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Se confunde seleccionando la posición del cambio y acaba en el mar con su coche eléctrico

Conductor coche automático

Claudia Pacheco

Un conductor de un coche eléctrico se confunde seleccionando la posición del cambio y acaba en el mar.

No es la primera vez que una confusión entre el pedal del acelerador y el freno ha terminado en un accidente y probablemente no será la última. Los coches automáticos no se libran, de hecho, un error de este tipo puede ser más peligroso. Los coches eléctricos tienen el añadido de que ofrecen una mayor aceleración desde cero debido a la entrega instantánea que genera su sistema de propulsión.

La palanca de cambios puede ser la peor pesadilla de los conductores que empiezan a utilizar coches automáticos, pero también para los más experimentados. A esto hay que añadir el riesgo de que se produzca un movimiento involuntario del vehículo por no ubicar correctamente la palanca de cambio automático en las posiciones neutro (N) o parking (P).

La mayoría de los coches automáticos se moverán a baja velocidad incluso si el conductor no pisa el acelerador cuando la transmisión está en posición drive (D) o marcha atrás/reversa (R). Un simple empujón o aparcar en una zona en pendiente puede acabar en un accidente de unos cuantos miles de euros.

Un Toyota bZ4X ha acabado en el fondo del mar debido a un error con la palanca

El conductor de un Toyota bZ4X ha sido la última víctima de los coches automáticos. El vehículo ha acabado en el mar al olvidar ponerlo en modo parking (P). El suceso ha ocurrido en Lynn (Massachusetts, Estados Unidos), donde el conductor aparcó su SUV eléctrico sobre un pequeño acantilado junto al mar.

El propietario del vehículo olvidó colocar la palanca en la posición adecuada y el coche empezó a moverse ligeramente cuando salió del habitáculo. El resultado no ha podido ser más dramático, el Toyota bZ4X ha acabado bajo el agua y casi hay que lamentar una víctima, ha informado Periodismo del motor.

Toyota basura electricidad

El conductor salió de su vehículo durante unos minutos para tirar la basura después de comer en su interior, así que no tardaría demasiado. En cuanto abandonó el coche, empezó a moverse ligeramente gracias a la pequeña pendiente del acantilado. El automóvil tenía un pasajero a bordo que por suerte pudo abandonar el vehículo y salió ileso, aunque no pudo hacer nada para detenerlo.

El accidente ha dado lugar a todo un despliegue para sacar el automóvil del lugar del incidente, los equipos de rescate tuvieron que utilizar una pequeña embarcación, una empresa de grúas y la colaboración de los bomberos. El descuido puede parecer insignificante, pero ha causado daños graves y costosos en el coche, y es muy poco probable que merezca la pena la reparación.

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