisión automática.

El Mazda5 continúa cosechando ventas a buen ritmo a medida que la curva del ciclo de vida del producto empieza a descender. Mazda entiende que es el momento de desarrollar un reemplazo generacional para su monovolumen compacto e introduce el tercer modelo en el año 2010.

El comienzo del fin

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La tercera generación era todavía más estética, basada estrechamente en el Mazda3. Se presenta en Ginebra en 2010, ofrece motores de gasolina y diésel de cuatro cilindros y tres filas de asientos en su interior para un total de siete plazas. El mejor Mazda5 ya estaba en el mercado, pero el mercado no respondía igual de bien a los monovolúmenes que en años anteriores.

Las ventas empiezan a descender de forma considerable ante la irrupción en el mercado de los SUV. A medida que los todocamino ganan cuota de mercado y cada vez son más los fabricantes que apuestan por este tipo de vehículos, la burbuja de los monovolúmenes se deshincha poco a poco.

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El número de modelos empieza a caer. Los compradores ya no quieren vehículos familiares, ya que han encontrado en los SUV todo lo que ofrece un monovolumen (más o menos) con una estética más lograda, más aventurera y robusta.

2015 es el año clave para el Mazda5. En septiembre de ese mismo año entraba en vigor la normativa de emisiones Euro 6 en el mercado europeo, por lo que los fabricantes debían adaptar sus motores para cumplir con los requisitos de esta norma. Muchos fueron los modelos que quedaron descatalogados en otoño de ese año por su baja rentabilidad, y el Mazda5 fue uno de ellos.

Las ventas habían alcanzando mínimos. De hecho, por cada Mazda5 que se vendía en la época, se comercializaban diez Mazda CX-5. Esto animó a la compañía de Hiroshima a tomar la decisión de no actualizar el monovolumen y descatalogarlo antes de que acabara el año. La comercialización concluyó y el monovolumen pasó a la historia.

El Mazda5 experimentó un ciclo de vida con momentos en los que se registraron muy buenos resultados. Sin embargo, la tercera generación tuvo que ver cómo el mercado rechazaba a los monovolúmenes y tan solo los más fuertes sobrevivieron.

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